En julio del año 2002, Gloria Gallardo Zavala, quien
se había desempeñado durante ocho años como Directora de promoción cívica,
prensa y publicidad del municipio de Guayaquil y quien desde el 2000 se
desempeñaba como concejal de ese mismo órgano estatal, anunció que se
desvinculaba de la alcaldía de Guayaquil al mando de Jaime Nebot para postular
a la Vicepresidencia de la República en binomio con el expresidente Osvaldo
Hurtado, en lo que terminaría por ser un proyecto efímero y fallido llamado Patria Solidaria
y motejado de “solitaria” por la exigua cantidad de votos que obtuvo en las
elecciones presidenciales de ese año (apenas el 1.08%). La desvinculación
de Gallardo no se dio en buenos términos: calificó a Febres-Cordero de
“ingrato” y al alcalde Jaime Nebot lo tildó de “machista”. Nebot le respondió:
“Si ella quiere conseguir votos a costa mía no le daré el gusto” (1).
Pero el gusto que el alcalde sí le dio fue el de que
pueda volver a la alcaldía, pues Gloria Gallardo se reintegró a la alcaldía de
Guayaquil para ocupar un cargo administrativo similar al que ocupó durante la
administración de Febres-Cordero, pero bajo el mando de aquel a quien atacó de
“machista”. Pero lo normal en Guayaquil es que no haya nunca nadie que recuerde
este hecho, ni tampoco que se anime (al menos en la prensa privada) a
preguntarle a Gloria Gallardo si todavía piensa que su jefe Nebot es machista,
como tan convencida lo afirmó cuando no tenía la obligación de cerrar la boca.
(1) “Gloria Gallardo sorprendió a los
socialcristianos”, Diario El Universo, 10 de julio del 2002.
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