Hay varios momentos
notables en la intervención del legislador socialcristiano Jaime Nebot el 1 de
septiembre de 1990 (en particular, debido al nivel cosaco de su consumo de alcohol), como cuando advirtió a su
audiencia que él tenía que miccionar sobre la humanidad del legislador
socialista Víctor Granda (aquel célebre “no
puedo pegarte, tengo que mearte”). Pero su momento cumbre es cuando el legislador socialista Enrique Ayala Mora lo
acusa de no saber debatir, mientras los socialistas (según decía Ayala Mora) sí
que sabían.
Matraca lo puteó de lo
lindo:
“¿Qué
socialismo, mamarracho? Vestido de frac, con pipa y tabaco inglés… ¡cojudo!”.
A la voz de “¡cojudo!”,
todo el Congreso Nacional se cagó de la risa. De inmediato, la basureada de
Nebot surtió efecto: Ayala Mora se pintó de colores. De ahí en más, no dijo ni
pío.
Para las elecciones de
febrero de 2017, el cojudo de 1990 se lanzó de candidato a asambleísta por su
provincia (Imbabura) y fungió de co-ideario de quien lo había basureado años
atrás (?). Así, una vez más se
confirmó la ingeniosa frase de Charles Dudley Warner, “la política hace extraños compañeros de cama”.
Por cierto que para estas
elecciones de 2017 Ayala Mora cambió el frac, la pipa y el tabaco inglés por un
chaleco rojo y un eslogan que afirmaba que los socialistas eran más buenos que las fritadas de Imbabura (?). Ayala
perdió la elección, y es probable que con esta derrota se apee de manera
definitiva de la política. De aquí en más, probablemente, ya no dirá ni pío.
Es tentador decir, dados
sus antecedentes, que esto le pasó a Ayala por “cojudo” (established since 1990).
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