Un único consejo para Cynthia

31 de julio de 2019


Me animo a escribir así, en primera persona, porque nos conocimos alguna vez en persona. Queda registro de ello en TuTubo:

[Con un Rodas que parecía una persona funcional, una Cynthia bronceada y yo con barba de Lincoln. Además, ¡Páez sobrio! Life is such a random thing]

Recuerdo que cuando ese día conversamos durante el desayuno, comprobé una vez más que la política es un juego de máscaras, una representación (a veces palurda, etc., pero una representación al fin y a la postre) y que, por fuera de esa arena, uno tiene muchos motivos para generar vínculos con los demás.

Y es que hay pocotón de temas que son mucho más importantes que las diferencias entre izquierda y derecha, como por ejemplo, la supervivencia de nuestra ciudad. Guayaquil tiene graves problemas en su tráfico vehicular (la sexta ciudad más traficada en América del Sur), en sus pocas y disfuncionales áreas verdes, en la ausencia de una planificación integral… pero ninguna es tan grave como el riesgo que corre Guayaquil de inundarse a unos 30 a 50 años de su bicentenario de independencia. Para el 2050, por ejemplo, una investigación del año 2013 colocó a nuestra Guayaquil, de entre 136 ciudades costeras de más de 1’000.000 de habitantes, como la tercera en el mundo (únicamente detrás de Guangzhou y Nueva Orleáns) con las mayores pérdidas económicas por efecto de la irremediable elevación del nivel del mar. Con una elevación proyectada de 20 centímetros a 30 años, que es un cálculo conservador, en Guayaquil se estiman unas pérdidas económicas de alrededor de 3.200 millones de dólares (mucho de ello por infraestructura inutilizable, por sub-acuática).

Alcaldesa, este problema no lo creaste tú: lo heredaste de administraciones anteriores. Pero sí que tienes la oportunidad para hacer algo al respecto, porque mientras más tiempo pase sin enfrentarlo, más costosas serán las soluciones para atajar el problema en el futuro.

Y hay que tenerlo claro: este es el auténtico problema capital de Guayaquil. Ya tu antecesor es agua pasada, pero la oportunidad sigue allí. Por “oportunidad”, quiero decir esto: ser la autoridad municipal que EMPEZÓ a enfrentar, de una manera decidida y eficaz, el riesgo futuro de inundación de nuestra ciudad, la Alcaldesa que empezó a proteger a la Guayaquil que ambos queremos de una posible catástrofe.

Y lo digo de corazón, Cynthia: eso sería de crack. Te ganarías mi respeto y mi admiración. Porque eso, con independencia de la bandera política, eso es hacer lo que realmente importa.

1 comentarios:

Sarhajú dijo...

Estimado, olvidó mencionar al entrevistador "estrella" en tiempos en que 'no' había libertad de expresión 😂