El lunes 24 de abril, la
Empresa Pública Municipal de Turismo, Relaciones Internacionales y Promoción
Cívica de Guayaquil, presidida por Gloria Gallardo, acusó recibo de la noticia
que el diario Expreso publicó este 21 de abril, en la que difundió las expresiones
de Ángel Córdova, gerente general de TAGSA (concesionaria de la administración
del aeropuerto José Joaquín de Olmedo) sobre el descenso del número de usuarios
de la terminal aérea.
El gerente general de
TAGSA explicó el descenso en el número de usuarios de la terminal aérea José
Joaquín de Olmedo porque Guayaquil no resulta “un polo de atracción” para las
líneas aéreas en razón de “la falta de promoción y la tramitología” (1). Gloria Gallardo se sintió
ofendida: “las declaraciones del Sr. Córdova perjudican a la ciudad y a mi
gestión como presidenta de la Empresa Pública de la Empresa Pública de Turismo,
Relaciones Internacionales y Promoción Cívica” (2).
¿Con qué argumentos respondió
Gloria Gallardo a las opiniones de Ángel Córdova? Según sostiene Gallardo, Guayaquil
“tiene un encanto para ser visitada, precisamente porque el señor alcalde de la
ciudad, con la regeneración urbana, la ha embellecido y cada día incorpora más
obras que se convierten en atractivos turísticos como la Rueda Moscovita ‘La
Perla’ y el Monumento a la Fe” (3).
Le faltó a Gloria Gallardo
el recordar las fuentes de agua que pondrían a Guayaquil “a nivel de ciudades
como Barcelona y Las Vegas”, según sostuvo el alcalde en su inauguración (4). ¿En serio la presidenta de la
Empresa Pública de Turismo del Municipio de Guayaquil cree que una rueda
moscovita y un monumento gigante de Jesús son bases suficientes para atraer el turismo
internacional a Guayaquil? Esto es demencial.
Porque la suerte de la
rueda moscovita y del Súper-Jesús suburbano será similar a la que tuvieron las
hoy olvidadas fuentes de agua con las que supuestamente se iba a convertir a
Guayaquil en Barcelona o en Las Vegas (?).
El funcionamiento de esas fuentes de agua produjo, como no era difícil preverlo,
un incremento nulo del turismo a Guayaquil, a pesar de que el alcalde Nebot, al
amparo de su habitual impunidad retórica, incluso se atrevió a anunciarlas como
una forma de atraer “inversión, empleo y bienestar” (5).
En conclusión, esta réplica
de Gloria Gallardo reafirma el provincianismo de la Alcaldía
de Guayaquil en materia turística (6).
(2)
‘Réplica de la Empresa Pública Municipal de Turismo de Guayaquil’, Diario
Expreso, 21 de abril de 2017.
(3) Ibíd.
(5)
Solo un periodismo local poblado de débiles mentales se traga estas ruedas de
molino.
(6)
Lo habitual es que las políticas de turismo de la Alcaldía de Guayaquil sean un
fracaso, v. ‘La ‘mágica’ ineficacia del turismo en Guayaquil’.
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