El 12 de mayo de 2013, casi
tres años atrás, el Leicester jugaba un play-off de ascenso con el equipo que
luego sería el de la ‘Hormiga’ Paredes, el Watford. La definición apenas segundos antes del minuto
97 se la conoce en YouTube como ‘La final más emocionante del mundo’. Fue una final que el Leicester perdió:
Hoy, el Leicester City es
el campeón de Inglaterra. El Tottenham, que no le había ganado al Chelsea de visita en 26 años,
terminó por empatar a dos un partido que ganaba dos a cero (1). Este empate bastó para convertir al modesto Leicester en campeón del
fútbol inglés por primera vez en 132 años de vida.
Ahora que finalmente
sucedió, me pongo a pensar en la suerte del periodista inglés John Micklethwait, quien era
editor de The Economist en Londres.
Este fulano apostaba 20 libras esterlinas cada mes de agosto a favor de su equipo, el
Leicester, en la ilusión de verlo campeón. Este año 2016 no lo hizo, porque se mudó de Londres a Nueva York
para trabajar como ‘editor-in-chief’ de Bloomberg News. Por primera vez en casi 20 años, Micklethwait no apostó por
el Leicester. La apuesta pagaba 5000 a 1, una cantidad absurda (habría ganado 100.000 libras). Para las
casas de apuestas resultaba tan probable que el Leicester City quede campeón
como que Bono de U2 sea electo Papa por los ancianos varones en el Vaticano (2).
Salado.
Igual, debe andar la mar de borracho y contento (3).
(1)
Juan L. Cudeiro, ‘El Leicester culmina su epopeya y alza la premier’, Diario El
país (España), 2 de mayo de 2016.
(2)
John Micklethwait, ‘Leicester City: Dirty dozen or Harvard case study?’,
Bloomberg News, 25 de abril de 2016.
(3) Por cierto, en lugares donde el rigor periodístico cuenta, se le criticó a Micklethwait la imprecisión en
el uso de dos datos, los que se lo obligó de inmediato corregir, v. Alex
Spence & Chris Spillane, ‘John Micklethwait’s awkward tribute to Leicester City’, Politico, 26 de abril de 2016.
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