Roldós la tenía clara (la oscura fue su muerte)

23 de mayo de 2009


Hoy, diario Expreso publica la nota Familia pide investigar muerte de Roldós, hecho del que se cumplen mañana 28 años y que constituye mi primer recuerdo de índole política: el llanto de mamá por la muerte del primer Presidente que elegimos después de retornar al sistema democrático (yo tenía tres años y medio, aprox. y la escena sucedió en esta misma casa, en el cuarto contiguo a éste en el que escribo).  Siempre he tenido un alto concepto de Roldós y siempre he sospechado que su muerte fue un asesinato.  Cuando falleció Roldós, en 1981, Pedro Jorge Vera publicó en la sexta edición de la revista Diners un artículo que tituló El Roldós que yo conocí, en el que describe sus encuentros con Roldós acaecidos en 1967, 1979 y 1981 y nos cuenta que, en 1980, le solicitó a Roldós una entrevista para la revista Espejo con ocasión de los 150 años de la República, la que Roldós declinó (en ese entonces era Presidente) porque no disponía de tiempo. Vera le solicitó entonces enviarle el cuestionario y que lo responda por escrito, lo que Roldós aceptó.  En su artículo, Vera transcribe la siguiente respuesta de Roldós:
“Hemos afianzado una conciencia democrática, un tanto genérica y, por tal, pecadora de indefinición.  Los vicios estructurales del proceso de independencia, la marginalidad de densos sectores sociales y el predominio de los soldados de la Independencia, convertidos en muchas ocasiones en opresores de sus pueblos, si bien crearon comunidades estatales, no forjaron unidades nacionales y sustituyeron, junto a los descendientes de encomenderos, el poder detentado por los españoles en la Colonia.  La captación por parte de las masas de su papel protagónico, toma sentido con la revolución alfarista y se afianza recién en nuestro presente siglo, pero más con una visión electoral inspirada en nombres, que con una postura participativa sustentada ideológicamente”.
Roldós sabía que la historia de este país (que no es nacional, sino nació-mal) es la historia de su fractura social y sabía también que no hay nada más práctico que una buena teoría.  Roldós la tenía clara, sin duda, la oscura fue su muerte.

6 comentarios:

Juan Sebastián Utreras-Carrera dijo...

Roldós, hasta el momento, la única oportunidad perdida. Su muerte, otro atado de especulaciones, elucubraciones y nada en concreto.

Micaela Delgado dijo...

Qué interesante la perspectiva de Roldós. Cuánta razón tenía. Somos un pueblo fragmentado.
Su muerte también es uno de los primeros recuerdos políticos que tengo. Me llamaba mucho la atención ver a mi mami y a mi hermana mayor llorando frente al televisor blanco y negro que teníamos en la cocina. No lograba entender aquella conmoción.

Un abrazo!
Micaela

azul dijo...

chuta, creo que fue un domingo como hoy, hace ya bastantes lunas. yo estaba viendo el partido de la selección. no recuerdo si hicieron una pausa o anunciaron en el entretiempo. en mi casa solo hubo silencio.recién habíamos regresao d la democracia, recién habíamos pasado la guerra de paquisha. todo fue como muy recién. creo que esa noche empatamos.

Autómata dijo...

Qué extraño, yo estaba a 6 meses de nacer... y mi mamá, como uno de los recuerdos de su embarazo me contó cierta vez: -me puse mal cuando se murió Roldós...-, interesantísimo como este detalle de cierto modo nos hermana como generación.

Autómata dijo...

"Roldós la tenía clara, la oscura fue su muerte"

fuera una excelente camiseta!

LMideros dijo...

Gracia, Xaflag, por tus esfuerzos por traer a la memoria los hitos memorables y tambièn los de escarnio de la historia reciente del país.
Roldós, hombre de izquierda, fue, sin duda el presidente de mayor lucidez de los ùltimos tiempos. Despertó de un larguísimo sueño las esperanzas de los pobres y los excluidos.
Pero Roldós, vivió a destiempo, a contrapelo de la oscura època de supremacìa de los Reagans, Tatchers y Pinochets.
Es verdad, su muerte, tambièn a destiempo, està cubierta de oscuridad.
En memorable discurso, al filo de su habitual mesura, llamò para siempre "insolente recadero de la oligarquía" a León Febres Cordero. Esto es parte de su legado, que no por olvidado està perdido.