Un mensaje de Maquiavelo para el candidato Lasso

12 de abril de 2017


Lo que en Juan Manuel de Rosas era una cuestión práctica, Nicolás Maquiavelo (1469-1527) lo teorizó en su obra clásica “El príncipe”:

“Nunca debe dejarse empeorar un mal por evitar una guerra, pues al cabo no se evita, y solamente se dilata en daño propio” (1).

A Guillermo Lasso no le impide acceder a la Presidencia de la República el supuesto “fraude” que ahora alega; se lo impide su relación con Jaime Nebot.

El interés de Nebot es cuidar su territorio, ahora amenazado por AP. Desde esa lógica, Lasso es un intruso y debe ser rechazado (con maestría política: haciendo que él se lo agradezca, como ha sucedido). Desde la lógica electoral que debería entender Lasso, los votos de los “novo-bolivianos” no son suficientes. Lasso debería entrar a disputar de frente el electorado de Guayas y Guayaquil, si quiere crecer lo suficiente como para acceder a la Presidencia de la República.

Así, los intereses de Nebot y los de Lasso son claramente contrapuestos. Mientras Nebot busca conservar su poder, Lasso debería disputárselo para incrementar el suyo. Si Lasso, en esta última elección, hubiera sumado a su triunfo en 13 provincias un triunfo claro en la provincia del Guayas (con unos 200.000 votos de diferencia), por estos días estaría ocupado en la conformación de su gabinete de gobierno.

Ya el tema está para el chuleteo.
 
En conclusión, en esta relación entre Nebot y Lasso, Nebot aplica la Ley del Embudo (2). Mientras Lasso no busque cambiar ese estado de cosas de manera radical, solo dilatará la situación causándose “daño propio”, como lo advertía Maquiavelo en “El príncipe”.

Por supuesto, nadie garantiza que tenga éxito (Nebot bien podría comérselo al escabeche), pero es la única buena pelea que Lasso necesita hacer.

(1) Maquiavelo, Nicolás, ‘El príncipe’, Editorial Edaf, Madrid, 2006, p. 31 [Primera edición: 1532].
(2) En la elección presidencial y de asambleístas del año 2013, CREO resignó participar en las elecciones para asambleístas en la provincia del Guayas para obtener a cambio el apoyo de Nebot contra Correa en Guayaquil. Pésimo arreglo: Guillermo Lasso no solo perdió la posibilidad de sumar más asambleístas (podría haber llegado a catorce y constituir a CREO como una bancada legislativa por sí mismo en la Asamblea Nacional) sino que el apoyo de Nebot no le reportó ningún beneficio: Lasso perdió en todas las parroquias del cantón Guayaquil frente a Correa. Pero lo más grave (lo maestro, desde la perspectiva de Nebot) fue retrasar el crecimiento de CREO en el feudo principal del PSC (este retraso en su crecimiento se reflejó en sus números del 2017). Desde la perspectiva de Nebot, CREO no es un grupo político afín, es la competencia de un mismo mercado electoral. En esta relación entre Nebot y Lasso se ha cumplido la sentencia del político colombiano Alzate Avendaño, quien decía que la política es el arte de defenderse de los amigos.

2 comentarios:

Marco Martínez dijo...

Igual, Xavier, tú bien sabes q así Lasso haya sacado todos los votos del mundo, los de AP no quieren soltar el poder, al igual que sus mentores (me refiero obviamente al PSC).
A tu texto se le olvida un gran detalle: AP controla todo. Creo q Correa y sus compinches bien merecen un post de esos tan críticos q escribes contra los pillos del PSC.

Xavier dijo...

De esos análisis, Mateo, hay por docenas. Yo me ocupo de mi ciudad. Saludos.