El 27 de diciembre de 2007 el Presidente uruguayo Tabaré Vásquez promulgó una ley que regula las uniones concubinarias de distinto e igual sexo. Uruguay fue el primer país de América latina en legalizar la relación de parejas homosexuales con alcance nacional (al tiempo de la promulgación de esta ley en Uruguay, la unión de parejas homosexuales era legal en Ciudad de México y Coahuila, en México; Río Grande do Sul, en Brasil; Buenos Aires, Villa Carlos Paz y provincia de Río Negro, en Argentina; en Colombia, la Corte Constitucional les reconoció varios derechos a las parejas homosexuales). Ecuador legalizó la unión de homosexuales en el artículo 68 de la Constitución Política actual y reservó la palabra matrimonio para la unión de parejas heterosexuales*.
En una entrada de su excelente bitácora Escribir para qué (titulada "Los guardianes de las palabras") Leila Macor escribe que los conservadores derrotados “comienzan a entender que la homosexualidad no es una enfermedad y hasta aceptan que los gays necesitan ampararse en la ley. Pero aún defienden lo poco que les queda: la propiedad de la palabra. El derecho a nombrar los cimientos de su dignidad con los términos que consideran que les son propios. Aceptan las uniones legales entre homosexuales, ¡pero que no se les llame matrimonio!”. Esta acertada descripción de Leila Macor permite continuar el análisis que se postuló en una entrada anterior de esta bitácora ("Matrimonio en campo abierto"). Quiero insistir, eso sí, en que la institución del matrimonio no es lo importante (porque como decía el enorme Groucho Marx: “El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución” –siempre he sido, valga decirlo, marxista de la tendencia grouchiana): lo mismo puede una pareja homosexual o heterosexual, si lo desea, vivir dentro o fuera de la institución matrimonial: eso no afecta lo esencial (que siempre es invisible a los ojos, Principito dixit). Pero lo que sí es reprochable en una sociedad democrática que postula en su Constitución Política sólidos principios de no discriminación (como lo es la ecuatoriana con todos los juguetes al menos desde la Constitución de 1998) es la sanción legal de una discriminación verbal “argumentando un supuesto título de propiedad que le confieren la religión y la tradición”, como afirma Leila Macor, quien concluye su entrada con los siguientes cabales términos: “Las palabras son peligrosas: crean realidades, no se debe despreciar su poder. Por eso esta nueva clase de "conservadores derrotados” son posesivos con los adjetivos y sustantivos con que se definieron hasta ahora: porque intuyen que cuando pierdan la batalla de la palabra, habrán perdido la guerra para siempre”. Ojalá la pierdan, porque su credo es discriminar: un credo despreciable.
* Curiosamente, como bien lo argumentó un comentarista (Fernando Abel) en la entrada "Matrimonio en campo abierto", la Constitución Política de 1998 no prohibía el matrimonio homosexual. Se podría argumentar en contra de esta hipótesis que no fue esa la intención de los redactores del texto constitucional y que el Código Civil establecía que el matrimonio era la unión de hombre y mujer, etc. (Azul formuló la primera prevención, DoctorObservador -hoy Observador a secas- la segunda). Lo del Código es insustancial (se puede desarrollar una ley posterior que derogue esos artículos o una interpretación constitucional podría declararlos inconstitucionales por considerarlos discriminatorios) y lo de la intención de los redactores no se sostiene porque los principios que sustentaban a la Constitución Política de 1998 permitían una interpretación en sentido contrario. Así, el artículo 17 garantizaba “a todos sus habitantes, sin discriminación alguna, el libre y eficaz ejercicio y goce de los derechos humanos”, el artículo 18 inciso 2 obligaba a que en materia de derechos “se est[e] a la interpretación que más favorezca su efectiva vigencia”, el artículo 23 numeral 3 garantizaba el derecho a la igualdad ante la ley en términos de “todas las personas serán consideradas iguales y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin discriminación en razón de […] orientación sexual” (artículo 23, numeral 3) y el artículo 37 in fine definía el matrimonio como fundado solamente “en el libre consentimiento de los contrayentes y en la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges”. Dicho lo cual, solo bastaba que atento a esas normas constitucionales el Tribunal Constitucional actúe en consecuencia. Pero los católicos y otros miembros de confesiones retardatarias podían descansar tranquilos: ese tipo de interpretación constitucional era y es rara avis en estos pagos (pobre Ecuador, tan cerca de Colombia y tan lejos de su interpretación constitucional): de veras, nuestra jurisprudencia constitucional es, en términos generales, hoy como siempre, vergonzosa.
P.S.- Yisuscrais contraataca, en solidaridá.
