Lo que en Juan Manuel de Rosas era una cuestión práctica, Nicolás Maquiavelo (1469-1527) lo
teorizó en su obra clásica “El príncipe”:
“Nunca
debe dejarse empeorar un mal por evitar una guerra, pues al cabo no se evita, y
solamente se dilata en daño propio” (1).
A Guillermo Lasso no le
impide acceder a la Presidencia de la República el supuesto “fraude” que ahora alega;
se lo impide su relación con Jaime Nebot.
El interés de Nebot es cuidar su territorio, ahora amenazado por AP. Desde esa lógica, Lasso es un
intruso y debe ser rechazado (con maestría política: haciendo que él se lo
agradezca, como ha sucedido). Desde la lógica electoral que debería entender
Lasso, los votos de los “novo-bolivianos” no son suficientes. Lasso
debería entrar a disputar de frente el electorado de Guayas y Guayaquil, si
quiere crecer lo suficiente como para acceder a la Presidencia de la República.
Así, los intereses de
Nebot y los de Lasso son claramente contrapuestos. Mientras Nebot busca
conservar su poder, Lasso debería disputárselo para incrementar el suyo. Si
Lasso, en esta última elección, hubiera sumado a su triunfo en 13 provincias un
triunfo claro en la provincia del Guayas (con unos 200.000 votos de diferencia),
por estos días estaría ocupado en la conformación de su gabinete de gobierno.
Ya el tema está para el chuleteo. |
En conclusión, en esta
relación entre Nebot y Lasso, Nebot aplica la Ley del Embudo (2). Mientras Lasso no busque cambiar
ese estado de cosas de manera radical, solo dilatará la situación causándose
“daño propio”, como lo advertía Maquiavelo en “El príncipe”.
Por supuesto, nadie
garantiza que tenga éxito (Nebot bien podría comérselo al escabeche), pero es
la única buena pelea que Lasso necesita hacer.
(1) Maquiavelo,
Nicolás, ‘El príncipe’, Editorial
Edaf, Madrid, 2006, p. 31 [Primera edición: 1532].
(2)
En la elección presidencial y de asambleístas del año 2013, CREO resignó
participar en las elecciones para asambleístas en la provincia del Guayas para
obtener a cambio el apoyo de Nebot contra Correa en Guayaquil. Pésimo arreglo:
Guillermo Lasso no solo perdió la posibilidad de sumar más asambleístas (podría
haber llegado a catorce y constituir a CREO como una bancada legislativa por sí
mismo en la Asamblea Nacional) sino que el apoyo de Nebot no le reportó ningún
beneficio: Lasso perdió en todas las parroquias del cantón Guayaquil frente a
Correa. Pero lo más grave (lo maestro, desde la perspectiva de Nebot) fue
retrasar el crecimiento de CREO en el feudo principal del PSC (este retraso en
su crecimiento se reflejó en sus números del 2017). Desde la perspectiva de
Nebot, CREO no es un grupo político afín, es la competencia de un mismo mercado electoral. En esta relación
entre Nebot y Lasso se ha cumplido la sentencia del político colombiano Alzate
Avendaño, quien decía que la política es el arte de defenderse de los amigos.
2 comentarios:
Igual, Xavier, tú bien sabes q así Lasso haya sacado todos los votos del mundo, los de AP no quieren soltar el poder, al igual que sus mentores (me refiero obviamente al PSC).
A tu texto se le olvida un gran detalle: AP controla todo. Creo q Correa y sus compinches bien merecen un post de esos tan críticos q escribes contra los pillos del PSC.
De esos análisis, Mateo, hay por docenas. Yo me ocupo de mi ciudad. Saludos.
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