Desapariciones LFC

30 de diciembre de 2006

Publicado en diario El universo el 30 de diciembre de 2006.

*

Rubén Blades compuso una canción que versa sobre este doloroso tema de una manera conmovedora. Una a una, su canción desgrana historias mínimas, de personas que pierden a su esposo, hermana, hijo o madre y que en pocas palabras traduce la angustia de quienes no pueden comprender por qué. La hipotética biografía de Altagracia o de Clara Quiñónez nos enfrenta, si tenemos un ápice de sensibilidad, con la frase de Cioran de que la historia no es sino una masacre y con el horrendo testimonio de lo inefable. La canción de Blades se llama Desapariciones y su mejor versión, para mi gusto, la cantan Los Fabulosos Cadillacs.

Blades escribió esta canción en 1984; pensaba, es probable, en los desaparecidos del Cono Sur. Pero su canción, por desgracia y porque como dijera Borges, la historia de un hombre es la cifra de la historia de todos los hombres, puede referirse a los que con posterioridad a esa fecha fueron desaparecidos en otros ámbitos: digamos, en Perú, en Guatemala o en El Salvador. También en Ecuador. El mismo año que Blades compuso su canción, inició su gobierno León Febres-Cordero (LFC); en el libro de Mariana Neira intitulado ¿Dónde están? Los Desaparecidos en el Ecuador se describe con no escasa minucia los actos de terrorismo de Estado que se ejecutaron en su periodo presidencial.

Desde ese entonces LFC se irguió como la figura política más importante de esta penosa democracia. Acumuló mucho poder y tengo la convicción de que no contribuyó con este al bien común: la miseria de institucionalidad que padecemos es tributaria de su época de dominio. Las recientes elecciones son la prueba de su desgaste y su fracaso; él lo sabe. Cuarto él, líder del PSC, por debajo de una animadora de TV; quinta su candidata, con la votación más baja de la historia de su partido en las últimas dos décadas. Nadie duda, ni sus acérrimos partidarios, que vive el término de su carrera política: somos los espectadores de su despedida. La nueva derecha, o lo que pueda merecer el calificativo de nueva, tiene la obligación de darle la espalda a este caudillo. Ellos lo saben. Tengo la certeza de que la única razón de peso para la diputación de LFC es la inmunidad parlamentaria que esta condición le otorga. Nada más.

Es así, porque a pesar de las nulas acciones iniciadas para investigar estos hechos que constató en su libro Mariana Neira, y que para cualquier persona consciente constituyen no otra cosa que actos de terrorismo de Estado, nada obsta a que se inicien las causas judiciales, en principio, en sede local, y si estas no fueran efectivas, en sede internacional, para conocer la verdad sobre estos hechos constitutivos de crímenes de lesa humanidad y juzgarlos en consecuencia, sancionando con el rigor de la ley a los responsables de los mismos. Sería una suerte de salutación judicial que detenga la despedida impune.

Es curioso: el disco doble de quienes supieron cantar mejor Desapariciones, Los Fabulosos Cadillacs, y que por cierto significó su despedida de la música, lleva en el título una invocación a sus iniciales: "Hola LFC" y "Chau LFC", se llamó. Yo no sé de coincidencias. Pero sí sé que la sociedad civil tiene el derecho de iniciar los procesos conducentes a conocer la verdad sobre los hechos criminales de su periodo de gobierno, en aras de cesar la impunidad, de reconstruir nuestra institucionalidad y nuestra identidad a partir de la discusión crítica de nuestra historia reciente y de que finalmente se haga justicia. Que sea esta una reflexión para el año venidero, son mis sinceros deseos para usted y su familia.

0 comentarios: