Es probable que la
administración de Mauricio Rodas en Quito tenga los días contados. A un
gobierno muy torpe, lo torpedea además las imputaciones de corrupción a su
círculo cercano por el caso Odebrecht.
En realidad, Mauricio Rodas
como Alcalde de Quito es un producto del márquetin político. Para acceder a un
cargo de elección popular, se logró vender a Rodas como una alternativa fresca frente a su contrincante, Augusto
Barrera. Pero una vez en el poder, Rodas resultó ser una autoridad sin
sustancia. Nunca la tuvo. Todo era maquillaje.
This is what happens, Larry* cuando, sin
escrúpulos, la gente de márquetin político trata a los votantes de una
jurisdicción como si fueran subnormales. Y realmente el problema no es ese (eso
parece ser casi una hipótesis de trabajo en ese gremio), el problema es cuando le aciertan. Como le sucedió al cantón Quito
en las elecciones del 2014.
*
Larry, el auto rojo es Quito.
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