En la película política
que se está proyectando ahora, el escenario está orillándose para que la
derecha triunfe*. A la opción de
izquierda fuerte (i.e., el
“correísmo”) se la ha procurado mantenerla ausente y bajo permanente
descalificación. No se podría descartar una sorpresa desde la izquierda (pues,
¿quién era Correa a mediados del 2005?) pero la disputa en las elecciones del
2021** parecería hacerse entre dos
candidatos de la derecha: Nebot y Lasso.
Jaime Nebot es muy fuerte
en Guayaquil y los pintorescos pueblos de sus alrededores, por lo que Lasso
cambió su estrategia y decidió trasladarse a Quito para buscar los votos de los
serranos, unos votos que también Nebot había salido a buscar, disfrazado con un
poncho y todo. Pero Nebot, por un error cojudo,
acabó por perder muchos de esos votos (y con ello, perjudicó gravemente sus
opciones a la Presidencia).
El error de Nebot fue cojudo, pues confundió a su auditorio:
respondió tan sobrador como lo habría sido en cualquiera de las radios paniaguadas de Guayaquil que lo entrevistaban
los miércoles cuando Alcalde, pero a una televisora de alcance nacional. Del
resto se encargaron el contexto y las redes sociales. Y, entonces, así fue como
un torpe chascarrillo se le convirtió en un grave problema, que hace que Guillermo
Lasso se relama.
* Salvo
que le claven un Yaku a la yugular, if
you know what I mean.
**
Si es que no se anticipan las elecciones, un escenario muy probable. Otto o
Retardo: ese es el dilema.
1 comentarios:
'Del resto se encargaron el contexto y las redes sociales.'
Eso, eso, eso! jeje
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