Los otros días, encontré esta entrevista al filósofo turinés Norberto Bobbio (1909-2004) en la revista Poiésis,
en la que tras afirmar que “siempre hay que volver a Voltaire”, reflexionó que
el dicho de las personas religiosas, “si no hay Dios, todo está permitido”,
debería…
“…
formularse al contrario: sólo si hay
Dios, todo está permitido. Si hay Dios, y Dios es todopoderoso, Él lo puede
todo, y creo en Él y le obedezco, todo será factible: si hay Dios, ¡a Abraham
se le permite matar a su hijo! ¡Cuántos
crímenes se han cometido en nombre de Dios a lo largo de la historia de la
humanidad: Dios lo quiere!”
Su entrevistador, Otto
Kallschueuer, recordó entonces el grito de los cruzados: “Deus lo vult” [Dios
lo quiere], a lo que Bobbio acotó: “si Dios existe y yo estoy del lado de
Dios, toda crueldad es posible”.
En cuanto a la iglesia
católica se refiere, hay un Memorial de Agravios sobre su crueldad y
otras yerbas.
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