El apelativo ‘Perla del
Pacífico’ es bastante común en América. No solo lo utilizan Mazatlán y
Cartagena como indicó un funcionario municipal, sino también Acapulco y Tumaco,
Puntarenas en Costa Rica y Callao en el Perú, lugar este último donde la
denominación ‘Perla del Pacífico’ se registra desde 1542, decenas de años antes
de que empezara a caracterizar al puerto de Guayaquil (1).
Durante un tiempo la
Alcaldía de Guayaquil pretendió cambiar la tradicional denominación de ‘Perla
del Pacífico’ por una advenediza ‘Magia del Pacífico Sur’. En el titular de una
noticia publicada por ese incondicional amiwi
de la Alcaldía que es diario El Universo se destacó claramente esta pretensión:
“Guayaquil es ‘magia’ y no ‘perla’” (2).
El contenido de esta noticia explica las razones que animaron este cambio.
Según el director de
turismo de la Alcaldía de Guayaquil de aquel entonces, Joseph Garzozi, él
escogió este nombre “porque con él se identifican lugares turísticos de
renombre internacional como la isla Tahití, la Polinesia Francesa, los
arrecifes en Australia y las mismas islas Galápagos” (3). O sea, lo hizo por imitación de destinos exitosos a nivel mundial. Por otro lado, su
razón para abandonar el uso de ‘Perla del Pacífico’ es porque “a ciudades como
Mazatlán, en México, y Cartagena, en Colombia, también se las conoce como
perlas” (4). Así, para la más alta
autoridad de turismo en el gobierno local del Guayaquil de esa época, la
elección de lo que él llamaba “una nueva estrategia de comunicación y no [un]
eslogan” (5) se reducía a la
imitación del nombre de lo que a él le parecía más exitoso.
El momento cómico de esta
iniciativa le correspondió a Melvin Hoyos:
“si la intención es promocionar a Guayaquil en Asia o en Europa, este se identifica en esos continentes con ciudades asiáticas como Shangai [sic] en China que es [sic] denomina la Perla de Oriente” (6).
Melvin Hoyos supone que la
ciudad china de Shanghái se puede confundir con Guayaquil, porque ambas se
denominan ‘Perla’, una del Pacífico y otra de Oriente. La idea es tan torpe
como la gramática en la que está expresada. Business
as usual for good old Melvin (7).
Pero el que se llevó el
premio al razonamiento random fue el
director de turismo Joseph Garzozi. Para fundamentar el uso de la palabra “magia”
no recurrió a argumentos basados en estrategias de mercadeo, sino a la esfera
espiritual: “la magia de la ciudad rodeada por el agua de su río y el estero,
una magia mística, metafísica que ha sido reconocida incluso por las
principales religiones” (8).
De esta manera, el agua
podrida de los esteros y la contaminación de los ríos son cosas ‘mágicas’ para
este funcionario municipal (9). En
vez de procurar la reversión de estos daños ambientales (para abonar a la imagen
turística de su ciudad, dicho sea de paso) a la máxima autoridad de turismo del
gobierno local de la época se le ocurría la peregrina idea de considerarlos como
“mágicos”: una demostración palmaria del hiato que separa a las palabras vacías
de su discurso en materia de turismo (“mágico”, “místico”, “metafísico”) de sus
magros resultados en esta materia, como lo refleja el resultado de investigaciones
serias sobre el turismo en Guayaquil (10).
Este hiato únicamente
puede salvarse por la complicidad de la prensa privada guayaquileña.
Porque esta idea, nacida enteramente del capricho y los devaneos esotéricos de
un funcionario de turismo y de los razonamientos absurdos de un funcionario de
cultura, es un ejemplo de lo que en una investigación sobre el turismo en Guayaquil se caracterizó como práctica habitual de la Alcaldía de Guayaquil en materia de promoción turística: “hacer campañas de
difusión sin replantearse lo que realmente se desea y se espera en materia de
turismo” (11).
El destino natural de este tipo de esfuerzos sin orden ni concierto es precisamente el que obtuvo ‘La magia del Pacífico Sur’: el más completo fracaso, reflejo de la ineficacia que caracteriza el accionar de la Alcaldía de Guayaquil.
El destino natural de este tipo de esfuerzos sin orden ni concierto es precisamente el que obtuvo ‘La magia del Pacífico Sur’: el más completo fracaso, reflejo de la ineficacia que caracteriza el accionar de la Alcaldía de Guayaquil.
(1) Marcelo
Díaz Vidal, ‘¿A qué ciudades se les denominan la perla del pacífico?’, Blog
culturacienciaysaber.blogspot.com [Última visita el 23 de marzo de 2016].
(2) ‘Guayaquil es ‘magia’ y no ‘perla’’, Diario El
universo, 26 de marzo de 2008 [Última visita el 23 de marzo de 2016].
(3) Ibíd.
(4) Ibíd.
(5) Ibíd.
(6) Ibíd.
(7)
Melvin es un auténtico ‘Melvin’: “A dorky, slow-thinking male” (un subnormal
torpe), v. ‘Melvin’, The Online Slang
Dictionary [Última visita el 23 de marzo de 2016].
(8) ‘Guayaquil es ‘magia’ y no ‘perla’’, Diario El Universo, 26 de marzo de 2008 [Última
vistita el 23 de marzo de 2016]. Según afirma Garzozi en esta noticia, se le debe
a esta ‘magia’ el que “budistas, evangélicos y mormones han puesto aquí sus
principales templos”. Seriously dude, WTF????
(9)
Acerca del estero Salado, este excelente trabajo de investigación de diario 'El telégrafo' de reciente publicación ofrece un panorama de su situación actual: un
completo desastre, v. Jimmy Tapia, ‘Las descargas de aguas residuales aún envenenan el estero Salado’, 20 de marzo de 2016 [Última visita el 23 de marzo
de 2016].
(10)
Ingrid Susana Villafuerte Holguín 2012, ‘Análisis del uso del espacio turístico en Guayaquil. Enfoque de su modelo de desarrollo turístico’, Universidad
Internacional de Andalucía. Este trabajo elaborado para la obtención de una
maestría en esta universidad española concluyó que “[e]l problema del
desarrollo turístico en Guayaquil, es que se está desarrollando sin una
planificación específica” (p. 110). Esta ausencia de planificación es la marca
registrada de la Alcaldía de Guayaquil.
(11)
Ibíd., p. 110.
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