Señales medioambientales del subdesarrollo en Guayaquil

5 de junio de 2016


Los habitantes de Guayaquil sabemos que nuestra ciudad se encuentra rodeada por ríos y esteros y soporta lluvias intensas en invierno: sabemos, en consecuencia, que se encuentra expuesta a graves riesgos de inundaciones, las que se han registrado de manera ocasional en Guayaquil.

Los riesgos de inundación en  la ciudad no son menores: de la información que se tiene, publicada en revistas académicas, el riesgo de inundación en Guayaquil es alto, porque es la cuarta ciudad en el mundo que sufrirá la mayor cantidad de pérdidas económicas como consecuencias de las inundaciones (1). Tenemos una idea vaga de todo esto, porque se ha discutido de una manera superficial en los medios de comunicación; pero, en general, ni las autoridades ni la ciudadanía, le conceden la importancia que merece. Purito subdesarrollo (2).

A quien menos parece importarle (paradójicamente, a quien más debería importarle) es a la Alcaldía de Guayaquil, entidad que mantiene una clara política de corte “ecocida”, puesta de manifiesto en varias de sus políticas públicas relacionadas con lo ambiental: áreas verdes, gestión de riesgos, uso del agua, recolección de desechos, conservación de la naturaleza (una marca registrada de la administración de Jaime Nebot es la persistente tala de árboles, justificada con argumentos escolares y soluciones inútiles).

Este quemeimportismo se pintó de cuerpo entero en una Cumbre Internacional del Medio Ambiente (CIMA) que organizó la Alcaldía de Guayaquil. Asistí. La Alcaldía participó con un espacio para demostrar la relevancia que le daba al asunto ambiental el organizador de la cumbre.

El resultado fue bochornoso: en un espacio desproporcionadamente grande, se parqueó un bus de la Metrovía al que se podía acceder para observar un video híperpixelado (podían verse los cuadrados en la pantalla) acerca de los riesgos del cambio climático, en el que se destacaba como una de sus consecuencias la futura inundación de varias ciudades alrededor del mundo, tales como Miami, Nueva York y Amsterdam… pero ni una palabra sobre Guayaquil, sede de la conferencia y cuarta ciudad con más riesgo de pérdidas económicas por inundaciones a nivel mundial. 

Todo estaba mal: la idea, la ejecución, el bus de la Metrovía (¡?). La puesta en práctica de la idea de “preocupación ambiental” hecha por la Alcaldía de Guayaquil en el CIMA fue un fiel reflejo de la mediocridad y de la irresponsabilidad con la que se encaran las políticas públicas ambientales en la Alcaldía de Guayaquil. Y es por eso es que tenemos una ciudad entre 5 y 9 grados de temperatura más caliente que lo que debería, sin drenajes naturales y apenas áreas verdes. Cosa que a nadie parece importarle. ¡Ah, el subdesarrollo! 

(1) Los artículos que he escrito en relación con las inundaciones en Guayaquil pueden leerse en este enlace.
(2) Una de las señales del subdesarrollo es la incapacidad "para relacionar las cosas, acumular experiencia y desarrollarse", como lo destacó Tomás Gutiérrez Alea en 'Memorias del Subdesarrollo', v. 'La posibilidad de una ciudad verde', Xavier Flores Aguirre, 18 de enero de 2016 y 'Un tipo digno', Xavier Flores Aguirre, 23 de abril de 2016.

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