Tal vez el 9 de octubre
del 2019, quien dé el discurso de la ciudad sea un nativo de Ancón, José
Francisco Cevallos. Si Barcelona triunfa en estos años y Cevallos sanea el
equipo de las deudas de desastrosas décadas administrado por aniñados rapaces o
bobos (su fase principalmente socialcristiana, vale decirlo), el presidente del
club más popular de la ciudad tendría viento en popa para ejecutar un “Plan
Macri” y obtener la Alcaldía de Guayaquil para el período 2019-2023.
Una curiosa paradoja del
destino sería que el socialcristianismo cierre su ciclo de haber hecho caminar
a Guayaquil en la dirección equivocada, porque su rival político sepa aplicar
de una manera eficaz (que sería exitosa para la divisa amarilla –porque con los
números de los campeonatos no se puede vender humo, como sí suele hacer la
Alcaldía con sus cifras) la receta que iba a poner en la Alcaldía de Guayaquil a
un relevo que aseguraba el dominio del PSC: Eduardo Maruri. Un fulano que
parece el ñaño mono de Mauricio
“cabeza de canguil dulce” Rodas (1).
Que el 2019 lo venzan al
PSC con la receta que no supo aplicar: eso sería un acto de justicia poética
para virar la página de la administración socialcristiana. Durante más
de dos décadas el PSC ha trabajado dos señas de identidad: la venta de humo sobre su gestión y la ineficacia
para resolver los problemas fundamentales de la ciudad (contaminación de sus
ríos y esteros, falta de espacios públicos y de áreas verdes, agravamiento de la congestión
vehicular, imposición de un “modelo de desarrollo” excluyente y carente de
una planificación a largo plazo –en particular, para la prevención de
inundaciones y de terremotos). Por supuesto, todo debidamente opacado
por el silencio de un periodismo lerdo o cómplice.
(1)
No sólo por la capilaridad de corte canguil, sino por el discurso vacío y la
incapacidad de gestión. Rodas contó con la fortuna de estar en el lugar correcto,
en el momento adecuado. Eduardo Maruri, después de su fracaso como presidente
del Barcelona Sporting Club, se convirtió en un cadáver político. Que no es improbable
que resulte ser también el destino de Rodas en un futuro no tan lejano.
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