El discurso de Vieja
Guardia del alcalde Jaime Nebot en sus entrevistas de los miércoles, frente a
un periodismo independiente e incisivo, tendría muchos problemas. La primera
entrevista que el alcalde ofreció este año 2017 permite ilustrar esta idea.
Al alcalde Nebot lo
entrevistaron unos periodistas de radio Morena (nunca se identificaron y no
haría mucha diferencia un nombre u otro: son esencialmente fungibles) el
miércoles 4 de enero, a través de una llamada a algún teléfono fuera del país.
La entrevista
La primera entrevista del
año para Nebot marca el tono del resto de las entrevistas por venir, pues
continúa el patrón de todas las entrevistas de los años anteriores: los
periodistas están allí, esencialmente, para decorar la opinión de la autoridad,
nunca para cuestionarla.
En esta entrevista concreta,
al alcalde Jaime Nebot le hicieron un total de 7 preguntas o comentarios.
Primero, le piden el balance del 2016, “un año difícil, pero lleno de muchas
satisfacciones, señor alcalde” (0:28-0:41), a partir de lo cual Nebot alaba su
gestión; segundo, le piden una proyección del año 2017 “para los guayaquileños
y también para el Ecuador y los ecuatorianos” (4:29-4:57), a partir de lo cual
Nebot alaba su gestión (“estamos trabajando absolutamente en todo”); tercero,
le preguntan por la llamada “Ley de Plusvalía” (12:39-13:31) que aprobó la
Asamblea Nacional, a partir lo cual Nebot critica la ley. En estas tres
preguntas, ya se ha ido la mitad de la entrevista.
Cuarto, le mencionan a los
ancianos que hacen fila para pagar los impuestos prediales (15:26-15:46), a lo
que Nebot responde que “es una especie de tradición, que yo aprecio porque es
como un reconocimiento de que los tributos van a pagarlos con alegría”. Quinto,
le preguntan por la campaña electoral (16:43-17:27), a lo que Nebot responde
con una “exhortación a los ecuatorianos” y se explaya hablando de la propuesta
de su “hombre” por casi diez minutos. Sexto, le preguntan por cómo será la
relación entre el gobierno nacional y la alcaldía de Guayaquil si Cynthia
Viteri llega a la Presidencia de la República (26:42-27:01), a lo que Nebot
responde que “Guayaquil podría progresar muchísimo más”; séptimo, en sintonía
con lo anterior, se le pregunta si “es acaso la hora de
marcar la historia, de escoger un gobierno con rostro distinto” (27:34-27:51), a lo que Nebot
responde que “el ser humano no es una mercancía” y que el presidente no debe
ser sectario.
Eso fue todo. Cuando el
alcalde Jaime Nebot terminaba de hablar de un tema, evidenciado por una pausa en su
habla, era el momento para que los comparsas le hagan una nueva pregunta. Nunca se le hizo una
re-pregunta, ni se le pidió que aclare o que rinda cuentas de algo.
Conclusión
Así, como en esta
entrevista, actúa el periodismo guayaquileño cuando de entrevistar a su máxima
autoridad se trata: esta vergüenza no es la excepción, es la regla: no es un accidente,
es un habitus (1). Nuestro periodismo está sometido y condicionado por el poder local.
(1) Sobre
el concepto de habitus, v. Karen Silva Torres, ‘Comunicación
y política: Los medios y la construcción del capital política de los líderes
del Partido Social Cristiano en Guayaquil’, Tesis de Maestría en
Antropología Visual y Documental Antropológico, Abril de 2013, pp. 32-37.
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