Vivo en un barrio que otrora mereció llamarse pelucón y que hoy está en franca desbandada. Un dato no menor de mi esquinero edificio, para efectos de este post, es que se sitúa al frente de una estación de la Metrovía. Es, en efecto, no menor porque implica que todos los días el portero de mi edificio entrega en el departamento 13 los pasquines diarios que la Metrovía distribuye (la palabra pasquines es precisa: todo reemplazo o adjetivo que intente su redención sobra). En ocasiones me detengo a hojearlos porque me interesa conocer las simas a las que puede llegar la propaganda cuando se disfraza de trabajo periodístico; más todavía, me detengo a hojearlos porque en no pocas ocasiones su cerrada defensa del ideario municipal los conduce a exponerlo demasiado, a mostrarnos (a despecho de sus perennes intenciones laudatorias) aquellos momentos en que a las autoridades locales se les corre el maquillaje autonómico y libertario y exponen su auténtico rostro antidemocrático. Solo a manera de ejemplo, si no fuera por estos pasquines yo no habría conocido el penoso y autoritario concepto de diálogo que aplica el Alcalde Nebot: “yo digo y si quieren, ustedes escuchan”.
Hoy, uno de estos pasquines publica una interesante noticia bajo el titular “Metropolitanos”. Dice lo siguiente:
“Mediante un comunicado el director municipal de Justicia y Vigilancia, Andrés Roche, anunció que iniciarán acciones legales contra los ex empleados de la Policía Metropolitana que aseguran que los enfrentamientos sucedidos en la Universidad Católica “fueron gestados en el Cabildo”. “Es por demás mentira y tremendamente injurioso y falso que estos señores, que ya no son funcionarios municipales, puedan aseverar(lo)”, dice el documento. Agrega que al separar a estos elementos de la institución el Gobierno los utiliza para “fastidiar a la administración municipal”.
El pasquín reproduce las declaraciones de Andrés Roche en clara adherencia a la postura del municipio local. Eso es evidente porque el pasquín no menciona ni en esta edición ni en ediciones anteriores cuáles han sido esas declaraciones de los ex empleados (¿guardias?) de la Policía Metropolitana que motivan la respuesta de Roche y se limita sólo a exponer la posición del municipio y las acusaciones actuales (contra el Gobierno) y futuras y penales (contra los ex empleados de la Policía Metropolitana) que formula Roche. Pero lo que este pasquín hace de manera involuntaria es exponer al público lo que los otros medios de prensa, que se suponen tan comprometidos con la verdad, acallan.
Me tomé la molestia (porque neta que los periódicos locales parecen existir para justificar la frase de Wilde, “leer los periódicos es llegar a la convicción de que sólo lo ilegible sucede”) de leer toda la prensa local y dos periódicos de Quito. A los periódicos quiteños, que no mencionan el asunto, podría excusárselos sin dificultad. Pero los periódicos guayaquileños sí que no tienen excusa: ninguno de ellos menciona una sola palabra de este comunicado o de sus antecedentes. Ni el “primer diario público” del Ecuador, El Telégrafo, ni El Universo, ni el Expreso, ni el Extra. De la televisión no puedo dar fe porque mi relación con ese aparato es la misma que la de Groucho Marx (“I find television very educating. Every time somebody turns on the set, I go into the other room and read a book”). Pero en los medios escritos, y me atrevo a apostar que también en los televisivos, ninguno se ha molestado en reproducir o comentar el comunicado de Roche, ni mucho, mucho menos las opiniones de los ex empleados de la Policía Metropolitana, las que (es evidente) no merecen soslayo porque aseguran que el Municipio de Guayaquil es responsable(ustedes recordarán que Andrés Roche estuvo presente el día de los hechos y que su guardaespaldas o chofer –la versión varía según el medio de comunicación- pretendió quitarle al profesor Fabián Burbano la cámara con la que éste filmaba a aquel, v. acá) de los hechos que sucedieron en la Universidad Católica el sábado 16 de agosto (en calidad de gestor de los mismos) que tanto escándalo ocasionaron en la opinión pública. Pero hoy, a pesar de que es indudable que estos hechos merecen atención, sea para dilucidar si el Gobierno utiliza a estos ex empleados de la Policía Metropolitana para ataques falaces contra el Municipio de Guayaquil o si el Municipio de Guayaquil (vía Andrés Roche u otros funcionarios) tuvieron relación con la gestión de los hechos de aquel sábado, todos chitos: mutis por el foro. ¿Y el compromiso con la verdad? Bien, gracias.
En octubre de 2003 una de las mejores plumas que ha escrito en diario El Universo, Roberto Aguilar, escribió lo siguiente: “Cuando del Municipio de Guayaquil se trata, la TV olvida que su papel, en una democracia, es el de servir como mediadora, punto de encuentro y espacio de debate para tendencias diferentes”. Estas palabras de Aguilar se pueden también aplicar, sin problemas, a la prensa escrita. Porque ambas, TV y prensa escrita, sea por acción o por omisión –y más por lo segundo- confirman que las palabras de Aguilar –para desgracia de una sociedad con tan escasa capacidad autocrítica– mantienen su plena vigencia.
