Un canguil desorientado

25 de enero de 2017

El alcalde Mauricio Rodas está para caso de estudio: resulta más incompetente mientras más explicaciones se anima a dar. Las razones que ofreció sobre el rol de su asesor Mauro Terán fueron un desastre. En resumidas cuentas, el alcalde considera que tener un asesor que no consta en la nómina de funcionarios públicos con el propósito de realizar gestiones en razón de su “experticia política” (1) no solo que es una cosa que no debería preocupar sino que incluso resulta un “gesto de delicadeza a la ciudad” (2).

Habría que explicarle al pobre Rodas que: a) los asuntos que se relacionan con la “política” son parte del día a día de una administración municipal, por ende, deberían ser resueltos por sus propios funcionarios y no por personas ajenas a la administración; b) trabajar para una institución del Estado, como lo hizo Mauro Terán, en el manejo de “temas puntuales” de millones de dólares, sin constar en la nómina de funcionarios municipales, no es una forma de contribuir al ahorro o de ser “delicado”, sino de hacer las cosas opacas e intentar librar las responsabilidades en el eventual caso de… bueno, de un caso como éste.
 
Así, Mauricio Rodas está en una situación realmente incómoda, producto de su manifiesta incompetencia: si se queda callado se hunde, y si habla, se hunde aún más. El alcalde Rodas ha querido pasar de agache, como que no era con él. Su “estrategia” no le resultó.

Y Quito, mala la hora para Rodas, no es tampoco una ciudad cualquiera: tiene la suficiente energía cívica como para enfrentar a su alcalde y romperle la canguilera.   

(1) Pacheco, Mayra, ‘Explicación del alcalde Mauricio Rodas no desactivó lapolarización’, Diario El comercio, 20 de enero de 2017.
(2)Rodas: “Ni yo ni el municipio pagábamos a M. Terán’, Últimas noticias, 17 de enero de 2017.

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