En el río revuelto de la
“crisis bancaria”, el pescador Fidel Egas ganó (1). Años después, Egas apostó por Eduardo Maruri (le colocó un
billete a su carrera política, pensada para convertir a este bodoque en el Macri del Guayas) pero fracasó (2). Así es el fútbol.
(1) Nota bene: Las herramientas para ganar fueron la influencia en el poder político
y en el poder de los medios de comunicación, por los “periodistas que
respondían a sus intereses”. De la influencia desmedida de los medios de comunicación
en la política estaba advertida la Embajada de los Estados Unidos, cuya
embajadora durante el año de N. S. de 2004, Kristie Kenney (1955), comentó tras
una disputa entre dueños de medios de comunicación, que la naturaleza de dicha
disputa (el hecho de que la prensa nacional se sienta más libre para criticar
al Gobierno que a un banquero fugitivo, en razón del chilling effect) “revela mucho dónde reside el poder en el
Ecuador”: v. Wikileaks, ‘How free is the press in Ecuador?’,
Quito, 13 de octubre de 2004.
(2)
‘Maruri not Macri’, Xavier Flores Aguirre, 28 de octubre de 2013.
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