El comercio de armas es un
gran negocio y el lobby de las armas en los Estados Unidos (conducido por
National Rifle Association) es poderoso. Aunque el 90% de la población de los
Estados Unidos desea un cambio en la regulación de acceso a las armas, la NRA
tiene a muchos políticos tomados de los huevecillos: si se salen del guion,
enseguida pagarán las consecuencias (perder el apoyo de la NRA, en ciertos
estados, significaría la derrota en las elecciones). La NRA y los
representantes del pueblo de los Estados Unidos de América saben que los negocios son negocios. La democracia y
el sentido común, en los Estados Unidos, pueden sentarse a esperar: business comes first (1).
(1)
Sobre el control de armas y el poderoso lobby de la NRA he escrito en otras
ocasiones: ‘Control de armas’, Xavier Flores Aguirre, 7 de septiembre de 2014;
‘Las lágrimas de Obama’, Xavier Flores Aguirre, 6 de enero de 2016.
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