En una entrada de su excelente bitácora Escribir para qué (titulada "Los guardianes de las palabras") Leila Macor escribe que los conservadores derrotados “comienzan a entender que la homosexualidad no es una enfermedad y hasta aceptan que los gays necesitan ampararse en la ley. Pero aún defienden lo poco que les queda: la propiedad de la palabra. El derecho a nombrar los cimientos de su dignidad con los términos que consideran que les son propios. Aceptan las uniones legales entre homosexuales, ¡pero que no se les llame matrimonio!”. Esta acertada descripción de Leila Macor permite continuar el análisis que se postuló en una entrada anterior de esta bitácora ("Matrimonio en campo abierto"). Quiero insistir, eso sí, en que la institución del matrimonio no es lo importante (porque como decía el enorme Groucho Marx: “El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución” –siempre he sido, valga decirlo, marxista de la tendencia grouchiana): lo mismo puede una pareja homosexual o heterosexual, si lo desea, vivir dentro o fuera de la institución matrimonial: eso no afecta lo esencial (que siempre es invisible a los ojos, Principito dixit). Pero lo que sí es reprochable en una sociedad democrática que postula en su Constitución Política sólidos principios de no discriminación (como lo es la ecuatoriana con todos los juguetes al menos desde la Constitución de 1998) es la sanción legal de una discriminación verbal “argumentando un supuesto título de propiedad que le confieren la religión y la tradición”, como afirma Leila Macor, quien concluye su entrada con los siguientes cabales términos: “Las palabras son peligrosas: crean realidades, no se debe despreciar su poder. Por eso esta nueva clase de "conservadores derrotados” son posesivos con los adjetivos y sustantivos con que se definieron hasta ahora: porque intuyen que cuando pierdan la batalla de la palabra, habrán perdido la guerra para siempre”. Ojalá la pierdan, porque su credo es discriminar: un credo despreciable.
* Curiosamente, como bien lo argumentó un comentarista (Fernando Abel) en la entrada "Matrimonio en campo abierto", la Constitución Política de 1998 no prohibía el matrimonio homosexual. Se podría argumentar en contra de esta hipótesis que no fue esa la intención de los redactores del texto constitucional y que el Código Civil establecía que el matrimonio era la unión de hombre y mujer, etc. (Azul formuló la primera prevención, DoctorObservador -hoy Observador a secas- la segunda). Lo del Código es insustancial (se puede desarrollar una ley posterior que derogue esos artículos o una interpretación constitucional podría declararlos inconstitucionales por considerarlos discriminatorios) y lo de la intención de los redactores no se sostiene porque los principios que sustentaban a la Constitución Política de 1998 permitían una interpretación en sentido contrario. Así, el artículo 17 garantizaba “a todos sus habitantes, sin discriminación alguna, el libre y eficaz ejercicio y goce de los derechos humanos”, el artículo 18 inciso 2 obligaba a que en materia de derechos “se est[e] a la interpretación que más favorezca su efectiva vigencia”, el artículo 23 numeral 3 garantizaba el derecho a la igualdad ante la ley en términos de “todas las personas serán consideradas iguales y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin discriminación en razón de […] orientación sexual” (artículo 23, numeral 3) y el artículo 37 in fine definía el matrimonio como fundado solamente “en el libre consentimiento de los contrayentes y en la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges”. Dicho lo cual, solo bastaba que atento a esas normas constitucionales el Tribunal Constitucional actúe en consecuencia. Pero los católicos y otros miembros de confesiones retardatarias podían descansar tranquilos: ese tipo de interpretación constitucional era y es rara avis en estos pagos (pobre Ecuador, tan cerca de Colombia y tan lejos de su interpretación constitucional): de veras, nuestra jurisprudencia constitucional es, en términos generales, hoy como siempre, vergonzosa.
P.S.- Yisuscrais contraataca, en solidaridá.
24 comentarios:
bueno ese blog de leila macor. gracias por compartirlo, xavier.
al fin del día, como ya lo han dicho tantos otros, el mayor y más celoso guardián de las palabras es el derecho mismo. el derecho es, entre otras cosas, categorizaciones, definiciones. y las definiciones hacen eso: ponen fines, lìmites. determinan quiénes quedan dentro y quiénes fuera. hasta que los que sobran se cabrean y reclaman su entrada al baile. si alguna posibilidad emancipadora tiene el derecho está precisamente en dar respuesta a esos reclamos de inclusión. (¿boaventura, dixit?) lástima que, como dices, nuestros magistrados no suelen dar talla. pero no son solo ellos. acabo de leer una entrada en el blog de endivio y, a riesgo de dispararme en el pie, le concedo que cuando abogados se involucran en una disputa lo común es que la estupidicen. por suerte, no siempre.
azul
ps. y por cierto, cuando me referí a la falta de intención de los constitucionalistas del 98 no lo planteé como contra-argumento ganador sino simplemente como apreciación fáctica. es más, creo haber sugerido que si la definición del código civil hubiera sido cuestionada, al juzgador no le habría quedado sino reconocer su incompatibilidad con los artículos de la constitución del 98 sobre el matrimonio y sobre el rechazo a la discriminación en razón de orientación sexual, que aquí mencionas.
