La ciudad de Cuzco tiene
una relación curiosa con Guayaquil: fue el lugar de la muerte de dos iniciadores de la ciudad. Allí murió el
8 de julio de 1538 el tuerto Diego de Almagro, ejecutado por orden de Hernando
Pizarro y cuyo cadáver se lo decapitó en la Plaza de Armas. Almagro fue el fundador de Santiago de
Quito el 15 de agosto de 1534, ciudad que en el curso de trece años terminaría por
asentarse en el cerro Santa Ana y llamarse Santiago de Guayaquil (1).
Dibujo de Diego de Almagro por Antonio de Herrera y Tordesillas. Fuente: Wikipedia Commons. |
En Cuzco murió también,
aunque en este caso por causas naturales, Gregorio Escobedo, segundo jefe
militar del Batallón ‘Granaderos’, quien desde la madrugada del 9 de octubre de
1820 asumió el cargo de Jefe Superior Militar del Guayaquil independiente del
Reino de España. En la mañana de ese mismo día 9, un cabildo abierto nombró
a Escobedo Jefe Superior de la provincia del Guayas y el 14 de ese mismo mes el
Cabildo nombró al arequipeño Gregorio Escobedo como el primer Presidente de la
Junta de Gobierno del Guayaquil independiente, compuesta también por los
vocales Rafael María Ximena y José Vicente Espantoso. No duró mucho en el
cargo, puesto que por sus actos despóticos el Colegio Electoral de la provincia
del Guayas, reunido el 8 de noviembre de 1820, lo destituyó de su cargo e instituyó una
nueva Junta de Gobierno, compuesta por José Joaquín de Olmedo como su
Presidente y por los vocales Rafael María Ximena y Francisco María Roca (2).
Gregorio Escobedo (1795-1836). Fuente: Diario El Universo. |
Es cuando menos curioso
que el fundador de una ciudad española en América y su primer presidente de un
gobierno independiente de España hayan muerto, ambos en el extranjero y ambos
en la misma ciudad, Cuzco (no siendo ninguno de ellos nativos de ésta).
(1) 'El azar de un nombre', Xavier Flores Aguirre, 3 de noviembre de 2015. Almagro
tomó su nombre de la ciudad manchega en la que nació el año de 1485. Su
apellido original era Montenegro.
(2) El
resumen de estos hechos se extrajo de: Destruge Illingworth, Camilo, 'Historia
de la Revolución de Octubre y Campaña Libertadora de 1820-22', Guayaquil, segunda
edición, 1982 [Primera edición, 1920], pp. 163-225. Gregorio Escobedo era, en
palabras de Aguirre Abad, un sujeto “dispuesto a todo para satisfacer sus
vicios”, v. Aguirre Abad, Francisco Xavier, Aguirre Abad, ‘Bosquejo histórico
de la República del Ecuador’, Corporación de Estudios y Publicaciones,
Guayaquil, 1972, p. 178.
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