Publicado
el 12 de agosto de 2022 en diario Expreso.
El 19 de julio de 1834,
Alexander Scammel Wadsworth, comodoro de la balandra de guerra USS Vincennes
(incidentalmente, el primer barco de bandera estadounidense que circunnavegó la
Tierra), fue testigo del convenio entre el Presidente Constitucional del Estado
del Ecuador, el venezolano Juan José Flores, y un particular sublevado contra
el gobierno constitucional de Flores, el guayaquileño Vicente Rocafuerte. El primer
artículo del convenio entre Flores y Rocafuerte dispuso lo siguiente: ‘Art. 1.-
Habrá paz, unión, concordia sincera y fraternal entre todos los ecuatorianos’.
El artículo 2 del convenio dispuso que se debía convocar a una Convención
Nacional para la reorganización del país. Este último artículo es el origen de
la reunión de representantes que produjo a la República del Ecuador.
Para entender el porqué
un Presidente Constitucional pudo acordar con un revolucionario un convenio
para la reorganización de un territorio, se debe considerar la desastrosa Presidencia
de Flores entre 1830 y 1834, que incluye la derrota en una guerra contra
Colombia, la invariable crisis de las finanzas públicas y una constante
inestabilidad de la conducción política por la aparición de variopintos
revolucionarios por doquier.
Rocafuerte y otras
gentes se le sublevaron en Guayaquil, y acá se vino el presidente Flores a
atajar la revolución, pero luego se le sublevaron en la Sierra. El 12 de junio
de 1834, el que había sido el primer Ministro del Ecuador, el lojano José Félix
Valdivieso (en los orígenes del Estado ecuatoriano, según su Constitución,
había un único Ministerio), se declaró Jefe Supremo en Ibarra. Quito se plegó a
esta Jefatura Suprema el 13 de julio. Después, el 25 de agosto, se la incorporó
a Cuenca. Valdivieso se consolidó como el Jefe Supremo de la Sierra.
Para vencer a
Valdivieso y mantenerse en las altas esferas del poder, Flores apostó a una alianza
con el revolucionario más prominente de Guayaquil, el ilustre y adinerado
Vicente Rocafuerte.
El 10 de septiembre de
1834 concluyó el período constitucional de gobierno de Flores, quien de manera
irregular transmitió el poder a Rocafuerte para que él gobierne en calidad de
Jefe Supremo de Guayaquil. Flores se recicló como Comandante del ejército de la
Jefatura Suprema de Guayaquil para enfrentar al ejército de la Jefatura Suprema
de la Sierra. El 19 de enero de 1835 estos ejércitos se enfrentaron en los
arenales de Miñarica. Allí triunfaron Rocafuerte y Flores.
Lo siguiente fue cumplir
con el artículo 2 del convenio entre ellos firmado en julio de 1834 y la
consecuente convocatoria a una Convención Nacional para la reorganización del
territorio.
Aquí es donde entra el
13 de agosto. La Convención se reunió en Ambato, entre junio y agosto de 1835,
para redactar y aprobar una nueva Constitución en la que el Estado del Ecuador
dejó de ser un Estado confederado en una República imaginaria y pasó a ser una
República por sí mismo. La Convención decidió el 8 de agosto que Vicente
Rocafuerte sea el primer Presidente de la República y él, en esta calidad, fue quien
puso el ejecútese a la Constitución el jueves 13 de agosto de 1835.
Y ese día, que nadie lo
recuerda, se originó la República del Ecuador.
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