Velasco Ibarra vs. Assad Bucaram

16 de febrero de 2017

La diferencia

El embajador de los Estados Unidos de América en Ecuador, Richard J. Bloomfield, escribió un cable a las autoridades en el que destacaba las diferencias entre un José María Velasco Ibarra manipulable y de un Assad Bucaram impredecible. En palabras del embajador, difundidas por Wikileaks:

“Es instructivo comparar a Bucaram con José María Velasco Ibarra. Desde los tempranos años treinta, la solución del “establishment” a la amenaza populista fue cooptarla en la persona de Velasco Ibarra. Velasco era la personificación del populista demagogo, con la crucial diferencia de que él mismo era parte de la oligarquía y, una vez en el poder, no constituía una amenaza a sus intereses” (1)

El criterio de utilidad

La condición de “manipulable” de Velasco Ibarra (en otras palabras, aprovechable por las élites económicas y políticas en su propio beneficio) la puso en contexto Norman Morris, extraordinario biógrafo que cita las palabras de impotencia de Velasco Ibarra frente a la corrupción generalizada de su cuarta administración:

“No se puede negar que al país le ha invadido la corrupción. Yo no puedo corregir el mal; porque el empleado que reemplaza al empleado ladrón resulta también ladrón o por lo menos groseramente indelicado. Todo es pobreza en el país”.

Y ponía en ejemplo práctico:

“si yo hubiera sacado a Nebot [se refiere a Nebot Velasco, su Ministro de Gobierno], nueve posibilidades de diez, el reemplazo habría sido ladrón, y era mejor tener un Ministro ladrón que hacía buen trabajo, que un Ministro ladrón que no” (2).

Así, la condición de “manipulable” de Velasco Ibarra resultaba útil a una élite angurrienta (de “enloquecidos por el dinero”, como los llamó Carlos Julio Arosemena) pero Assad Bucaram, por su condición de impredecible, no.

Las consecuencias obvias

Velasco Ibarra fue Presidente de la República en cinco ocasiones. Las élites lo dejaban porque (y mientras) resultaba útil a sus intereses. Por contraste, a Assad Bucaram nunca lo dejaron participar. La sospecha del embajador Bloomfield de que se iba a utilizar “algún subterfugio para descalificar a Bucaram” se materializó en la disposición transitoria quinta de la Ley de Elecciones (3). Jamás pudo ser candidato a la Presidencia de la República.

(1) Wikileaks, 'Ecuador’s return to constitutional democracy: An alternative route?', 1978QUITO00155-d, Richard J. Bloomfield, 10 de enero de 1978.
(2) Norris, Robert, ‘El gran ausente. Biografía de Velasco Ibarra’, Tomo II, Ediciones Libri Mundi, 2004, Quito, pp. 290-291.
(3)Las transiciones a la democracia en Ecuador y en Myanmar’, Xavier Flores Aguirre, 19 de mayo de 2016.

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