Publicado en diario Expreso el 23 de septiembre de 2022.
El 23 de septiembre
de 1830 el Presidente Juan José Flores puso el ejecútese y entró en vigor la
primera Constitución del Estado del Ecuador, siendo este Estado una de las dos secesiones
que en 1830 sufrió la República de Colombia que se montó el Libertador. La
secesión del Ecuador fue incruenta: actas, elecciones, reunión en Riobamba de los
representantes de tres Departamentos (Azuay, Guayas, Quito) y el paso del militar
caribeño Flores de Prefecto de un Distrito de la República de Colombia a
Presidente del Estado del Ecuador. Él debió gobernar hasta el 10 de septiembre
de 1834. Y no sólo que lo hizo, sino que logró sobrevivir y acomodarse.
El Estado del
Ecuador, durante el gobierno de Flores, fue ultraviolento. Al final de su
gobierno, el Ecuador estaba partido en dos. Por una parte, la Jefatura Suprema
de los Departamentos de Quito y Azuay, cuyo Jefe Supremo era un antiguo
colaborador del gobierno de Flores, José Félix Valdivieso. Sus tropas ocuparon Quito
el 13 de julio y Cuenca el 25 de agosto de 1834. Esta Jefatura Suprema convocó
a una Asamblea Constitucional que se reunió en Quito y que empezó a funcionar
el 7 de enero de 1835. En Cuenca se instaló una Jefatura Superior, subordinada
a Quito, a cargo de José María Borrero.
Por otra parte, el
Jefe Superior del Departamento del Guayas era Vicente Rocafuerte, aliado con el
Presidente Flores. En principio Flores lo combatió a Rocafuerte, pero cuando supo
de la sublevación de Valdivieso en la Sierra, comprendió que su alternativa
para mantenerse en las altas esferas del poder ecuatoriano era apoyar que
Rocafuerte se eleve a la Presidencia. Él comandaría sus tropas en esta guerra
civil.
Llegó el 10 de septiembre
de 1834 y concluyó el período de gobierno de Flores, sin poder seguirse un
procedimiento constitucional para su sucesión. En Guayaquil, ese mismo día se
reunió una Junta para designar a Vicente Rocafuerte como Jefe Supremo del
Departamento del Guayas.
Ocurrió entonces la
batalla entre las Jefaturas Supremas. Sus tropas se enfrentaron en Miñarica, en
las cercanías de Ambato, el 19 de enero de 1835. Triunfaron Rocafuerte y
Flores. El Ecuador estuvo a punto de echarse a perder, porque enterados en
Quito de la derrota en Miñarica se disolvió la Asamblea Constitucional y, según
cuenta el historiador quiteño Salvador Lara, los quiteños “cayeron en el
absurdo de proclamar la muerte del estado ecuatoriano […]. En Tulcán, presididos
por el general Matheu, decretaron la anexión a Nueva Granada; el odio político
les llevó a traicionar sus ideales de siempre: la autonomía de Quito. Don
Roberto Ascázubi, comisionado para ello, pasó por la vergüenza de que el gobierno
de Bogotá rechazase tal acta”.
El Ecuador
sobrevivió porque a Quito la rechazaron. Los triunfadores de Miñarica
convocaron a una Asamblea Constitucional que volvió a reunir a representantes
de los Departamentos de Azuay, Guayas y Quito, para aprobar una nueva Constitución
que regule sus relaciones.
Esta Asamblea Constitucional
de 1835 decidió que el Estado del Ecuador iba a ser República y que su primer Presidente
iba a ser Rocafuerte. Y Flores sobrevivió y se acomodó: la Asamblea lo nombró
General en Jefe de los ejércitos de la República del Ecuador.
~*~
Fuentes:
* Las
fuentes principales de esta columna son: Van Aken, Mark, ‘El rey de la noche’, Banco Central del Ecuador, Quito, 2005
[segunda edición] y las introducciones históricas de los libros recopilatorios
de las actas del Congreso Constituyente de
1830 y de la Asamblea Constitucional de 1835, de autoría de Francisco Ignacio
Salazar Arboleda.
* La cita de
Jorge Salvador Lara sobre el rechazo de Bogotá a Quito consta en: ‘Los
comienzos de la República (1830-1845)’, en: ‘Historia del Ecuador’, Vol. 6, Salvat, Barcelona, 1980, p. 26
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