El último año de la década de los ochenta el Estado del Ecuador seguía siendo lo que había sido
desde que había empezado a ser, allá por el lejano 1830: un pinche desastre. Desde la emergencia
del Estado del Sur y su Jefe de Administración (‘Principio y fin del Estado del Sur’), pasando por una República surgida en un barco y gestada en una guerra
civil inter-regional (‘La República nació en un barco (1834-1835)) hasta los
tumultuosos y violentos tiempos actuales son ya unas ocho o nueve generaciones
de ecuatorianos, rapiñándose y haciéndose daño. Siempre un pinche desastre.
Un testimonio candoroso
del pinche desastre en mención son las declaraciones del representante del Estado
del Ecuador en la quinta sesión del Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de las Naciones Unidas, que es el órgano que supervisa el
cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales*. En el informe que se
hizo sobre el informe del Estado presentado en esta quinta sesión, celebrada entre
el 26 de noviembre y el 14 de diciembre de 1990, se mantiene una redacción fresca,
porque se trataba de una respuesta a un cuestionario de los miembros de dicho
Comité, contestado de manera presencial por el representante del país. Del
representante ecuatoriano (era el gobierno de Borja) los miembros del Comité ‘elogiaron la franqueza, sinceridad y objetividad
con que el representante de ese país había descrito las condiciones en que se
aplicaba el Pacto’ [Párr. 155] al tiempo que ‘lamentaron que las explicaciones, muy útiles, del representante, así
como la información pertinente contenida en los informes, no hubieran ido
acompañadas de estadísticas, lo que les habría permitido entender mejor los
progresos realizados por el Gobierno del Ecuador y medirlos’. [Párr. 157].
Así, fuimos simpáticos pero inútiles: una definición de nuestra diplomacia
at its best**.
Este diplomático
ecuatoriano se mandó algunas perlas. Aquí el top five, comentado:
5.- ‘En el Ecuador el
salario mínimo se había reducido a la mitad como consecuencia de la inflación y
ahora ascendía a 50 dólares por mes, pero en realidad había muy poca gente que
ganara tanto’ [Párr. 143].
Comentario:
Tiempos del devaluado sucre y un caso de
honestidad brutal acerca de nuestra miseria generalizada.
4.- ‘En una
conferencia latinoamericana celebrada recientemente en Quito se había elaborado
un plan de acción para luchar contra la pobreza. Más del 50% de la población
vivía por debajo del umbral de la miseria.’ [Párr. 131]
Comentario:
Pero por suerte, hicieron una
conferencia latinoamericana para bajarle a la miseria en la que vivía más de la
mitad de la población (?). Una
receta para el fracaso, con trago fuerte.
3.- ‘Agregó que aunque
persistían los problemas de los indígenas, los cuales representaban el 30% de
la población ecuatoriana, había habido un cambio de actitud y ahora se
reconocían sus derechos. El Presidente había creado una Comisión de Asuntos
Indígenas que se reunía una vez a la semana con organizaciones indígenas.’
[Párr. 135]
Comentario:
En tono paternalista, juntos los
indígenas como problema y una Comisión como solución. Otra receta para el
fracaso, ahora con bocaditos.
2.- ‘El problema de
los niños abandonados era sumamente grave y había un tráfico de niños para la
adopción internacional. En consecuencia, era preciso mejorar la legislación en
esa esfera’ [Párr. 140]
Comentario:
El populismo legislativo, o de cómo
tirar la pelotita a otros incompetentes (que ocurre que son nuestros representantes).
Un clásico del cojudeo.
1.- ‘…las actuales
condiciones sociales eran tales que imponían todo tipo de limitaciones a los
derechos humanos, en particular los de las mujeres y los niños, y que era
imposible resolver los problemas sociales mediante la legislación. Era preciso
mejorar la transferencia de recursos e insistir en una estrategia económica a
largo plazo, en vez de en los mecanismos del libre mercado’ [Párr. 135]
Comentario:
Un nuevo caso de honestidad brutal
acerca del fracaso del Estado. Y una evidencia de que el cambio de leyes no
funciona (contradiciendo el punto anterior).
BONUS
TRACK: ‘…el representante del Estado parte recordó que en un estudio sobre la
pobreza en el Ecuador efectuado recientemente por la CEPAL se había indicado que
en general no se disponía de estadísticas sociales’ [Párr. 139]
Comentario:
No es que el Estado no tenga, es la
CEPAL la que dice que el Estado del Ecuador no tiene, o de cómo citar a un
órgano serio para que te crean.
Me intriga saber quién
es este folclórico diplomático de los tiempos del Rodri.
* El Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales fue adoptado por la
Asamblea General de las Naciones Unidas el 16 de diciembre de 1966 y entró en
vigor el 3 de enero de 1976, por haber transcurrido tres meses desde que ocurrió
que el 35avo Estado presentó su instrumento de adhesión o ratificación al
Secretario General de las Naciones Unidas. El Estado del Ecuador aprobó este
Pacto Internacional el 29 de septiembre de 1967 y presentó su adhesión al
Secretario General el 6 de marzo de 1969. El Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales se estableció en 1985 para la supervisión del
cumplimiento de las normas del Pacto Internacional. El texto del informe del
Comité sobre el cumplimiento del Ecuador consta en ‘Compilación de observaciones finales del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales sobre países de América Latina y el Caribe’, pp. 132-142.
** Pesados e
inútiles, at its worst.
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