La 'mágica' ineficacia del turismo en Guayaquil

23 de marzo de 2016


El apelativo ‘Perla del Pacífico’ es bastante común en América. No solo lo utilizan Mazatlán y Cartagena como indicó un funcionario municipal, sino también Acapulco y Tumaco, Puntarenas en Costa Rica y Callao en el Perú, lugar este último donde la denominación ‘Perla del Pacífico’ se registra desde 1542, decenas de años antes de que empezara a caracterizar al puerto de Guayaquil (1).

Durante un tiempo la Alcaldía de Guayaquil pretendió cambiar la tradicional denominación de ‘Perla del Pacífico’ por una advenediza ‘Magia del Pacífico Sur’. En el titular de una noticia publicada por ese incondicional amiwi de la Alcaldía que es diario El Universo se destacó claramente esta pretensión: “Guayaquil es ‘magia’ y no ‘perla’” (2). El contenido de esta noticia explica las razones que animaron este cambio.

Según el director de turismo de la Alcaldía de Guayaquil de aquel entonces, Joseph Garzozi, él escogió este nombre “porque con él se identifican lugares turísticos de renombre internacional como la isla Tahití, la Polinesia Francesa, los arrecifes en Australia y las mismas islas Galápagos” (3). O sea, lo hizo por imitación de destinos exitosos a nivel mundial. Por otro lado, su razón para abandonar el uso de ‘Perla del Pacífico’ es porque “a ciudades como Mazatlán, en México, y Cartagena, en Colombia, también se las conoce como perlas” (4). Así, para la más alta autoridad de turismo en el gobierno local del Guayaquil de esa época, la elección de lo que él llamaba “una nueva estrategia de comunicación y no [un] eslogan” (5) se reducía a la imitación del nombre de lo que a él le parecía más exitoso.

El momento cómico de esta iniciativa le correspondió a Melvin Hoyos:
 
“si la intención es promocionar a Guayaquil en Asia o en Europa, este se identifica en esos continentes con ciudades asiáticas como Shangai [sic] en China que es [sic] denomina la Perla de Oriente” (6). 
 
Melvin Hoyos supone que la ciudad china de Shanghái se puede confundir con Guayaquil, porque ambas se denominan ‘Perla’, una del Pacífico y otra de Oriente. La idea es tan torpe como la gramática en la que está expresada. Business as usual for good old Melvin (7).

Pero el que se llevó el premio al razonamiento random fue el director de turismo Joseph Garzozi. Para fundamentar el uso de la palabra “magia” no recurrió a argumentos basados en estrategias de mercadeo, sino a la esfera espiritual: “la magia de la ciudad rodeada por el agua de su río y el estero, una magia mística, metafísica que ha sido reconocida incluso por las principales religiones” (8).

De esta manera, el agua podrida de los esteros y la contaminación de los ríos son cosas ‘mágicas’ para este funcionario municipal (9). En vez de procurar la reversión de estos daños ambientales (para abonar a la imagen turística de su ciudad, dicho sea de paso) a la máxima autoridad de turismo del gobierno local de la época se le ocurría la peregrina idea de considerarlos como “mágicos”: una demostración palmaria del hiato que separa a las palabras vacías de su discurso en materia de turismo (“mágico”, “místico”, “metafísico”) de sus magros resultados en esta materia, como lo refleja el resultado de investigaciones serias sobre el turismo en Guayaquil (10).

Este hiato únicamente puede salvarse por la complicidad de la prensa privada guayaquileña. Porque esta idea, nacida enteramente del capricho y los devaneos esotéricos de un funcionario de turismo y de los razonamientos absurdos de un funcionario de cultura, es un ejemplo de lo que en una investigación sobre el turismo en Guayaquil se caracterizó como práctica habitual de la Alcaldía de Guayaquil en materia de promoción turística: “hacer campañas de difusión sin replantearse lo que realmente se desea y se espera en materia de turismo” (11)

El destino natural de este tipo de esfuerzos sin orden ni concierto es precisamente el que obtuvo ‘La magia del Pacífico Sur’: el más completo fracaso, reflejo de la ineficacia que caracteriza el accionar de la Alcaldía de Guayaquil.
 
(1) Marcelo Díaz Vidal, ‘¿A qué ciudades se les denominan la perla del pacífico?’, Blog culturacienciaysaber.blogspot.com [Última visita el 23 de marzo de 2016].
(2) Guayaquil es ‘magia’ y no ‘perla’’, Diario El universo, 26 de marzo de 2008 [Última visita el 23 de marzo de 2016].
(3) Ibíd.
(4) Ibíd.
(5) Ibíd.
(6) Ibíd.
(7) Melvin es un auténtico ‘Melvin’: “A dorky, slow-thinking male” (un subnormal torpe), v. ‘Melvin’, The Online Slang Dictionary [Última visita el 23 de marzo de 2016].
(8)Guayaquil es ‘magia’ y no ‘perla’’, Diario El Universo, 26 de marzo de 2008 [Última vistita el 23 de marzo de 2016]. Según afirma Garzozi en esta noticia, se le debe a esta ‘magia’ el que “budistas, evangélicos y mormones han puesto aquí sus principales templos”. Seriously dude, WTF????
(9) Acerca del estero Salado, este excelente trabajo de investigación de diario 'El telégrafo' de reciente publicación ofrece un panorama de su situación actual: un completo desastre, v. Jimmy Tapia, ‘Las descargas de aguas residuales aún envenenan el estero Salado’, 20 de marzo de 2016 [Última visita el 23 de marzo de 2016]. 
(10) Ingrid Susana Villafuerte Holguín 2012, ‘Análisis del uso del espacio turístico en Guayaquil. Enfoque de su modelo de desarrollo turístico’, Universidad Internacional de Andalucía. Este trabajo elaborado para la obtención de una maestría en esta universidad española concluyó que “[e]l problema del desarrollo turístico en Guayaquil, es que se está desarrollando sin una planificación específica” (p. 110). Esta ausencia de planificación es la marca registrada de la Alcaldía de Guayaquil.
(11) Ibíd., p. 110. 

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