El primer cargo que ocupó
Guillermo Lasso en su vida política fue el de Gobernador de la provincia del
Guayas entre agosto de 1998 y agosto de 1999. De ese período se recuerda la
frase “La ley es la ley”, con la que la Gobernación del Guayas justificaba sus políticas
represivas.
En su libro Cartas a mis hijos, Lasso reflexionó sobre la ocasión en la que, como Gobernador, ordenó la prisión de un alcalde (Walter Quijije, de
Colimes):
“El
derecho de protesta existe, bajo ciertas reglas, y también el derecho a la
libre circulación de las personas que deben garantizar los gobernantes” (1).
Esta frase me conduce a la
siguiente pregunta:
¿Cómo habría actuado Guillermo
Lasso frente a los actos de quienes protestan hoy en su nombre, si él fuera la
autoridad a cargo?
Este afiche de época es cortesía del Comité Permanente de Derechos Humanos |
A juzgar por su política
represiva cuando fue Gobernador del Guayas, a una porción de sus simpatizantes
le iría muy mal.
En este sentido, para
todos aquellos que queman llantas, obligan a empleados municipales a descargar
basura en las calles, invitan a incendiar la capital e impiden el tránsito, si
Lasso fuera autoridad, simplemente no les tendría ninguna compasión. En el
afiche institucional constan las sanciones que se les aplicarían: desde 2 días
hasta 12 años de prisión, según el delito.
Y no sería nada personal.
Ya se sabe: la ley es la ley.
(1) Lasso,
Guillermo, ‘Cartas a mis hijos. Vivencias, aprendizajes y experiencias’,
Editorial Planeta del Ecuador, Quito, 2011, p. 115.
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