It's the economy, stupid!

14 de febrero de 2019


Si se busca explicar los derroteros distintos de Quito y Guayaquil en el siglo XIX, se debe ir al siglo anterior: económicamente, allí es donde se separan los caminos.

Quito, 1770:

“En Quito, en torno a 1770, nueve obrajes de los once que existían cerraron; lo mismo sucedió con las fábricas de sombreros –sólo quedaban cuatro sobre treinta y ocho-, con las fábricas de tejas –de nueve, quedaban tres- con la alfarería…” (1).

Guayaquil, 1770:

“En el último tercio del siglo XVIII, el cacao de Guayaquil comenzó a competir con el de Venezuela en el mercado mexicano; era más barato y estaba menos expuesto a los ataques de los ingleses, ya que tomaba la ruta del Pacífico. La región de Guayaquil conoció entonces un gran desarrollo” (2).

Quito en declive, Guayaquil en auge. Esto cifra el devenir del siglo XIX.

(1) Pérez, Joseph, ‘Historia de España’, Editorial Crítica, Barcelona, 2014 [Título original: Histoire de l’Espagne], p. 349.
(2) Ibíd., p. 350.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Usted mencionaba que pocos paises tienen su cede de poder tan separada de su centro de masa fianciero.

El poder economico de Guayaquil, como capital comercial del Ecuador es poder 'real', tiene peso.

Guayaquil historicamente ha resentido el no ser capital del Ecuador, no?

El poder que tiene el gobierno central en Quito, ratificado como capital en la constitucion y financiado por impuestos que pagamos todos, es asi mismo, impuesto; un orden artificial.

Las leyes son como una jaula en la que se encierra un animalito.

Si esta va en contra de su naturalesa, este hara todo lo que pueda por salir.

En este sentido, las leyes que nos auto-imponemos como sociedad, son como una auto-domesticacion.

Aunque estas sean acordes con principios universales de derechos humanos, si estan no nacen organicamente, a la mano de un cambio de cultura, tarde o temprano las personas se reveleran en contra (impuesto verde, ley en afavor de despenalizar el aborto, etc.)

No estoy inventando el agua hervida con esto, seguramente. Pero me parecio apropiado recalcar.

Guayaquil se revela en contra de este orden artificialmente impuesto, por obvia conveniencia. Por mas que el gobierno central intente sobreponerse, el poder tendera a su foco 'natural' (el gradiente apunta hacia el litoral, en terminos de la fisica).

En particular, como usted señalo, ahora que esta ciudad puertaria apunta hacia Asia.

Lo mas inteligente que pueda hacer Quito es reconocer esta realidad y soltar las riendas un poco, compartir el poder.


Caso contrario, ese poder economico, por medio de partidos regionalistas, campañas mediaticas parciales, seguira siendo utilizado par degilitimizar y subvertir al gobierno extendido de Carondelet.

Por que es enteramente favorable para ellos un ejecutivo debil, un 'lame duck'.

Xavier dijo...

estoy de acuerdo con su observación.

Anónimo dijo...

Estimado Xavier: podría investigar y publicar, por favor, Quito y Guayaquil en 1870, 1970 y, para tener números redondos, 2020. Saludos cordiales.