Soy un firme convencido de
que el cumplimiento generalizado de dos simples reglas cambiarían de manera
radical la circulación de los vehículos a motor en Guayaquil:
Regla # 1: Toma un carril y mantente en él.
Regla # 2: Si tomas el carril izquierdo, vas rápido.
Hoy salí temprano de mi
casa para ver el primer partido de este día de Mundial que empezaba a las 7 am. Subía en mi
carro por Avenida del Ejército, por el carril izquierdo. Sobre ese mismo carril
rodaba una moto, e iba lento. Le pité. Obvio, fue un esfuerzo inútil. Le pité
una vez más, y recién allí el de la moto encendió una direccional. Iba a virar
a la izquierda en Alejo Lascano, como también iba a hacerlo yo.
Viramos. Nos detuvimos uno
al lado del otro en la luz roja de la intersección de Lascano y Mascote. Yo
estaba del lado izquierdo, él a mi derecha. El tipo tenía un casco que le
cubría la boca y yo tenía mi ventana del pasajero cerrada, por lo que cuando
empezó a increparme no le entendí ni verga, pero era obvio que el motoquero ensayaba
un reclamo por haberle pitado dos veces.
Bajé la ventana del
pasajero. Le empecé a hablar en un tono suficientemente alto como para que no
se pierda ni una de mis palabras: “La izquierda es para ir rápido, si vas por
la izquierda, debes ir rápido”. Acompañaba mis dichos con gestos visibles y
aspaventosos: con la mano derecha hacía las señas correspondientes a “rapidez”
y con la mano izquierda señalaba el carril izquierdo. Estaba consciente, por el
tono y los gestos, de que lo estaba tratando como a un perfecto subnormal, pero
es que en el fondo sospechaba que de eso se trataba este combo de hombre y
moto.
Yo supongo que él quiso
decirme que iba lento por la izquierda porque pensaba virar a la izquierda,
pero eso era una estupidez, porque este pelmazo motorizado ya iba lento dos
cuadras antes de la intersección en la cual iba a hacer eso. De todas maneras,
no me enteré jamás: mi voz y su propio casco corcharon todo intento de
expresión de su parte. “No te escucho, pana”, le dije, “tu casco no te deja
hablar. Lo importante es: Izquierda, Rápido. Izquierda, Rápido. Apréndelo”.
Mi monólogo fue
interrumpido porque giré por Mascote, mientras él continuó de largo por Lascano.
Eran las 7:05. El partido iba 0 a 0*.
*
Partido entre Uruguay y Egipto, que ganó Uruguay por 1 a 0 con un clásico
trinomio yorugua: córner, cabezazo y
gol de último minuto.
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