En el programa de ayer de Carlos Vera se dedicaron a difundir una idea tan absurda como
canalla. Una presentadora que hace los cierres para salir a la pausa comercial leyó
con convicción y por tres ocasiones lo siguiente: “Los grandes alcaldes que
antecedieron a Cynthia Viteri no tuvieron una crisis mundial como el Covid que
a ella le tocó enfrentar. Si logra un segundo período sin Covid, recién se
podrá evaluar a profundidad”. Al final del programa, en sus conclusiones, Vera
retomó esta idea, se proclamó votante de Viteri y apoyó que sea reelegida para
que finalmente ella pueda demostrar, en un nuevo período de gestión, sus dotes
de administradora. Unos minutos antes Vera había defendido las camionetas que
mandó a poner Viteri en la pista del aeropuerto para evitar el aterrizaje de un
avión, una acción tan ilegal y autoritaria que su defensa pinta de pequecuerpo
entero a su emisor.
Pero es el argumento
del Covid como excusa para reelegir a Viteri el que resulta tan canalla como
absurdo. El argumento parte de la premisa absurda de que, si ocurre un hecho
extraordinario como la pandemia del Covid, el período de un político no vale
para evaluar su gestión. Cuando es TODO lo contrario: son los hechos
extraordinarios, como una pandemia, los que ponen a prueba la madera de la que
está hecho un liderazgo, la capacidad de gestión de una autoridad. Lo que
ocurre es que la Alcaldesa Viteri, frente a la pandemia, simplemente no dio la
talla. En Guayaquil los muertos fueron por centenas, se los abandonaba en las
calles a los cadáveres, se la libró la ciudad a su maldita suerte. Lo único que
atinó a hacer la Alcaldesa en esos tiempos de horror fue buscar excusas como
que a Guayaquil le cayó una bomba y que Esparta y otros divagues más, y por
supuesto, poner las famosas camionetas en la pista del aeropuerto en su atolondrada
“defensa” de la ciudad.
En otras partes he
abundado en argumentos de porqué a Guayaquil la jodió tanto el Covid, como en
este artículo publicado en Revista Común: ‘Guayaquil, o el modelo que tocó fin’,
o en este otro que pronto saldrá publicado en una obra colectiva sobre los
tiempos de la pandemia: ‘Monte Sinaí’. En esencia, es un problema estructural,
que se arrastra por decenas de años, en que los 30 años que ha ocupado el PSC el
Sillón de Olmedo, lejos de resolver el problema estructural, lo ha agudizado.
Pero lo que me
interesa es que este argumento del programa de Vera, asentado en una premisa
absurda, toma un giro canalla, porque se utiliza la mediocre actuación de
Viteri en tiempos de la pandemia como una excusa para validar que ella
continúe. Es decir, ella lo hizo mal, su liderazgo fue flojo, la ciudad se fue
a la mierda en número de muertos llamando la atención del mundo entero, pero
esa es la razón por la que ella debe mantenerse en el poder. Este argumento es
un ridículo, casi insolente premio a la mediocridad.
Si este es el mejor
relato que sus áulicos pueden poner para sostener la mediocre gestión de
Viteri, es porque están perdidos.
2 comentarios:
Pues después de ver el abuso de Vera contra su sonidista, cualquier cosa que diga se reduce a nada, no tiene valores ni respeto.
Cynthia no es el problema, el problema es quienes votan por Cynthia y la defienden
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