Publicado
en diario Expreso el 19 de agosto de 2022.
El año 1821 empezó mal
para la causa libertaria. El 3 de enero ocurrió la derrota en el combate de
Tanizagua, en las cercanías de Guaranda, precedida por las derrotas de
Verdeloma el 20 de diciembre de 1820, donde murieron unos 200 patriotas, y de
Huachi el 22 de noviembre de 1820, donde murieron unos 500. Justo ese 22 de
noviembre del primer Huachi, el Presidente de la Junta de Gobierno de
Guayaquil, José Joaquín de Olmedo, le escribió al general José de San Martín para
contarle de los progresos del ejército patriota en su camino a Quito, y Olmedo lo
lisonjeaba así: ‘V. E. prepara el
hermoso día del opulento Perú; y, ardiendo en amor patrio, nos enseña la senda
que debemos seguir’. Qué poco sabía el poeta.
En el combate de
Tanizagua, los realistas mataron a otros 400 patriotas y capturaron a su jefe,
el coronel José García, a quien decapitaron. Su cabeza fue enviada en una jaula
de hierro a Quito y el general Aymerich, jefe de los realistas y último
gobernante español de Quito (ciudad que lo recuerda con raro orgullo en el
nombre de la calle que sube a la cima del Panecillo) ordenó que la cabeza de
García sea exhibida en el puente del Machángara para escarmiento de las
personas y alimento de los bichos.
Al rescate de la causa
libertaria llegó la temporada de lluvias, que impuso un cese natural de las hostilidades
que amenazaban a Guayaquil. Se reanudaron los fuegos el 19 de agosto de 1821
con la batalla de Cone, en las cercanías de Yaguachi. Para este momento el
general Simón Bolívar ya había enviado a la ciudad de Guayaquil al general José
Mires, en febrero de 1821, con armas y pertrechos, y al general Antonio José de
Sucre, quien llegó a Guayaquil en abril de 1821 para tomar el comando del
ejército patriota y para anexionar la provincia de Guayaquil a la República de
Colombia. Por la presencia de Sucre y su insistencia, la Junta de Gobierno
presidida por el poeta Olmedo suscribió un convenio por el que puso a la
provincia de Guayaquil ‘bajo los auspicios y protección de Colombia’.
El ejército patriota,
comandado por el general Mires, triunfó de manera aplastante en Cone. La
importancia de este triunfo se debe a que evitó que la ciudad de Guayaquil sea
tomada por los realistas. Entusiasmado, el ejército patriota tomó la ofensiva y
volvió a trepar la cordillera rumbo a Quito.
Pero ocurrió de nuevo
Huachi. En su subida de la cordillera, el 12 de septiembre de 1821, el ejército
patriota volvió a encontrarse con el ejército realista en los arenales de Huachi
y los patriotas volvieron a perder. Fue un descalabro: alrededor de 800
muertos, entre ellos el guayaquileño José de Antepara, antiguo secretario del
Precursor Miranda e importante actor en la gesta independentista de Guayaquil.
Y Huachi permaneció
invicta. A fin de triunfar en la guerra contra los realistas, el ejército
patriota replanteó su estrategia: fue por el mar al Sur, entró por Machala y subió
por el Austro para esquivar los funestos arenales de Huachi en su camino a
tomar el bastión realista de Quito. A esta ciudad, finalmente, la tomaron tras triunfar
en la batalla del Pichincha y tras la rendición de los realistas suscrita por el
general Aymerich, el 25 de mayo de 1822, en la cima del Panecillo.
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