...discriminar: un credo despreciable. (sic)
Veamos. Hay hechos en la vida y en el mundo que no se los puede negar, ni se los puede tapar, ni por mas correcto que se quiera ser desde el plano político. "Life is unfair, and it was never meant to be fair" Partiendo de esa premisa, en el mundo existe gente alta, así como lo hay pequeña, los hay gordos, las hay flacos, habemos los guapos, y las feas, las gordas horrorosas y las mijas de colegio, gente rica y gente pobre; gente mas inteligente, y menos inteligente; mas educada, y menos educada, las hay mas putas y las hay mas recatadas, tenemos momias cocteleras, y tenemos a los correctísimos miembros de PAIS. Son las inequidades de la vida que están ahí desde siempre, desde Adán y Eva o su equivalente en la evolución humana como un acto donde la mando de Dios está por detrás (si se es creyente) o desde que dejamos de ser simplemente meros primates y articulamos el lenguaje como herramienta no solo de comunicación, sino de construcción y destrucción, si se quiere ser díscolamente agnóstico o ateo y aceptamos la aleatoriedad del universo, como nuestra casual presencia en él.
Sea como sea. Los 5 sentidos de los que estamos dotados, no solo sirven para percibir, o para distinguir, sino que también sirven para... ¿qué creen? discriminar!
Nuestra inteligencia nos sirve para desarrollarnos, interactuar, crear, destruir, discernir, y para... (otra vez) ¿qué creen? discriminar!
Discriminar es algo innato en los hombres (me refiero a seres humanos, tanto machos como hembras... wow! he hecho otro acto de discriminación dentro de nuestra propia especie: establecer los géneros.) Es natural como defecar o hablar pavadas. ¿Cómo entonces, un acto tan natural puede pasar a ser algo despreciable? El sofisma está planteado.
El DRAE:
discriminar.
(Del lat. discrimināre).
1. tr. Seleccionar excluyendo.
2. tr. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.
Ambas acepciones son válidas.
Si una persona comparte las ideas progres, supuestamente modernas, de "avanzada", no merece la condena de los intelectualoides de hoy. Esa persona es sensible, respetuosa de los derechos humanos y sobre todo, forma parte de ese invisible club, en donde no se admiten otras ideas que no sean aquellas de modernidad.
Resulta entonces que, ser o tener ideas de "avanzada", "pensamiento moderno" y hasta los propios "derechos humanos" van de la mano con la moda, la novelería y sobre todo con el grado de descomposición social, decadencia y permisivismo de una sociedad. Son asuntos cuyos postulados y principios varían con la época; y lo inaceptable de hoy, fue lo apropiado ayer. Son actitudes muy volátiles y cambiantes, que no acusan recibo de una razón lógica o valores inamovibles, sino de razonamientos acomodados al antojo mundano y generalizado.
En la antigua Grecia, aquella que sucumbió ante el Imperio Romano, esa que fue absorbida por los hijos Remo y Rómulo, el culto al cuerpo y la homosexualidad se impusieron por encima de cualquier otra idea, esto en parte la llevó a su decadencia y al mismo tiempo fue un elemento de la misma. Decadencia tal, que la vida humana tenía un valor, dependiendo de muchísimas otras circunstancias, excepto, el mas básico y elemental, el respeto al derecho a vivir. La mujer era simplemente un ornamento, instrumento de placer y mal necesario para la continuación y preservación de la especie, la mentada cultura griega. El pensamiento moderno de aquella época condenaba y consideraba retardatario todo aquello que se oponía a dicha corriente de comportamiento.
Las mujeres de hoy, defensoras de los mal entendidos derechos de "género", son un caso análogo, que sin querer o sin darse cuenta, empujan con sus "activismos" a que la sociedad les otorgue ese mismo sitial que en la época griega. Reniegan de su útero. Tal parece, la naturaleza es la machista, que las ha condenado al acto mas cruel: la materninada. Pero bueno, esto es solo un detalle paralelo, a propósito del asunto de la discriminación y la decadencia.
Los aficionados a la mariconada, (creo que me asiste el derecho a expresarme así, pues ya lo dijo alguien antes, lo políticamente correcto, simplemente es una forma de censura a mi derecho a la libre expresión) sus benefactores, sus simpatizantes o sus defensores de ciertos derechos humanos, condenan y repudian a todo aquel que considere tal acto, una aberración y una anormalidad (fuera de la norma.) Yo pregunto, ¿el acto mismo de condenar y repudiar y hasta de estigmatizar a todo aquel que expresa de manera libre su contrariedad ante el conformismo y laxitud moral de otros, no es también un repudiable acto de discriminación? ¿Repudiar a quien repudia otra cosa no es un acto de discriminación? Ojo, yo he hablado de la mariconada, mas no de los maricones. El maricón se merece todo mi respeto, sus actos dentro de la esfera sexual, pública y moral no. ¿Se condena al reo por sus actos, o por su naturaleza o lo que de ella ha hecho durante su vida? ¿Mi moral es inferior a la de aquellos laxos y permisivistas? ¿Lo dice quién? ¿Dios? ¿Un ente superior? ¿Por qué mi juicio moral es deleznable ante los ojos de un grupo de "modernos" noveleros que creen que lo "in" es aceptar comportamientos anormales, y mientra propenden con ello, convertir dichos actos en la norma, desplazando lo normal, y denigrando lo natural?
