Cuando empezó su Presidencia, el 10 de agosto de 1996, Abdalá Bucaram estaba contento de que el experimentado político quiteño Fabián Alarcón sea el Presidente del Congreso Nacional. Ni seis meses después, Bucaram se iba del país (‘vuelvo el martes’) y Fabián Alarcón era el nuevo Presidente del Ecuador. Ocurrió un pateo, con bendición socialcristiana (v. ‘La ingenuidad y las farsas’).
Como ahora, al Presidente lo apoyaron PK y los independientes |
A por el récord [v. 'El Fabiolo'] |
La genialidad está en la parte superior izquierda |
La primera movida de Lasso tiene un aroma a pito futuro con PK y los demás. En términos prácticos, Lasso cuenta con 12 de 137 votos. Los otros 125 votos en la Asamblea son, en estricto rigor, sus posibles enemigos. Y su primera movida fue costosa, pues se enemistó con 65 votos (49 de UNES, 16 del PSC). A cambio, Lasso se alió con PK y otros para obtener un éxito coyuntural en la elección de autoridades en la Asamblea Nacional, pero esta es una alianza sin mucha perspectiva de futuro.
Primero, porque más allá de su primer chispazo hasta ahora la alianza no ha sido funcional (a fecha de este escrito, ni siquiera ha podido elegir secretario para la Asamblea Nacional y se instaló el viernes pasado) y, segundo, porque estos aliados de Lasso empezarán a jugar a la política ecuadorian style (un do ut des muy primario) con un país que está exangüe en su economía (v. ‘La ecuatorianidad al palo (it aint’t good)’). Cuando el gobierno de Lasso no pueda satisfacerlos, o cuando los haga cabrear a estos panas, ellos se le van a voltear como lo hizo Alarcón con Bucaram. Hoy, Alarcón es legión.
Estas son las matemáticas: 65 + 26 votos (sólo de PK) es igual a 91. El número mágico. Es, por ejemplo, el número con el que la Asamblea Nacional puede aprobar una muerte cruzada.
Sólo uniendo fuerzas entre Correa, Nebot y Fabián Alarcón es legión, Lasso estaría fuera en poco más de un año.
Por supuesto, las cosas pueden variar y puede que sean muchos más, o puede que Lasso los contente a todos en sus costosos caprichos y llegue siempre a los 70 votos para gobernar con viento en popa. Pero en esta política del Ecuador hay muchos canallas, gobernar con viento en popa es una fantasía, y defenderse con 12 asambleístas del acecho de los colegas-canallas es como pretender defenderse de una explosión abriendo un paraguas.
Lasso es un gran candidato para el estreno de la muerte cruzada. Con bendición socialcristiana.
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