El argumento principal de Esther
Duflo, Nobel de Economía más joven de la historia, es que las buenas políticas públicas no se diseñan desde un sillón.
Y a este país se lo acaba
de maltratar muchísimo por una política pública diseñada desde un sillón, sin
conversaciones previas ni discusión sobre su implementación. Como lo he dicho
en otra parte, el ecuatoriano fue un Estado irresponsable, cuya
irresponsabilidad dejó de saldo una decena de muertos, 1192 detenciones (el
cálculo del Defensor del Pueblo es que más del 80% de ellas fue arbitraria),
sinnúmero de heridos y multimillonarias pérdidas económicas.
Todo esto concluyó cuando el
Gobierno admitió, implícitamente, que había hecho mal las cosas por la
derogatoria del decreto No 883 a fin de obtener la pacificación del país. Era
un decreto respaldado por la fuerza de las armas y por el silencio cómplice de
los medios de comunicación y fue por la resistencia popular, que se obtuvo su
derogatoria y se obligó al Gobierno a dialogar y a pensar con mayor detalle
sobre la implementación de la medida que vaya a adoptar. Pero, ojo al piojo, así debió haber sido hecho
desde un principio, y no porque lo diga yo, sino porque es lo que dice la
Constitución del Ecuador, en una de sus “garantías normativas”:
Art. 85.-
La formulación, ejecución, evaluación y control de las políticas públicas y
servicios públicos que garanticen los derechos reconocidos por la Constitución,
se regularán de acuerdo con las siguientes disposiciones:
1. Las
políticas públicas y la prestación de bienes y servicios públicos se
orientarán a hacer efectivos el buen vivir y todos los derechos, y se
formularán a partir del principio de solidaridad.
2. Sin
perjuicio de la prevalencia del interés general sobre el interés particular,
cuando los efectos dela ejecución de las políticas públicas o prestación de
bienes o servicios públicos vulneren o amenacen con vulnerar derechos
constitucionales, la política o prestación deberá reformularse o se adoptarán
medidas alternativas que concilien los derechos en conflicto.
3. El
Estado garantizará la distribución equitativa y solidaria del presupuesto para
la ejecución de las políticas públicas y la prestación de bienes y servicios
públicos.
En la
formulación, ejecución, evaluación y control de las políticas públicas y
servicios públicos se garantizará la participación de las personas,
comunidades, pueblos y nacionalidades.
Entonces, es tan sencillo
como esto: si el Gobierno actuaba con base en la Constitución (en particular,
estos dos aspectos subrayados de su artículo 85), nos habríamos ahorrado todos
los muertos, los heridos, las detenciones arbitrarias y las pérdidas
económicas.
Y también: en el origen de todo, está un claro acto inconstitucional.
1 comentarios:
Pero, ahi ha estado, clarito, en blanco y negra! Con poca ambiguedad como para dudar de su interpretacion.
Que horror.
Como analiza usted, nos gusta la letra muerta.
Incluso la constitucion del estado se la trata como palabras escritas, nomas; una inconveniencia de la cual se pueden deshacer cada par de decadas los verdaderos dueños de este pais.
Por cierto, recomendaria un blog o fuente de analisis economico del pais?
Gracias!
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