Palacio vs. de Bonald

31 de marzo de 2010


En esta esquina, con una anteposición de odio que pretende justificar a posteriori con falacias baratas, el retador, Emilio “Canadá” Palacio. En esta otra esquina, con un pensamiento contrarrevolucionario, jerárquico y atrasapueblo, Louis “Vizconde” de Bonald. Suena la campana y empieza la pelea. Palacio le tira un gancho al hígado (quiere darle a de Bonald en un lugar que Palacio ha perdido debido a sus campañas de odio); éste se alcanza a proteger y le lanza un jab al mentón que manda a Palacio a la lona. El referee le cuenta al retador, no hasta diez, sino que su estúpida idea de que no exista ley de comunicación no se compadece ni con el propio lema del diario donde éste publica su recurrente ostentación de odio, escrito por el propio de Bonald. Leído que le fuera el lema aquel y ante la obnubilación de Palacio, el referee declara su derrota por K.O. y lo envía de vuelta a Canadá, donde según cuentan, se lo espera siempre con los brazos abiertos. (Fin del match.)

P.S.- Palacio, que según dicen ha actuado de manera similar a Ricky Martin, continúa un curso de terapia por correspondencia para superar el estercolero verbal que lo caracteriza.

1 comentarios:

Fernando dijo...

¿Gobierno de matones?
Matón y matonismo
Son varios los significados de esas palabras. Los más severos, describen al matón como hombre jactancioso y pendenciero; y, al matonismo, como conducta del que quiere imponer su voluntad por amenazas.

Camilo, el matón
La columna de Emilio Palacio de ese título se escribió el 26 de agosto del 2009 y apareció en la edición del jueves 27. Acababa de darse un acto matonil en el acceso al Diario EL UNIVERSO del que Emilio es editor, personas agredían con gritos a los periodistas y trabajadores del Diario, reclamando por informaciones de la gestión de Camilo Samán en la Corporación Financiera Nacional, CFN, publicadas el viernes 21 de agosto, sobre morosidad en la recuperación de los microcréditos.

Si una réplica no conlleva la evidencia del error de una información, ningún diario, a más de publicar la réplica, está obligado a rectificar lo que no amerita que se haga. Se publicó la réplica de la CFN, pero aquella no ameritaba la rectificación que seguramente perseguía Camilo Samán.

En ese entorno fue la agresión al Diario que se produjo el 26 de agosto, que motivó el rechazo de su editor de Opinión, en la columna ‘Camilo, el matón’.

Calificar a alguien de matón no constituye imputar un delito, sino condenar una forma de actuar, y aunque en el escrito no aparece una tacha de delito, la sanción contra Palacio es de tres años de prisión, pena para injuria calumniosa, supuesto solo de imputación de un delito.

El titiritero matón
Sábado 29 de agosto del 2009. Fragmentos del monólogo presidencial con segunda voz acompañante.

Correa: “Camilo, ¿quieres agregar algo? Porque siguen -los medios- con las muletillas y las mentiras de siempre”.

Samán: “Sí, hay otro artículo del señor Palacio que dice Camilo matón (…). Como dice el señor Palacio somos gente que gritamos e insultamos (….)”.

Correa: “Demándalo, demándalo”. Sigue Correa: “No va a responder como hombre, te da por la cintura, Camilo. Sería un microbicidio”.

¿Se imaginaba Correa a Samán agrediendo a Palacio como si este fuera un microbio?

Lo matonil del 26 de agosto se potenció el sábado 29 de agosto del 2009.

http://www.eluniverso.com/2010/03/31/1/1363/gobierno-matones.html?p=1354&m=756


Suscribo el editorial de León Roldós, más allá de que Emilio Palacio a mi criterio sea un descalificado para ejercer de Editor de Opinión de cualquier medio el diálogo entre Chester y Spike (Tú eres mi ídolo Spike) demuestra cómo se maneja el círculo rosa.

Saludos y buen viaje. La seguimos.