You are so open minded, that you end up being close minded in your open mindness.
"Los católicos y otros grupos retardatarios".(sic) Yo creo que en igual respuesta, y acudiéndome los mismos derechos que le asisten a quien emite esa sentencia, puedo decir entonces, los maricones, y los progres que convierten a la excpeción en la norma.
Resulta entonces, que aquellos que se consideran de mente abierta, que desprecian cualquier tipo de ortodoxia y fundamentalismo, terminan por volverse unos meros fundamentalistas, el momento en que son incapaces de tolerar mentalidades "menos" abiertas que las de ellos. Y para colmo de males, se burlan de matrimonio, del concepto clásico de éste, no creen en dicha institución, pero defienden el derecho de los maricones a tal acto, por más absurdo que a estos modernísimos pensadores, les parezca. Insisten en que se lo llame así: matrimonio, solo por el capricho semántico, pues el concepto y la frase: uniones civiles, no les son suficientes, ni les satisfacen, aún cuando ante la ley, esas sociedades mariconales, (uniones civiles) ya son equivalentes a las conyugales tradicionales, en cuanto a derechos y obligaciones. Es entonces, el simple capricho de querer infestar con decadencia y descomposición social, hasta las leyes y su semántica.
El único día en que no haya discriminación, será aquel en que todos vistan con unos mamelucos verdes, y caminen en fila india a todo, y no puedan hacer nada diferente, no porque se les imponga a la fuerza, sino porque cualquier acto volitivo o de libre albedrío atentaría contra el deseo de igualdad de la mayoría. Todos uniformes y parejos, incapaces de accionar su libre albedrío por temor a que sus actos sean considerados y condenados como una forma de discriminación. Ele mierda! El comunismo recalcitrante y ortodoxo, es entonces, la forma pluscuamperfecta de evitar la discriminación. Pero entonces, la libertad de pensamiento, un derecho humano, es, por los procesos intelectuales y volitivos que ésta involucra, una forma de discriminar. Ele mierda otra vez! Los derechos humanos no tienen cabida en el comunismo. El derecho colectivo, el derecho del proletariado está por encima de cualquier individualismo. El todo prima sobre las partes. Toda forma de pensamiento, cuanto mas cerca está del comunismo, se opone en mayor medida a las libertades individuales. Otra vez, eso demuestra que tanto las ideas de izquierda, así como las de derecha son incompatibles con la vida humana equilibrada. Ambas son unas anacronías impracticables en su absoluta pureza, a menos que la una integre a la otra y viceversa. Mientras mas se tire hacia la izquierda, mas se pone en peligro la libertad, mientras mas se tire hacia la derecha, mas se aboga por la mezquindad y el "amiquechuchismo" o como diría el amigo Dany Ayala de manera mas criolla, parroquiana y coloquial, se impondría la ley "del caduno-caduno"
El hombre no avanza en materia de derechos humanos, éstos se acomodan a las costumbres del hombre en las diferentes épocas.
Kojudo Mayor:
Como bien has dicho, la discriminación es, como dirían los americanos (en alusión a la canción de Piero), "a two way street". El truco estaría en no aceptar una determinada postura, pero respetándola -lo que siempre me ha parecido una gran paja (al igual que aquella frase que te repetían en el colegio "entre más amitad, más respeto" ¡¿Quién se podría tragar un sin sentido semejante?!...)-.
Tu visión ultra-conservadora de lo que debe ser la vida en comuidad me choca, pero como bien has mencionado, está el factor "quemichuchismo" que me impide discriminarte por anacrónico -o quizá con sólo llamarte anacrónico te estoy discrminando, jaja, ya ni lo sé). Es cierto, es sólo cuestión del tiempo transcurrido lo que nos hace ver una postura como errada o inmoral, pero ese es el problema con la moral en general; toda moral es subjetiva -Woody Allen se excepcionaría al respoder que la subjetividad es objetiva, pero esa es otra historia-.
Ahora, cuando digo visión anacrónica, me refiero específicamente a cualquier visión que extraiga su moral de una postura religiosa, pues la religión se basa precisamente en eso: en tener la razón, y la verdad absoluta "por los siglos de siglos, amén". Cualquier religión, salvo que sea una inventada en este instante, con los valores, y principios de hoy, sufre de una terrible miopía para entender procesos sociales. Lo que para un religioso fue reprochable hace 5000 años hoy todavía lo es, y esa no es una poatura válida, en sociedades en continua evolución.
Lo que mencionas acerca de que la homosexualidad llevó al Imperio romano a la ruina, pues, ehm... No lo creo. Creo que habría que revisar mejor ese dato...
Xavier:
Respecto a tu visión de la inconstitucionalidad de la institución del matrimonio exclusivo para heterosexuales, pues debo diferir.
