I gotta give it to Willie:
Lasso tiene razón en tres de sus dichos, todos ellos relacionados con Nebot:
* Cuando
sostiene que CREO perdió con el pacto que hizo con el PSC el año 2013: en ese
negocio, Lasso le cedió a Nebot la participación de CREO en la provincia del
Guayas a cambio de su apoyo en Guayaquil para las elecciones presidenciales. Pésimo
gambito. CREO resignó asambleístas por no participar en la provincia más grande
del país (con los que habría podido contar con un bloque legislativo por sí
mismo en la Asamblea Nacional) y, a cambio, el apoyo de Nebot, quien acompañó a
Lasso en varios recorridos por Guayaquil, resultó un fracaso: Lasso perdió en
todas y cada una de las 21 parroquias de Guayaquil (16 urbanas y 5 rurales)
frente a Correa. Desastroso.
* Cuando
cuestiona que se dé “toletazos a los comerciantes informales en una ciudad en
donde miles de personas trabajan como vendedores ambulantes”. Es probablemente
el mayor síntoma de que Guayaquil está dormida el que se pueda agredir de
manera impune a los más pobres de entre nosotros con la saña, la impunidad y la
recurrencia con la que se lo hace. Es bueno que dentro de la misma derecha se
empiecen a escuchar voces críticas con relación a esta agresión sistemática a
los más pobres.
*
Cuando afirma que “la pobreza no se puede esconder como la basura debajo de la
alfombra”. Así sucede cuando, por ejemplo, con un sector de la población
paupérrima de Guayaquil, al oeste de la Sergio Toral:, que por decisión exclusiva del alcade se encuentra excluida de las obras y servicios públicos: “Yo he tomado la decisión
de que aquí no vamos a legalizar un terreno ni vamos a poner una volqueta de
cascajo ni un metro cuadrado de asfalto ni un metro de tubería de
alcantarillado de agua potable más allá de la Sergio Toral” (1). Así de claro. Si “esconder la basura debajo de
la alfombra” es ningunear, pues eso mismo es lo que Nebot hace con sus
políticas de exclusión total a los más pobres.
*
Es vox pópuli que los dos líderes de derecha se han distanciado. El
candidato de Nebot (C. Viteri) y el candidato Lasso se enfrentarán entre sí por
el mismo electorado que ya no lo soporta a Correa. Se restarán votos entre sí,
en beneficio del oficialismo (lo que implica: o Nebot es un chimbador, o sólo
piensa de manera compulsiva en su propio beneficio).
El oficialismo consolidará
una alternativa de unidad dentro de Alianza País (Moreno-Glas) mientras que los
dos grandes líderes de la tendencia de derecha se mantendrán divididos. Las
consecuencias de ello podrían conspirar contra la convicción de Nebot de que
habrá una segunda vuelta. Si el electorado percibe que la derecha está más por
la cruda disputa de espacios de poder que por persuadirlo con ideas novedosas y
atractivas, no tengo duda de que prevalecerá un voto en conserva del statu quo.
La derecha perderá, una vez más, por sus propios errores (2).
Visto este escenario, Lasso
podría afirmar haber vivido, en carne propia, aquella frase del político
conservador Alzate Avendaño, quien decía que la política es el arte de
defenderse de los amigos. Y en esto también Guillermo Lasso llevaría razón.
(1)
‘Extrema y persistente desigualdad en Guayaquil’, Xavier Flores Aguirre, 13 de
junio de 2016.
(2)
‘La oposición en la edad del burro’, Xavier Flores Aguirre, 3 de junio de 2012.
0 comentarios:
Publicar un comentario