Sixto Durán-Ballén fue uno
de los primeros adherentes del socialcristianismo: constaba como socio No 002
del PSC. Sin embargo, se desafilió de esa organización política en 1992 porque,
pues para aquel entonces (primera candidatura de Jaime Nebot a la Presidencia
de la República) la política del PSC “ya no era política para mí de servicio
sino de poder de beneficio en términos de grupo”:
“Me separe del partido años más tarde
porque dejo de ser lo que habíamos
sido, este grupo de 19 personas con Camilo Ponce, teníamos una devoción una
mística que se perdió, a mediados de la década de las 90 yo había perdido la
segunda elección presidencial, y se hablaba mucho de dos candidaturas posibles
para el 92, la una de Jaime Nebot y la otra la mía. En algún momento dentro de
esta idea del PSC, del poder por el poder y no para servir, vino una tendencia
para descalificar a otros partidos. Uno a dos días después me entere que dentro
de la reunión que hubo con los directivos provinciales había habido una
decisión de por lo menos dos de que se me expulse entonces yo me adelante, me
retire y fue porque no estaba de acuerdo ya no era política para mí de servicio
sino de poder de beneficio en términos de grupo” (1).
Sixto Durán-Ballén
denunció un cambio en el PSC para razonar su salida: el pasar de una política
de servicio a una política “de beneficio en términos de grupo”. Lo que hizo
Durán-Ballén, entonces, fue describir el modus
operandi de la versión costeña del PSC.
(1) Carrillo
López, Verónica Emilia & Paola Alexandra Vivas León, ‘Escisión del Partido Social Cristiano y consecuente creación del Movimiento Cívico Madera de Guerrero’, UDLA, 2015, p. 108. La segunda vuelta en 1992 se dio entre Nebot
(PSC) y Durán Ballén (exPSC) y el viejo venció a su entonces joven coideario.
Así, Nebot ha sido un político de derrotas extremas: primero vencido por un
coideario en 1992, en la siguiente segunda vuelta en que participó, en 1996, lo derrotó
su archienemigo, Abdalá Bucaram.
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