No creo, como jamás he creído desde que me percaté de ese detalle allá en mi primeros años de derecho, que el Código Civil, esté cometiendo una incostitucionalidad al no permitir el matrimonio gay. La Constitución debe buscar la más absoluta generalidad -o flexibilidad-, que permita la evolución de la sociedad y sus leyes, sin ser necesaria una referoma constitucional.
Las leyes, deben siempre reflejar el sentir de un pueblo en el momento que se aplican, y yo personalmente, creo que el Ecuador no está listo para el matrimonio gay. La belleza de la constitución del 98, era precisamente dejar la puerta abierta para cuando la sociedad estuviera lista a aceptar el matrimonio entre parejas del mismo sexo, y en ese punto, en aquel momento histórico, el H. Congreso vía simple ley de reforma al código civil, podría haberlo aprobado.
Claro, ese es mi criterio. Sí me parece viable el tuyo, pero, una vez más, cae en la subjetividad de lo que cada quién cree correcto en aplicación de leyes.
Me resulta gracioso que alguien como KM se pueda tomar el tiempo necesario para tipear tan largo comentario y no pueda pausar 5min para pensar lo que se esta escribiendo.
Que en el post se critica específicamente la discriminación por parte del estado esta creo muy claro, pero KM se pierde en argumentos acerca de "discriminar es algo innato en los hombres blah blah blah".
Luego califica de novelería la lucha por los derechos civiles de las minorías, atribuye la derrota de la Liga Aquea en Corinto al "culto al cuerpo y la homosexualidad", caracteriza el "comportamiento" homosexual como anormal - ignorando la etología de los últimos 30+ anios -, apela al "concepto clásico del matrimonio" (?), acusa a los homosexuales de comunistas (!) etc. Increíble.
Para mi las batallas semánticas son lo de menos, lo importante es que el estado no debe discriminar a nadie basándose en su orientación sexual, y debe ofrecer a parejas homosexuales exactamente los mismos derechos y protecciones que a las de diferente sexo. Es una simple cuestión de igualdad ante la ley.
KM por favor "get a life". Es increíble que en un comentario tan largo no haya ni idea con base en argumentos sólidos, y si la hay está muy bien escondida entre tanta sinrazón.
Hablando de Groucho Marx no sé por qué me acordé de esta frase de su autoría "Habla como un idiota, parece un idiota, pero no se confunda, es un idiota".
No podía ser de otra manera. El espíritu correísta ha invadido vuestro pechitos.
Veo en algunos de mis "adversarios" morales un seria deficiencia en la lectura.
Primero, si se molestan en leer bien y despacio, haciendo caso a los signos de puntuación y exclamación, podrán, de pronto, ver que yo no he discriminado a los homosexuales, pero si considero al comportamiento homosexual como una anormalidad, entendida ésta, como un comportamiento fuera de las 2 desviaciones estándar.
Segundo, yo no me he opuesto a que los maricones tengan derechos y que éstos se plasmen en las famosas uniones civiles. Eufemismos mas, eufemismos menos, unión civil es el equivalente a sociedad conyugal, (léase matrimonio) en la cual, ambas partes : tanto el que sopla la nuca, como el que muerde la almohada, gozan de los mismos derechos y obligaciones que cualquier pareja heterosexual que ha constituido una sociedad conyugal. La crítica va hacia el punto de que los pro-mariconada, (o sea estos dos Fernandos y el Carlos) quieren cambiar la semántica de la jerga legal y de las leyes, para cerrar con broche de oro, la aceptación de de un comportamiento decadente, espejo de una descomposición social, que hoy por hoy, es vista como lo "cool" y lo "in" por ciertos progres.
En cuanto a mi alusión histórica, yo dije bien clarito, que una de las características de la decadencia de la cultura griega era la mariconada, y de como ésta había sustituído en importancia a la familia y a la mujer, la misma que quedó relegada a ser ornamento, instrumento de placer y receptáculo de fertilidad y de procreación. Nunca dije que el imperio romano cayó por los maricones. Pero si afirmé que un elemento importante de la decadente cultura griega, fue la sublimación de la mariconada. ¿Entendinguichu?
Debo recordar, y al mismo tiempo emplazar a mis "contrincantes" a que me demuestren un estudio científico válido y certero, en que se pueda atribuir lo genético a la mariconada. La mariconada es un comportamiento humano adquirido, con vínculos en las influencias del medio externo que nos rodea, mas, hasta la fecha, no ha habido científico alguno que pueda demostrar, en el cromosoma número tal, existe un gen que dice, tu vas a ser maricón. No hay tal, y a las pruebas, y la falta de ellas, me remito. De lo contrario, sería una tragedia para muchos, como Xaflag, que se jacta de Don Juan Tenorio, que alguien le diga, que en sus genes está el que dictamina la mariconada. Entenderíamos entonces que sus actividades licensiosas con sendas féminas son actos contranatura, pues se oponen a su esencia biológica y genética, marcada desde el nacimiento por la mariconada... Eso por fortuna no existe. No hay base biológica para la mariconada. El hermafroditismo y la ambiguedad genital, son otros cuentos, y la mayoría de maricones son 46XY y las lesbianas 46XX.
