El único proyecto
presentado sobre la legalización del cannabis en el Ecuador duerme “el sueño de
los justos” en la Asamblea Nacional. Me refiero al proyecto de ley que presentó
la legisladora Gabriela Rivadeneira Burbano en el período anterior (cuando ella
era la Presidenta de la Asamblea) que lleva por título “Proyecto de Ley Orgánica para el Uso del Cannabis con Fines Médicos y Terapéuticos”. El 16
de junio del 2016 este proyecto de ley recibió la calificación del Consejo de Administración
Legislativa (“Resolución CAL-2015-2017-155”), presidido por Rivadeneira
en ese entonces… ese día, el CAL lo remitió a la Comisión del Derecho a la
Salud y ahí se quedó. No se ha movido desde ese día de junio, hace más de dos
años.
La sociedad civil
ecuatoriana, fiel a su tradición de resemblar un páramo cultural, ha sido
incapaz de articular una plataforma que luche por una salud pública que incluye
al cannabis. Esto, a pesar de que existe una abrumadora evidencia a favor de su
uso medicinal.
A fecha de hoy, el
cannabis para uso medicinal se ha legalizado en 31 de los 50 estados (además
del Distrito de Columbia) de los Estados Unidos de América, en Alemania, en
Australia (en varios estados), en Canadá, en Croacia, en Chipre, en Finlandia, en
Grecia, en Jamaica, en Israel, en Italia, en Macedonia, en Países Bajos, en
Polonia, en República Checa, en Rumania… en nuestra América del Sur, además del
luminoso Uruguay, también está legalizada en todos los países de su
costa del Pacífico (Colombia, Perú y Chile), salvo en el nuestro. Se ha legalizado
en nuestros países vecinos… ¿qué le pasa entonces al Ecuador? Mudo mismo está.
A mayor inri: en materia
de legalización del cannabis de uso medicinal, Lesotho lo hizo el año
pasado y Zimbabue lo acaba de hacer a fines de abril. Zimbabue: el país en
el que una barra de pan llegó a costar 100 millones de dólares (esa cifra era un billete), que llegó a tener la inflación más alta del mundo y que no hace
mucho dolarizó su economía en unas circunstancias similares (tal vez peores) a
las que en 1999-2000 orillaron a Ecuador a adoptar la misma medida, es decir, son
dos países, Ecuador y Zimbabue, que han preferido resignar una competencia
estatal (su política monetaria y cambiaria) debido a su notoria y patética
incapacidad para administrarla (hay que agradecerle al Dr. Mahuad esta
observación). Es este país africano, caótico e incompetente, Zimbabue, el que acaba
de legalizar el cannabis para uso medicinal.
En pocas: hasta
Zimbabue nos gana. Somos el subdesarrollo en carne viva.
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