El Estado irresponsable (p. 2)

9 de noviembre de 2019


Como visto en “El Estado irresponsable”, mi argumento para considerar irresponsable al Estado ecuatoriano está basado en la idea de que las políticas de un Estado no se pueden hacer de cualquier manera. Hace unos días, el Gobierno del Ecuador dictó un Decreto lesivo a los intereses populares, sin ningún tipo de conversación previa con los potenciales sectores afectados, como una simple imposición desde arriba (un mazazo). De las medidas que adoptó, el primer día, el Presidente de la República afirmó que no existía “posibilidad de cambiarlas”. Que luego él haya tenido que derogarlas es la evidencia misma de su irresponsabilidad.

Para acentuar esta irresponsabilidad estatal, hace unos pocos días (el 16 de septiembre) la Comisión IDH publicó un Informe sobre políticas públicas con enfoque de derechos humanos, en el que planteó una definición de “política pública con enfoque de derechos humanos” que es en todo congruente con el artículo 85 de nuestra Constitución, y que es la siguiente:

“Una política pública con enfoque de derechos humanos es el conjunto de decisiones y acciones que ele Estado diseña, implementa, monitorea y evalúa –a partir de un proceso permanente de inclusión, deliberación y participación social efectiva- con el objetivo de proteger, promover, respetar y garantizar los derechos humanos de todas las personas, grupos y colectividades que conforman la sociedad, bajo los principios de igualdad y no discriminación, universalidad, acceso a la justicia, rendición de cuentas, transparencia, transversalidad, e intersectorialidad” (Párr. 147).

Si el Gobierno del Ecuador observaba este nivel de respeto en el diseño e implementación de su nueva política de combustibles, seguro nos ahorrábamos los muertos, los heridos, los detenidos y las pérdidas económicas. Pero el Gobierno del Ecuador, en vez de hacerlo de una forma respetuosa de derechos como lo quiere la CIDH, quiso imponerse a lo bruto. Y fracasó.

Mi argumento es que las consecuencias de su fracaso en el diseño e implementación de su nueva política de combustibles, las debe pagar el mismo Estado. Así, si un floricultor perdió, digamos, un millón de dólares durante el estado de excepción por no poder cumplir con un envío debido a la situación de caos social generada por el diseño e implementación irresponsable del Decreto No. 883, ese floricultor podría demandar al Estado ecuatoriano bajo el principio de responsabilidad extracontractual establecido en el artículo 11.9 de nuestra Constitución.

Pero es que si lo piensan un poco, sólo podía salirles mal: era el Gobierno más impopular de los últimos tiempos, tomando la medida más impopular de los últimos tiempos… 1 + 1 = nos fuimos a la mierda. Esa es la medida de su irresponsabilidad.

Y algún día, creo, pagarán por ello.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

En este sentido, nuestra constitucion (muy agradecido, por cierto, por ayudar en su redaccion) seria muy vanguardista, ya que data del 2008, no?

Justo uno pensando sobre esto, de que si se podria diseñar un estado desde cero, from scratch, por decir, principalmente quiciera que se consagren los derechos humanos sobre todas las otras cosas.

De ahi, en el peor de los casos, si se nos hunde el Titanic (por motivos economicos, un desastre natural, etc.), aun podriamos vernos a los ojos los unos a los otros y decir que nos respetamos.

Ademas, creo que por mas progre que pensemos, nadie racional, casi por definicion, aboga por el anarquismo. Ningun fin justificaria sembrar el caos en donde se perjudicaria la integridad fisica o psicologica de las personas, ni la destruccion masiva de la propiedad privada ni publica.

Finalmente, la meta operativa del dia a dia seria la de utilizar los recursos comunes del estado para mejorar la calidad de vida de las personas, en particular las mas en necesidad.

Estas simples aspiraciones, para mi, serian mas que suficientes de esperar de un estado casi que ideal. El resto seria la ceresa sobre el helado.

Lo dificil, me imagino, siendo un total layman en lo relacionado a la constitucionalismo, seria definir y acentar sobre papel lo que podria significar todo esto para 14 millones de ecuatorianos.

Bueno, como siempre, muy interesante su aporte.

Saludos.