Corrección: quise decir que el hermafroditismo y los casos de ambiguedad sexual-gonadal son cuentos a parte, es decir, son las excepciones, en donde el comportamiento homosexual no puede ser considerado como tal, pues no existe una clara definición morfológica-fisiológica-anatómica que permita identificarlos como macho o como hembra. La condición sine quanon para practicar la homosexualidad es la de ser macho o hembra bien definidos genital y genéticamente hablando. Los homosexuales (lesbianas y maricas) son seres humanos cuyas características gonadales y genómicas están bien claras. Sus preferencias son las que varían, fruto de la influencia externa.
Nature vs Nurture is bull shit when it comes to mariconadas. Los maricas no nacen, se hacen, y la ciencia no ha podido demostrar lo contrario.
KM: ¿Cuál es la diferencia en que sea genético o no el hecho de ser homosexual? Quisiera entender en qué cambia eso el debate planteado en la bitácora.
Puro bla, bla, bla sin fundamento, tanto así que terminas escribiendo sobre los hermafroditas.
Por cierto, gracias por lo "progre", primera vez que se refieren a mí como tal.
KM:
"En la antigua Grecia, aquella que sucumbió ante el Imperio Romano, esa que fue absorbida por los hijos Remo y Rómulo, el culto al cuerpo y la homosexualidad se impusieron por encima de cualquier otra idea, esto en parte la llevó a su decadencia y al mismo tiempo fue un elemento de la misma."
A ver... Grecia no tuvo un verdadera decadencia. Fue conquistada por los romanos, así que como cientos de civilizaciones más. Alejandro Magno conquistó todo el mundo conocido, y siempre hemos sabido de sus "pasiones" por su personal bélico.
Es muy cierto, la "mariconada" es un compartamiento humano que no está de ninguna manera determinado por factores geénticos. En eso estamos de acuerdo. Pero KM, el comportamiento heterosexual tampoco está determinado genéticamente de ninguna forma. ¿No podría también decir un maricón que tu opción de desear a una mujer es tán válida como la suya de desear a un hombre? Por lo menos, genéticamente hablando... En otras palabras, no creo que el camino de la génetica es que quieras usar.
Saludos.
Pues yo concuerdo con KM en que la vida es injusta. Si fuera justa a él no le habría tocado vivir en estas épocas de decadencia moral y debacle social que tanta bilis le consumen... En todo caso, propongo que practicantes, beneficiarios, apoyadores y detractores de la mariconada, regresemos al cauce más interesante que propone el post. y evitemos dar vueltas en obvias falacias naturalistas, ad ignorantiam, et al.
Fernando Abel, saludos. Concuerdo contigo con que la sociedad ecuatoriana no está preparada para muchas cosas. Alguien lo ha hecho evidente aquí, no estamos preparados siquiera para armar argumentos peor aún debatirlos. Sin embargo, el ideal de los derechos humanos es que cada individuo merece igual consideración y respeto por el simple hecho de ser humano, aquí y ahora. Obviamente el derecho mismo, guardián celoso del status quo, no siempre ayuda. Pero el caso es que la constitución del 98, sin querer queriendo, bajó la guardia y bueno, pues, la vida se portó así injusta con los bigots. Yo coincido con Xavier que puesto a interpretar el juez no podía (a la luz de esa constitución) sino declarar inconstitucional el artículo del código civil sobre el matrimonio. Y no solo porque la constitución no solo no distinguía en el caso del matrimonio sino por todas las otras disposiciones que rechazaban la discriminación genérica y expresamente por orientación sexual que Xavier ha señalado. El que la sociedad ecuatoriana no estuviera preparada no es, creo, un argumento jurídico. El más activista de los jueces no habría podido sostener eso. Ojo, que me refiero al caso de que se hubiera interpuesto una acción, coincido contigo con que vía reforma legal no habría pasado en el congreso.
azul, hecha e izquierda
Fernando: “KM por favor "get a life". Es increíble que en un comentario tan largo no haya ni idea con base en argumentos sólidos, y si la hay está muy bien escondida entre tanta sinrazón. (sic)
Si te sientes ofendido o aludido, exprésalo, pero lo que dices aquí no es ni lo uno, ni lo otro, pero si es una verdadera sinrazón carente de argumentos. ¿Rebatiste algo de lo que dije? No hay evidencia de tal. “Es mejor cerrar la boca y dejar que otros piensen que se es pendejo, que abrirla y confirmar tal idea” parafraseando a Abraham Lincoln.
