Hubo únicamente dos
estructuras de cemento que colapsaron en Guayaquil durante el terremoto del 16
de abril de 2016. La primera, esta vivienda particular situada en la esquina
noroeste de Ayacucho y García Moreno.
Fuente: Metro Ecuador. |
Fuente: Revista Vistazo. |
Varias veces pasé frente a
esa propiedad y me detuve a pensar en su fragilidad. Su diseño parecía y
resultó totalmente irresponsable.
Es la única de las viviendas particulares que colapsaron durante el terremoto que
es de construcción reciente: no es ni de “materiales mixtos”, ni tiene tampoco “entre
30 y 60 años de construcción”, como las otras 19 viviendas siniestradas. Es la
única vivienda cuya construcción se autorizó durante la administración
de Jaime Nebot (1).
La otra estructura de
cemento que colapsó fue el paso a desnivel que conectaba la calle Luis Cordero
Crespo con la avenida De las Américas.
En resumidas cuentas:
A causa de un terremoto de
magnitud 7.8 en la escala de Ritcher cuyo epicentro se situó a más de 150
kilómetros de Guayaquil, colapsaron 19 construcciones de materiales mixtos de
entre 30 y 60 años de antigüedad y 2 construcciones de cemento: una de
propiedad privada, visiblemente mal hecha, cuya construcción fue aprobada por la
actual administración municipal, y otra de propiedad pública, visiblemente mal
mantenida y cuyo mantenimiento era responsabilidad de la Alcaldía de Guayaquil.
Este paso a desnivel es, con mucho, la construcción más grande que colapsó en
Guayaquil a consecuencia del terremoto del 16 de abril. Su desplome ocasionó dos
muertos, circunstancias de las que poco o nada ha informado o comentado el
periodismo local (2).
¿Qué controles aplica la
Alcaldía para el cuidado de la vialidad urbana? ¿Qué sucedió en el caso
concreto de este paso a desnivel colapsado? ¿Qué controles aplica la Alcaldía
para la construcción de viviendas particulares? ¿Qué sucedió en el caso
concreto de la vivienda de Ayacucho y García Moreno? ¿Son esos controles
eficaces? Y más importante todavía: ¿Está Guayaquil preparada para un terremoto
como el que tuvo epicentro en Pedernales? ¿O nos veremos obligados, en caso de
fuerte terremoto, a repetir las escenas de muerte y de horror en Manabí, pero
ahora en carne propia? (3).
La responsabilidad de la Alcaldía de Guayaquil de la que nadie habla. Cortesía de Banksy. |
El periodismo en Guayaquil
no sirve ni para responder siquiera estas preguntas básicas sobre la ciudad que
habita. Es una lágrima.
(1) Según
los propios habitantes del edificio, éste estaba "mal hecho, porque temblaba al pasar un auto, temblaba pero que usted no tiene idea, las paredes eran cuarteadas, la casa era cuarteada", v. ‘Vivienda se desplomó en pleno centro de Guayaquil’, RTS, 17 de abril de 2016 (m. 4:05-4:15).
(2) Es
impresionante: ninguna estructura de cemento alrededor del paso a desnivel
sufrió daños graves en kilómetros a la redonda, únicamente el paso a desnivel
se desplomó. A un periodismo alerta y responsable esta “singularidad” lo
pondría a investigar la causa de esta catástrofe costosa: el desplome de una
estructura de millones de dólares, que ocasionó dos muertos y que causará
molestas en el tráfico de la ciudad en los meses por venir. Pero de ese
periodismo no hay en Guayaquil.
(3) Según
esta noticia de diario Expreso, mejor que Dios (es un decir) nos pille
confesados: “si el epicentro del temblor hubiese sido en Guayaquil, esta pudo
haber sufrido igual o peor daño que el que hoy lamentan Portoviejo, Pedernales
[sic] Muisne y otros cantones
manabitas y esmeraldeños ¿por qué?, debido a que las construcciones
antitécnicas también abundan en esta ciudad”, v. Jorge Alvarado, ‘Construcción sin ingeniería se impone al uso de normas y nuevas técnicas de edificación’, Diario Expreso,
22 de abril de 2016. Pero como ya fue dicho, diario Expreso anda “caliente,
caliente”, pero la pifia al final, v. ‘Mejor no hablar de ciertas cosas, diario Expreso’, Xavier Flores Aguirre, 26 de abril de 2016.
1 comentarios:
Excelente artículo, has dicho lo que muchos "investigadores periodísticos" tapan o solapan.
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