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Un café con JJ

6 de enero de 2020


Esta mañana me entrevistaron en el programa “Un café con JJ” sobre la sensación de calor en Guayaquil, ese notable y calcinante efecto de la falta de planificación, o mejor dicho, de la perversa planificación del crecimiento urbano de la ciudad por parte de su Municipio, ocurrido durante el tiempo de las alcaldías socialcristianas (1992 en adelante), pero también desde mucho antes de ellas (proceso de crecimiento muy acentuado desde la década de los cincuenta del siglo pasado y que originó los enormes “cinturones de miseria” que tanto caracterizan a esta ciudad).

Esta es la entrevista:

 
La conversación duró, literal, lo que demoré en beberme la taza de café que me ofrecieron y que siempre es un gusto compartir con ellos.

La chance de Jairala

17 de enero de 2019


Jimmy Jairala compitió para la Alcaldía de Guayaquil el año 2004 contra Jaime Nebot. Fue la primera reelección de Nebot: él obtuvo el 56.76% mientras que Jairala el 30.02%... ¡auspiciado por el PRE! Hasta Viviana Bonilla y la fuerza de AP el 2014, que obtuvieron el 40%, nadie había superado los números de Jimmy Jairala como contrincante de Nebot.

Hoy, Jairala vuelve al ruedo y se lanza a la Alcaldía. 15 años después, creo que realmente tiene chance: en buena medida, por lo que él podría hacer como candidato, pero también y en mucho, por la candidata contra la que se enfrenta (en política, el contrincante es TAN importante). Ya no es Jaime Nebot, es apenas Cynthia Viteri. Y los números de Viteri en el cantón Guayaquil, cuando ha participado como candidata en una papeleta única, resultan preocupantes:

Resultados de Viteri en el cantón Guayaquil en elecciones presidenciales
* 2006, primera vuelta: Viteri obtuvo el 18.8% de los votos, frente al 38.4% de Álvaro Noboa. Viteri quedó tercera en el cantón Guayaquil, pues incluso Rafael Correa le ganó: Viteri obtuvo un 0.4% menos de los votos que obtuvo Correa (19.2%), la primera vez que Correa participó en una elección en su vida política. Mal le fue.
* 2017, primera vuelta: Viteri obtuvo el 28.90% de los votos, frente al 35.28% de Moreno. Lejos del éxito.

Así, Viteri nunca triunfó en el cantón Guayaquil cuando participó como candidata en papeleta única (no como parte de una plancha, como en la elección de legisladores). Esta sería su primera vez. Y está lejos de ser una empresa fácil, con PSC y todo. Una muestra de ello es que ya se ha asegurado un triunfo de Viteri en Guayaquil con anterioridad y el resultado ha sido el fracaso. En su última campaña a la Presidencia, el alcalde Nebot, mandamás del PSC, aseguró que la candidata Viteri iba a triunfar en Guayaquil. Y cuándo el entrevistador le preguntó a Nebot el porqué, él respondió que “Yo veo lo que está aquí, yo de esto sé, y aquí vamos a ganar”*. Contundente.

Pero realmente no sabía. Viteri perdió por casi diez puntos en Guayaquil.

Entonces, si Jairala se aplica, estudia bien el modelo fallido que quiere perpetuar su rival, lo ataca de manera estratégica y propone ideas atractivas y alineadas a una agenda del siglo XXI, no me parecería nada raro que se la puede llevar puesta a Viteri.

Por una parte, a Jairala ya no lo auspicia el PRE.

Por otra, Viteri es una rival frágil, pues tiene que hacer una campaña muy reactiva: no sólo que tiene que defender el modelo fallido del PSC de los posibles ataques de sus múltiples rivales (en tiempos de redes sociales), sino que cualquier cosa que ella proponga, tendrá que justificar también el porqué no se la aplicó antes en Guayaquil, en el largo cuarto de siglo y poco más que ha tenido el PSC en el gobierno de la ciudad. La campaña, para Viteri, es una tarea agotadora y de resistencia.

(Pero no nos engañemos: la fortaleza de Viteri es el peso del PSC en el CNE.)

Lo más importante: el candidato Jairala tiene la chance de la ilusión, de ofrecer y de crecer a partir de las ilusiones generadas en el electorado guayaquileño. Si aprovecha bien su chance, con una campaña positiva y aún con el CNE en contra, el triunfo será suyo.

* 1 FEBRERO 2017 Enlace radial Ab. Jaime Nebot’, YouTube  [11:31-11:58].

Los variables culpables de las inundaciones

23 de octubre de 2018


El Alcalde Nebot juega bien sus cartas. Escenificó en una radio amiga, de esas que son una nota al pie en su discurso, una de sus especialidades: culpar a otro de las desgracias de Guayaquil.

