Las figuras públicas están sujetas a interpretaciones que pueden representarse con personajes imaginarios y sentido del humor: el abogado Nebó es una de ellas. Los otros días recordé la historia que escribió Carlos Andrés Vera para la revista Soho (edición No 63, con Karen Martínez, uyuyuy, en la portada) en la que incorpora a un álter ego del abogado Nebó, un personaje de nombre Androide Nobot, al que Vera describe como “temible Nobot, un mecanismo androide creado por los pelucones” y que en su historia se encuentra a las órdenes del malvado Febrescorleone (“¡Oye, Nobot! ¡Sácale la madre a este serrano!”) y ataca al cholito (así, en la historia Nobot “toma al cholito y lo levanta en sus brazos”) quien en respuesta a este ataque de Nobot se convierte en el Hombre Verde (parodia de Hulk que representa, es obvio, a Rafael Correa) “una masa de músculos y mal carácter. Nobot, a pesar de ser androide y no tener sentimientos, se pone pálido del miedo. El Hombre Verde lo aplasta de un puñetazo, dejando a Nobot noqueado”. Tal es el primer álter ego posible del abogado Nebó, cortesía de Vera. Pero su lado violento y represivo no se agota en esa representación y nos da chance para pensar otro álter ego, uno que personifique el espíritu de cuerpo de la Policía Metropolitana, un personaje acrítico, brutal y celoso guardián del orden establecido que siempre lo beneficia, el férreo oficial Nebocop, variación malona y con mostacho de Robocop, que tendría como soundtrack una versión tropical de este tema de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota y quien apatrullaría la ciudad para perseguir a los malos, o sea, a todos aquellos que no se parezcan y no piensen como él y que no merezcan entonces la autonomía (de su voluntad).
Ahora, las representaciones de este servil Androide Nobot que ideó Carlos Andrés Vera o el represivo Nebocop de mi autoría son álter egos del lado, digámoslo así, menos grato del abogado Nebó. Como todo individuo que haya visto un comercial de Axe, el bien y el mal conviven en ti y el abogado Nebó no podría ser la excepción. Detrás de su facha de hombre duro y de su constante apelación genital y otras muestras de machismo tropical podría suponerse que existe una persona que respeta a los que piensan y actúan distinto a él, tolerante y de buen sentido del humor, que se olvida de los grandes y vacíos eslóganes (autonomía, blablá) y disfruta de alterar su conciencia, de participar en un workshop de hula hula y de imitar los pasos de Michael Jackson en Thriller: o sea, todo un Nobopop (una aproximación a esa representación en la foto abajo y su soundtrack, acá). Yo no tengo ninguna certeza de que Nobopop conviva en el abogado Nebó y dejo expresa constancia de que ese álter ego es el menos probable de todos (pero, ¿quién sabe?: el que daba las órdenes para matar a los niños judíos en las cámaras de gas acariciaba a su perro al llegar a casa y escuchaba a Mozart) pero es quien en su casi segura imposibilidad mejor me cae, un tipo piola. E imaginárselo con un hula hula celeste y blanco no tiene precio (para todo lo demás existe la Policía Metropolitana, ¡chiale!).
P.S.- Escribo Nebó porque es una variante popular de pronunciar su apellido, como en la frase “ya llené la solicitum para el abogado Nebooó” (habría que escucharlo a mi pana Fernando Ampuero decirlo, te desternillas de la risa).
1 comentarios:
jaja, me vas hecho reir con la descripcion del BurgoMaestre. Solo ten cuidado con los acolitos que saldran a defender a su queridisimo, e infalible Ven Para Mearte Insecto HDPTA Mash Alcalde, el cual todo lo que hace es de beneficio para guayaquil, añadele a eso los 15 millones que se feriarion de nuestros impuestos a la Renta en la construccion del Santa Elena port, una version europea de la otrora cerveceria. y lo mas cumbre es que es tan cara que no han vendido un solo piso, asi que esos 15 millones, 3/4 partes de lo que costo el avion presidencial, se han hecho agua, o a lo mucho, van a parar a los bolsillos de la fundacion malecon 2000.
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