La manipulación a los quiteños

24 de marzo de 2016


Según Jaime Durán Barba, el pueblo de Quito convirtió en alcalde a un candidato que, por no conocer, no conocía ni la ciudad que buscaba administrar. Y sin embargo, con este sujeto simplón y una estrategia diseñada para el efecto, pudo vencer a un tipo que hacía una Alcaldía de Quito que Durán Barba calificó de “perfecta” (1).

Pasar de una supuesta perfección a ser administrado por un pendejo: ese es el increíble tránsito del pueblo de Quito, fruto de la manipulación orquestada por Durán Barba (2). Porque, al final del día, eso es lo que él  describió orondo en esta entrevista: cuán fácilmente manipulables resultaron los quiteños (3).

 
Siempre me ha causado gracia el que por su contribución a la inestabilidad política capitalizada por los mismos de siempre se pinte a Quito como una ciudad con la que “no se juega”. Esta contribución nefasta ha sido el derrocamiento de presidentes elegidos por votación popular (lo que se inició con la caída de Bucaram en febrero de 1997, en la cual el “bravo pueblo” de Quito resultó funcional al guion escrito por León Febres-Cordero). Y ahora viene Durán Barba y explica lo obvio: que aquel “bravo pueblo” es un peón útil de un ajedrez mayor, en el que son otros jugadores los que mueven las piezas.

Algunos, como se ha visto, hasta el punto de convertir a un pendejo en alcalde de una ciudad capital.

(1) 'Durán Barba: "Barrera fue un gran alcalde. Hizo un Quito perfecto"', Diario El telégrafo, 22 de marzo de 2016; para una aguda crítica del entorno que permite que Rodas esté donde está, v. Orlando Pérez, '"Rodas casi no conocía Quito... y Barrera era un alcalde tan perfecto"', Diario El telégrafo, 24 de marzo de 2016.
(2) A quien Rodas, en tiempo de campaña, no tenía ningún empacho en mentir para negar su asesoría, v. 'AUDIO REVELADOR. ¿Quieres escuchar mentir al alcalde de Quito?', Ecuatorianos En El Ring, YouTube.

1 comentarios:

Antonio dijo...

lo que hay tras de ese discurso es que "él -Durán Barba- es un genio que pudo vender a ese candidato que los gringos denominarían 'vainilla' y que los monos diríamos 'cojudo'"