Juan Manuel de Rosas explica este 2 de abril

10 de abril de 2017


Juan Manuel de Rosas, millonario y caudillo (1):

“… pero a mí parecer todos cometían un gran error: se conducían muy bien con la clase ilustrada, pero despreciaban a los hombres de las clases bajas, los de la campaña, que son gente de acción. […] Me pareció pues muy importante conseguir una influencia grande sobre esta gente para contenerla o dirigirla y me propuse adquirir esa influencia a toda costa; para esto me fue preciso trabajar con mucha constancia, y hacerme gaucho como ellos, y hacer cuanto ellos hacían, protegerlos, hacerme su apoderado, cuidar de sus intereses […] me propuse que conociesen que sin mí nada podían…” (2).

Es un mensaje que tiene sentido en el contexto de la derecha costeña, en particular, del electorado guayaquileño. El porteño Rosas en el siglo XIX era como el PSC en el Guayaquil actual: ambos con la enorme ventaja de no ser únicamente de clase media, de tener entrada en los barrios populares, de que sus habitantes conocen “que sin [ellos] nada podían” (lo que en Rosas era rústico, en el PSC es un clientelismo curtido).

Guillermo Lasso debió disputarle a Jaime Nebot este electorado desde la creación misma de su movimiento CREO, allá por el año 2012. Lleva ahora cinco años de retraso, que le pasaron una alta factura este 2 de abril (3).

(1) Juan Manuel de Rosas (1793-1877) dirigió los destinos de un territorio que hoy es la República Argentina entre 1829 y 1852.
(2) Pigna, Felipe, ‘Los mitos de la historia argentina 2. De San Martín a “El granero del mundo”’, Editorial Planeta, Buenos Aires, 2005, p. 196-7. El resaltado es propio.
(3) Al respecto, v. ‘Cantonal e ineficaz’, Xavier Flores Aguirre, 9 de abril de 2017.

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