La eliminación de El
Nacional de la Copa Libertadores le pasó por ser un equipo de país chico. En el
mundo del fútbol, Ecuador ha recorrido el camino opuesto a la gloria: el único representativo
de relevancia a nivel internacional ha sido Liga Deportiva Universitaria (Q),
equipo que en el trienio 2008-2010 obtuvo cuatro títulos internacionales (una
Copa Libertadores, una Copa Sudamericana y dos Recopas). Nuestra selección nacional
de fútbol tiene un récord espantoso en sus participaciones internacionales y,
como lo ha advertido uno de los dirigentes de L.D.U.(Q), Esteban Paz, “se
siente el peso de los países que tienen más equipos en la competencia” (1).
A El Nacional lo presionaron
para jugar por un hecho que no era su culpa: un vuelo chárter contratado por
los directivos de Atlético Tucumán que aparentemente estaba “flojo de papeles” (2). Recibió así, una doble derrota: perdió
en la cancha lo que ya había perdido (pudiéndolo ganar, con razón) antes de
saltar a ella. Resultó un equipo sin personalidad, tanto en la mesa como en el campo de juego.
A El Nacional no le ha ido
bien en la Copa Libertadores en los últimos años (3). Tampoco le ha ido bien en el campeonato nacional, en el que no
sale campeón desde el 2006 (ese año empató en títulos con Barcelona S.C., a 13 coronas,
que todavía conserva) (4). Actuaciones
como esta última son propias de un equipo imbuido de la mentalidad de país
chico y solo pueden augurarle a El Nacional un magro porvenir.
(1)
‘Defendió al cuadro militar: Esteban Paz le dijo de todo a la Conmebol y mirade lo que la acusa’, ElFutbolero. Esos países son Brasil con siete equipos y Argentina
con seis.
(2)
Alberto Cantore, ‘Las perlas en la noche épica y extravagante de AtléticoTucumán’, Diario La nación (Argentina), 9 de febrero de 2017.
(3)
Bah, nunca les ha ido realmente bien. Nunca han pasado de octavos (con excepción hecha del año 1985, en el que alcanzaron las semifinales, bajo la dirección de Leonel Montoya).
(4)
Esta sequía de títulos de El Nacional resulta, en buena medida, contemporánea a
la pérdida de la obligatoriedad de las aportaciones de los militares a la institución,
efectiva desde el año 2010. Así, una cosa es jugar con ventaja económica, otra
distinta es jugar en igualdad de condiciones. Lo mismo vale para el Espoli,
equipo que de haber sido incluso sub-campeón en 1995, el campeonato 2016 ha
terminado por descender a la segunda categoría de la mano del inefable Sixto Vizuete.
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