Un whisky para espantar al diablo

23 de agosto de 2017


Cuando el fenómeno de El Niño del año 1899/1900 (1) destruyó varios kilómetros de línea férrea, Archer Harman se dirigió con preocupación al general Eloy Alfaro:

Harman: “¿Y ahora, qué hacemos, general?”
Alfaro: “Primero, don Archer, tomemos un trago de whisky para espantar al diablo, luego veremos qué hacer” (2).

Descontando que el diablo no existe, su respuesta es la de un hombre sabio. No en vano partió en dos la historia de este país mal hecho.

(1) Desde el invierno de 1899/1900 se consideran fenómenos de El Niño “muy fuertes” a los sucedidos en esos años y en 1940/1941, 1982/1983 y 1997/1998.
(2) Karl Dieter Gartelmann, ‘Nariz del diablo y monstruo negro’, Tramaediciones, Quito, 2008, p. 107.

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