El “Naipe Centralista” lo registra
a Mauricio Pozo en el 9 de diamantes, uno de los “perros” en el 40. Un sujeto
de “centralismo extremo”, cuya sede emocional “está en Washington” y que ahora
suena como posible vicepresidente para la candidata presidencial del PSC.
A día de hoy, el PSC anda
tan de capa caída que busca sus alianzas en los políticos del “Naipe
Centralista”: por lo pronto, está aliado con esta versión moderna de Fabián
Alarcón que es el jetón Ramiro González (1)
y hay la posibilidad de que este “tecnócrata de oficio” (el 9 de diamantes) sea
su binomio.
‘La Unidad’ se desgranó y
los dejó solitos (pues decir González es decir soledad), su discurso es cansino
por histriónico y hueco y, para remate, se vislumbra a un tecnócrata
centralista como su posible candidato a vicepresidente. El PSC es un barco a la
deriva.
(1) Pactar con sujetos como Fabián Alarcón no es
ningún problema para el PSC: fue precisamente el pacto entre esta tienda
política y ese político bailarín lo que dio luz verde al primero de los tres
golpes de Estado del decenio 1996-2006, que certificó la defunción institucional
de nuestro paisito mal hecho. El Congreso Nacional de aquel entonces, presidido
por Alarcón, se limitó a seguir el guion que dibujó el ingeniero Febres-Cordero.
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