Me animo a escribir así, en
primera persona, porque nos conocimos alguna vez en persona. Queda registro de
ello en TuTubo:
[Con un Rodas que parecía
una persona funcional, una Cynthia bronceada y yo con barba de Lincoln. Además,
¡Páez sobrio! Life is such a random thing]
Recuerdo que cuando ese
día conversamos durante el desayuno, comprobé una vez más que la política es un
juego de máscaras, una representación (a veces palurda, etc., pero una representación
al fin y a la postre) y que, por fuera de esa arena, uno tiene muchos motivos
para generar vínculos con los demás.
Y es que hay pocotón de
temas que son mucho más importantes que las diferencias entre izquierda y
derecha, como por ejemplo, la supervivencia de nuestra ciudad. Guayaquil tiene
graves problemas en su tráfico vehicular (la sexta ciudad más traficada en
América del Sur), en sus pocas y disfuncionales áreas verdes, en la ausencia de
una planificación integral… pero ninguna es tan grave como el riesgo que corre
Guayaquil de inundarse a unos 30 a 50 años de su bicentenario de independencia.
Para el 2050, por ejemplo, una investigación del año 2013 colocó a nuestra
Guayaquil, de entre 136 ciudades costeras de más de 1’000.000 de habitantes, como
la tercera en el mundo (únicamente detrás de Guangzhou y Nueva Orleáns) con las
mayores pérdidas económicas por efecto de la irremediable elevación del nivel
del mar. Con una elevación proyectada de 20 centímetros a 30 años, que es un
cálculo conservador, en Guayaquil se estiman unas pérdidas económicas de
alrededor de 3.200 millones de dólares (mucho de ello por infraestructura
inutilizable, por sub-acuática).
Alcaldesa, este problema
no lo creaste tú: lo heredaste de administraciones anteriores. Pero sí que tienes
la oportunidad para hacer algo al respecto, porque mientras más tiempo pase sin
enfrentarlo, más costosas serán las soluciones para atajar el problema en el
futuro.
Y hay que tenerlo claro: este
es el auténtico problema capital de Guayaquil. Ya tu antecesor es agua pasada,
pero la oportunidad sigue allí. Por “oportunidad”, quiero decir esto: ser la
autoridad municipal que EMPEZÓ a enfrentar, de una manera decidida y eficaz, el
riesgo futuro de inundación de nuestra ciudad, la Alcaldesa que empezó a
proteger a la Guayaquil que ambos queremos de una posible catástrofe.
Y lo digo de corazón,
Cynthia: eso sería de crack. Te
ganarías mi respeto y mi admiración. Porque eso, con independencia de la
bandera política, eso es hacer lo que realmente importa.
1 comentarios:
Estimado, olvidó mencionar al entrevistador "estrella" en tiempos en que 'no' había libertad de expresión 😂
Publicar un comentario