Las batallas de Ibarra como control de insubordinaciones

21 de diciembre de 2018


San Miguel de Ibarra, la ciudad blanca, registró dos batallas en sus alrededores durante la época de la independencia americana del Reino de España. Estas dos batallas fueron parte de momentos de cierre de ciclos de lucha, que tienen un hecho en común: las dos batallas sirvieron para aplacar las insubordinaciones internas de Estados, pero ninguno de esos dos Estados fue el ecuatoriano.

La primera batalla de Ibarra sucedió en 1812, entre el 27 de noviembre y el 1 de diciembre, cuando las fuerzas del español Toribio Montes derrotaron a las fuerzas insurgentes de Quito que comandaban Carlos Montúfar y Francisco Calderón. Vencida esta insurgencia que buscó, sin éxito, una mayor autonomía para la jurisdicción que gobernaba Quito (la Sierra centro-norte) dentro del imperio español de Ultramar, reinó en Quito una calma casi ininterrumpida hasta la batalla del Pichincha en 1822.

La segunda batalla de Ibarra sucedió en 1823. Allí, el 17 de julio, el Ejército colombiano a cargo de Simón Bolívar derrotó a las fuerzas insurgentes de Agustín Agualongo. Para esta época, la agregación de los territorios de Quito, Cuenca y Guayaquil a Colombia, con el nombre del Distrito del Sur, estaba ya consumada (habían triunfado en las faldas del volcán Pichincha las fuerzas conjuntas de Bolívar y San Martín + el decisivo apoyo de la legión británica). Pero el naciente país enfrentaba un riesgo: la insurgencia de los pastusos al norte de Quito, la capital del Distrito del Sur de la Colombia que Simón Bolívar presidía (un país que comprendía los que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá y partes de Costa Rica y Brasil). Para julio de 1823 el Presidente Simón Bolívar andaba por Quito en la grata compañía de Manuela Culea cuando asomó este riesgo y él viajó a conjurarlo en la única batalla (de las nueve que conforman el ciclo independentista de la que es hoy la República del Ecuador) que él dirigió en el territorio que sería del Ecuador unos años después. Bolívar fue a Ibarra a aplacar una “insubordinación” en la República de Colombia: fue a resolverlo por la espada, en persona. Y ganó.

Kramer disfrazado de Bolívar. Obra de Hugo Chávez.

Las dos batallas de Ibarra se diferencian en varias cosas: la de 1812 cerró el período de insurgencia por un mayor autogobierno de Quito dentro de una antigua monarquía, mientras que la de 1823 contribuyó a concluir un período de insurgencia dentro de una nueva república. En la batalla de Ibarra de 1812 triunfaron los realistas, mientras que en la batalla de 1823 perdieron los realistas. Sin embargo, ambas batallas tiene un elemento en común: la batalla de 1812 concluyó una insubordinación interna de una provincia ecuatorial del Reino de España, acaecida entre 1809-1812; la de 1823, aplacó una insubordinación interna en el Distrito del Sur de la naciente República de Colombia.

Son dos batallas sucedidas en una ciudad hoy ecuatoriana, que curiosamente no se libraron por la República del Ecuador.

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