Hoy, uno de estos pasquines publica una interesante noticia bajo el titular “Metropolitanos”. Dice lo siguiente:
“Mediante un comunicado el director municipal de Justicia y Vigilancia, Andrés Roche, anunció que iniciarán acciones legales contra los ex empleados de la Policía Metropolitana que aseguran que los enfrentamientos sucedidos en la Universidad Católica “fueron gestados en el Cabildo”. “Es por demás mentira y tremendamente injurioso y falso que estos señores, que ya no son funcionarios municipales, puedan aseverar(lo)”, dice el documento. Agrega que al separar a estos elementos de la institución el Gobierno los utiliza para “fastidiar a la administración municipal”.
El pasquín reproduce las declaraciones de Andrés Roche en clara adherencia a la postura del municipio local. Eso es evidente porque el pasquín no menciona ni en esta edición ni en ediciones anteriores cuáles han sido esas declaraciones de los ex empleados (¿guardias?) de la Policía Metropolitana que motivan la respuesta de Roche y se limita sólo a exponer la posición del municipio y las acusaciones actuales (contra el Gobierno) y futuras y penales (contra los ex empleados de la Policía Metropolitana) que formula Roche. Pero lo que este pasquín hace de manera involuntaria es exponer al público lo que los otros medios de prensa, que se suponen tan comprometidos con la verdad, acallan.
Me tomé la molestia (porque neta que los periódicos locales parecen existir para justificar la frase de Wilde, “leer los periódicos es llegar a la convicción de que sólo lo ilegible sucede”) de leer toda la prensa local y dos periódicos de Quito. A los periódicos quiteños, que no mencionan el asunto, podría excusárselos sin dificultad. Pero los periódicos guayaquileños sí que no tienen excusa: ninguno de ellos menciona una sola palabra de este comunicado o de sus antecedentes. Ni el “primer diario público” del Ecuador, El Telégrafo, ni El Universo, ni el Expreso, ni el Extra. De la televisión no puedo dar fe porque mi relación con ese aparato es la misma que la de Groucho Marx (“I find television very educating. Every time somebody turns on the set, I go into the other room and read a book”). Pero en los medios escritos, y me atrevo a apostar que también en los televisivos, ninguno se ha molestado en reproducir o comentar el comunicado de Roche, ni mucho, mucho menos las opiniones de los ex empleados de la Policía Metropolitana, las que (es evidente) no merecen soslayo porque aseguran que el Municipio de Guayaquil es responsable(ustedes recordarán que Andrés Roche estuvo presente el día de los hechos y que su guardaespaldas o chofer –la versión varía según el medio de comunicación- pretendió quitarle al profesor Fabián Burbano la cámara con la que éste filmaba a aquel, v. acá) de los hechos que sucedieron en la Universidad Católica el sábado 16 de agosto (en calidad de gestor de los mismos) que tanto escándalo ocasionaron en la opinión pública. Pero hoy, a pesar de que es indudable que estos hechos merecen atención, sea para dilucidar si el Gobierno utiliza a estos ex empleados de la Policía Metropolitana para ataques falaces contra el Municipio de Guayaquil o si el Municipio de Guayaquil (vía Andrés Roche u otros funcionarios) tuvieron relación con la gestión de los hechos de aquel sábado, todos chitos: mutis por el foro. ¿Y el compromiso con la verdad? Bien, gracias.
En octubre de 2003 una de las mejores plumas que ha escrito en diario El Universo, Roberto Aguilar, escribió lo siguiente: “Cuando del Municipio de Guayaquil se trata, la TV olvida que su papel, en una democracia, es el de servir como mediadora, punto de encuentro y espacio de debate para tendencias diferentes”. Estas palabras de Aguilar se pueden también aplicar, sin problemas, a la prensa escrita. Porque ambas, TV y prensa escrita, sea por acción o por omisión –y más por lo segundo- confirman que las palabras de Aguilar –para desgracia de una sociedad con tan escasa capacidad autocrítica– mantienen su plena vigencia.
2 comentarios:
La mítica independencia de los medios ataca de nuevo. De un par de años a esta parte se ha hecho más evidente su superestructural labor de perpetuar la alienación social.
Pero la frase que citás del imperecedero Julius Henry no tiene pierde, por eso (además de ver reforzada mi identificación como una marxista de la tendencia progrouchiana) lo que es yo, me uno a Jeff Albertson: "I get my news from the internet, like a normal person under seventy".
Como vamos? Bueno, te comento que soy asiduo lector de tu columna en el universo y de este blog. Te queria preguntar si podrias publicar este articulo en el universo (si quisieras) o si ellos aplican algun tipo de censura a la hora de darte un espacio en sus columnas de opinion.
cordiales saludos,
franciscop
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