Esta vez, previsiblemente, la víctima fue Jimmy Jairala, contrincante de su candidata para la Alcaldía en marzo de 2019. El Prefecto Jairala no ha hecho el dragado del río Guayas, por lo que Nebot lanzó la siguiente especie:

“… la falta de ese dragado pone a Guayaquil, la falta de dragado que no me vengan a hablar de drenaje, ¿no? de dragado, en el número dieciséis de las ciudades con mayores posibilidades futuras de inundarse en el mundo, por falta de dragado” (22:42).

Una cosa importante: El dragado es una negligencia de la Prefectura de Jimmy Jairala, eso es indudable.

Otras cosas mucho más importantes: Las consecuencias que son imputables a la gestión de más de un cuarto de siglo del PSC en Guayaquil, por la destrucción del arbolado urbano y el crecimiento urbano sin planificación y en beneficio de una argolla de la construcción (“El Capitalismo de Amigos”). Y se ha actuado, a sabiendas, irresponsablemente, porque el que las inundaciones eran el más grave riesgo para la ciudad, lo sabía la Alcaldía desde su Diagnóstico del Sistema Ecológico-Ambiental del cantón Guayaquil incorporado al Plan de Ordenamiento Territorial del GAD del cantón Guayaquil del año 2011, que en una de sus conclusiones advirtió: “El riesgo de mayor importancia para el cantón es el riesgo de inundación, debiéndose prever en el futuro obras de control de inundaciones”. Por estos años, el culpable de cualquier inundación era la naturaleza: la excusa era la “marea alta”.


El año 2013 se publicó una investigación a nivel mundial sobre las futuras pérdidas por inundaciones en las grandes ciudades costeras (“Future flood losses in major coastal cities”, publicado en Nature Climate Change) que involucró a las 136 ciudades costeras y con más de un millón de habitantes del mundo, entre las que figura nuestra Santiago de Guayaquil. El resultado de este diagnóstico, parte de un proyecto de la OECD, es que nuestra ciudad es la tercera en el mundo más vulnerable a las pérdidas económicas por efecto de las inundaciones que se proyecta se tengan para el año 2050 por el incremento del nivel del mar a consecuencia del cambio climático. En este rubro macabro y demostrativo de nuestra preocupante falta de previsión, Guayaquil está únicamente detrás de Guangzhou y de Nueva Orleans.

Está avalado por la ciencia el que las inundaciones en el mundo serán cada vez más comunes y devastadoras, dada la elevación del nivel del mar. Si esta es únicamente de 20 cms. para el año 2050 (un cálculo que se estima conservador), las pérdidas económicas que el estudio estimó para Guayaquil fueron de 3.189 millones de dólares. ¿De dónde vendrán estas pérdidas? Básicamente, de infraestructura inutilizable por subacuática.

Ese mismo 2013, a raíz de una inundación en los primeros días de marzo, la Alcaldía de Guayaquil solicitó un estudio a expertos de la Corporación Andina de Fomento sobre el riesgo de inundaciones en Guayaquil, mismo que determinó en un informe presentado a la Alcaldía que el problema era precisamente aquel que el Alcalde negó en su radio amiga la semana que pasó: el drenaje. “La experiencia demuestra”, dice este informe, que soluciones a las inundaciones “que utilizan exclusivamente los principios basados en la transmisión de los impactos en el macro drenaje aguas abajo, no son sustentables”, además de que pueden “llegar a aumentar en seis (6) veces los costos” comparados con una estrategia integral de gestión. OJO, que es así cómo nosotros hemos crecido como urbe: hemos pagado más (aproximadamente 6 veces más), para crecer peor y aumentando la factura a pagar en el futuro por las irresponsabilidades hechas para lucrar en el presente. 

Y se ha concretado este propósito de lucro, increíblemente, con el aplauso de la mayoría.

Conclusión:

Como si nada, cuando luego se hable de la posibilidad real de inundaciones en Guayaquil, su máximo responsable por dos décadas volcadas a una gestión de cemento, adoquín y palmeritas, por la decidida voluntad de crear una ciudad impermeable (véase en el espejo de Houston), el Alcalde Jaime Nebot, pretenderá eludir su responsabilidad, endosándole la culpabilidad a otro. Antes era la “marea alta”, o los ladrones, ahora (porque es tiempo de elecciones) le toca a Jimmy Jairala.

Pero el incapaz mayor de enfrentar el riesgo de las inundaciones, pues afecta a su negocio, la pasa siempre de alivio.

Esto sólo es posible en una ciudad con un periodismo incapaz de ejercer los mínimos del oficio, sometido a la autoridad local, como la radio en la que se llevó a cabo esta entrevista. Y más allá de la responsabilidad que pueda tener Jairala, realmente es por la falta de visión de la Alcaldía y por el lucro inmediato por ella permitido a los negocios vinculados a la construcción, que se ha agravado la situación de Guayaquil de cara a un futuro subacuático y a enfrentar pérdidas millonarias en el futuro por las irresponsabilidades del presente.