San Martín en Guayaquil

11 de abril de 2017


La única visita del Libertador José de San Martín y Matorras (1778-1850) a Guayaquil fue para su entrevista con Simón Bolívar en julio de 1822. Terminada la entrevista, José de San Martín partió a Lima, el 20 de septiembre de 1822 presentó su renuncia al Congreso del Perú y pasó a retirarse a Europa desde 1824. Murió en Boulogne-sur-Mer, Francia, el 17 de agosto de 1850.

Daguerrotipo de José de San Martín

Se ha colmado de misterios a la entrevista de Guayaquil entre San Martín y Bolívar. Para el historiador argentino Felipe Pigna, hay una explicación de “política doméstica” (argentina) para comprender la decisión tomada por San Martín:

“Se ha pretendido llenar de misterio la entrevista cuando en realidad ha quedado bastante claro lo que pasó en aquellos memorables días. Había básicamente dos temas en discusión; mientras San Martín era partidario de que cada pueblo liberado decidiera con libertad su futuro, Bolívar, preocupado por el peligro de la anarquía, estaba interesado en controlar personalmente la evolución política de las nuevas repúblicas. El otro tema polémico fue quién conduciría el nuevo ejército libertador que resultaría de la unión de las tropas comandadas por ambos. San Martín propuso que lo dirigiera Bolívar pero éste dijo que nunca podría tener a un general de la calidad y capacidad de San Martín como subordinado. Esta decisión tenía mucho que ver con la enemistad manifiesta de las autoridades porteñas que habían abandonado a su suerte hacía tiempo al Libertador y a su ejército. El nuevo hombre fuerte de Buenos Aires, Bernardino Rivadavia, viejo enemigo de San Martín, había dado por concluida la campaña libertadora en Mendoza. Queda mejor hablar de misterio antes que admitir que el Estado argentino, en manos entonces del ‘más grande hombre civil de la Argentina’, al decir de Mitre, había tomado la férrea decisión de destruir a San Martín abandonándolo y quitándole toda capacidad de negociación y todo apoyo militar para terminar su gloriosa campaña. El general argentino tuvo que tomar entonces la drástica decisión de retirarse de todos sus cargos, dejarle sus tropas a Bolívar y regresar a su país” (1).

San Martín llegó a Guayaquil el 26 de julio por la mañana y se retiró al día siguiente por la noche. Sostuvo dos entrevistas con Bolívar, la más importante el día de su partida. Apenas permaneció dos días en Guayaquil, pero en ese breve período, el Libertador San Martín empezó su retirada del poder y dejó descendencia: la hubo en la guayaquileña Carmen Mirón y Alayón (2).

(1) Pigna, Felipe, ‘Los mitos de la historia argentina 2. De San Martín a “El granero del mundo”’, Editorial Planeta, Buenos Aires, 2005, p. 55. El resaltado es propio.
(2) Así lo consigna Jurado Noboa en un libro con un título de jocoso sensacionalismo: Jurado Noboa, Fernando, ‘Las noches de los libertadores’, Vol. 2, Ediciones IADAP, Quito, 1991. Conozco a varios descendientes de este enlace.

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