”¿No podría también decir un maricón que tu opción de desear a una mujer es tán válida como la suya de desear a un hombre? Por lo menos, genéticamente hablando... En otras palabras, no creo que el camino de la génetica es que quieras usar.” (sic)
Y solo para que te instruyas un poco, el instinto reproductivo animal está enmarcado en los cromosomas sexuales XY y XX. Los defectos en ellos, alteran el comportamiento sexual de los seres humanos. El instinto sexual reproductivo existe, te guste o no. La forma como canalizas ese instinto, en base a gustos distorsionados o coherentes, es otra cosa. Es decir, la naturaleza nos ha provisto con un bagaje genético que garantiza la preservación y perpetuación de la especie a través del tiempo. Los cromosomas sexuales y el medio ambiente se mezclan para determinar tu fenotipo sexual. Por otro lado, el fenotipo de petulante y charlón demagogo que despotrica sin aportar argumentos, no lo busques en tu madrecita, o en tu padrecito, mírate al espejo, mejores respuestas encontrarás.
Azul: eres la confirmación encarnada de lo que dije en un principio: “you are so open minded, that you have become close minded in your own open mindness” Y si el pinche inglés no te puede, te lo digo en quiteño: estás tan convencida de tu verdad y mentalidad abierta, que no aceptas, ni toleras otro tipo de mentalidad que no sea aquella que se empata con tu propia mentalidad abierta; o, tu mentalidad abierta te cierra a oír otras mentalidades, a las cuales tu descalificas por no ser de tu tala.
Por lo demás, debo insistir en que mis detractores no han esgrimido un solo argumento en contra de los míos, y solo se han esmerado en condenarme, criticarme, atacarme, pero no han sabido ascender al nivel de rebatir el mensaje, y olvidarse del mensajero. Un acto propio de los mas encomiables feligreses correístas. Se escabullen en las diatribas y los epítetos, y huyen a replicar con razonamientos. ¡Valientes hijos de la revolución ciudadana! (cayendo ahora si, en lo mismo que critico párrafos antes, si así lo prefieren)
Debo agradecer nuevamente al dueño del changarro por permitir estos pseudodebates. En eso si estoy de acuerdo, no estamos preparados para rebatir ideas sin dejar de meternos con el que las emite. Ninguno rebatió mis argumentos, solo se limitaron a fustigarme por mi posición. LQQD.
KM: antes que nada, gracias por escribir. Sobre tu primer comentario (volveré sobre los otros después) te expreso las siguientes consideraciones:
1) Sobre tu concepto de discriminación: tú afirmas que la segunda acepción de la DRAE (esto es, “dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, político” es una acepción válida. (Quiero suponer que lo afirmas porque estimas esa acepción válida para describir el concepto “discriminación” y no porque la consideres válida como norma de conducta.) En todo caso, para discutir con propiedad este tema, empecemos por diferenciar los conceptos “distinción” y “discriminación”: en la dogmática de los derechos humanos toda distinción es legítima siempre que: a) el acto tenga una justificación razonable; b) el acto sea proporcional para conseguir el fin que se propone; c) el acto persiga un propósito legítimo en materia de derechos humanos. Se entiende que el acto es discriminatorio cuando la distinción que se realiza no cumple con alguno o algunos de los presupuestos anteriores. Dicho lo antecedente, entonces, los sentidos y la inteligencia a los que haces referencia sirven para distinguir (entre un argumento inteligente y una imbecilidad, por ejemplo) y mucho de la enumeración de tu primer párrafo forma parte de este ámbito de distinciones: otra parte de esa enumeración, sin embargo, no lo es o puede no serlo (volveré en el punto 8 sobre este particular).
2) Sobre tu “genealogía” de los derechos humanos: analicemos los propios términos de tu comentario: los dos primeros (moda y novelería) omito analizarlos porque no tienen visos de seriedad conceptual; me interesa el término “permisivismo” el que, corrígeme si me equivoco, lo interpretas en el sentido de permitirse en la actualidad (al amparo de los derechos humanos) conductas que otrora eran prohibidas (sea legalmente o en razón de costumbres de arraigada práctica), conductas éstas que han conducido a la sociedad a tus otros dos términos, esto es, a la “descomposición social” y a la “decadencia”. En efecto, KM, es cierto que el desarrollo histórico de los derechos humanos ha conducido al respeto y la garantía del desarrollo cada vez más amplio de las libertades individuales: en ese sentido, los derechos humanos han “permitido” (para utilizar tu término) la puesta en práctica de una serie de libertades en materias sensibles (por ejemplo, libertad de religión y conciencia, libertad de expresión, derechos sexuales y reproductivos) que han contribuido a descomponer y precipitar a la decadencia ciertos patrones de conducta otrora sólidos (que se sostenían, digámoslo de una vez, en los solemnes y pesados términos Dios, Padre y Patria –que en realidad significan Miedo, Amo y Jaula). Si esta permisividad que tú le atribuyes a los derechos humanos ha contribuido (como en efecto yo creo que lo ha hecho) a descomponer y precipitar a la decadencia semejantes patrones de conducta, así como a ampliar el desarrollo cada vez más amplio de las libertades de los individuos, yo no encuentro ocasión para formularle ningún reproche a ese desarrollo histórico de los derechos humanos. Todo lo contrario.
3) Sobre tu argumento de la “anormalidad” y la “naturaleza”, me expediré en otro momento porque el debate ha continuado en comentarios ulteriores. Pero tomo nota del mismo, porque no pocas cosas pueden decirse de semejante afirmación. En todo caso, te hago notar que en esta entrada no se hace ninguna referencia a la naturaleza de la orientación homosexual, asunto éste que es totalmente irrelevante para efectos del reproche que la entrada formuló.
4) Entremos en materia de lo que propone la entrada: es gracioso, KM, que hayas enunciado tantas cosas (tus raptos de entusiasmo son conmovedores) pero tan poco sobre el tema que propone la entrada (pero avanti, tus otras miradas abundan, sin perderlo, el debate). La entrada propone algo simple: si tenemos (como la tenemos, porque la Constitución del ’98 lo decía y la actual lo dice, ambas con todos sus letras) normas constitucionales que suscriben el derecho a la no discriminación, ¿por qué mantenemos normas que discriminan? La respuesta a esta pregunta, es obvio, excede el ámbito de lo jurídico y tiene relación con aspectos culturales de la sociedad en que vivimos. Todo lo que sugiero, entre esta entrada y otras anteriores (al amparo del buen Yisuscrais) es tomarnos los derechos en serio y desacralizar una institución (el matrimonio) y erradicar el último guetto (el lenguaje) de quienes no aceptan que otros puedan ser iguales que ellos en derechos (porque, convengamos, nadie está obligando a nadie a ser homosexual, eh). Ahora, quienes son intolerantes seguirán siéndolo; pero el Estado (y esto es lo importante) no amparará su intolerancia con normas que mantienen compartimentos-estancos que convierten a unos ciudadanos en ciudadanos plenos (porque acceden a ciertas X cosas) y a otros ciudadanos en ciudadanos de segunda (porque no pueden acceder a esas mismas X cosas).
5) Ummmm, tu alucinación sobre los mamelucos verdes y el comunismo no me interesa, KM. Ni lo propuse yo en el post, ni nadie lo ha comentado. Lo dejaré ahí, en el patio de tus elucubraciones, en el olvido que merece.
6) Una aclaración: yo defiendo (lo hice en uno de mis primeras columnas en El Universo, ante unos comentarios que revelaban la pobreza ideológica de Cynthia Viteri) la existencia de la díada derecha e izquierda, en la medida en que esa díada representa los valores de libertad e igualdad, respectivamente. Aquellos que claman que “el pueblo sólo quiere trabajar” o que pertenecen al “centro ideológico” (¡?) o son tontos o hipócritas (o una infeliz y torpe mezcla de ambas cosas).
7) Una justificación no pedida pero necesaria en razón de una referencia tuya: cuando hice referencia a la iglesia católica como una entidad retardataria, lo hice con pleno conocimiento de causa. Mis desprecios no son gratuitos, los cultivo al detalle (acaso menos que mis aficiones, las que me deleitan). Si quieres debatir el tema, encantado. Es probable, en todo caso, que escriba una entrada al respecto, l’infame lo amerita.
8) Finalmente, una opinión sobre tus citas en inglés. La primera, life is unfair, and it was never meant to be fair. Ante esto, says who? Porque de que en la vida existan injusticias (lo que es evidente) no se sigue necesariamente que esas injusticias merezcan permanecer, ni se sigue que no se pueda plantar cara para atenuarlas o eliminarlas. Mucho puede decirse al respecto, por supuesto, desde el ámbito jurídico (derechos humanos, derecho constitucional, etc.). La segunda, you are so open minded, that you end up being close minded in your open mindness, parece ingeniosa: no lo es. El que una persona sea tolerante (traduzco con esta palabra “open minded”) no quiere decir que en casos extremos no deba, en razón del respeto a ciertos valores, ser intolerante con ciertas actitudes que lesionan derechos. Pero no podrás negarme que esa intolerancia opera por excepción y en casos en que se legitima en razón del acto que merece el repudio de quien usualmente es tolerante y en este caso deja de serlo. Quien es “close-minded” (digamos, intolerante) no opera por excepción: excluye a todo aquel que no es como él es o como él quiere que sea (no es inusual que el intolerante sea hipócrita): apesta a párroco o a milico, especímenes usualmente desagradables.
Abundo sobre la primera frase (life is unfair…) volviendo a lo que postulé sobre distinción y discriminación en el punto 1 de mi intervención. Podemos considerar ilegítimas (no en todos los casos, por supuesto, sí en atención a circunstancias concretas) las distinciones (en cuyo caso, hay que llamarlas por su nombre: discriminaciones) en razón de ser “gente rica” o “gente pobre” o en razón de ser “más educada” o “menos educada”. Mucho puede decirse al respecto, primero, desde el derecho a la no discriminación, y a mayor abundamiento, desde el derecho a una vida digna y desde una pléyade de derechos sociales que constan en la Constitución Política de este país (en la actual como en la del ’98 también y con todos los juguetes en ambos casos) y en instrumentos internaciones que este Estado (como tantos otros) se ha comprometido a respetar.
Y abundo, para terminar, sobre la segunda frase (you are so open-minded…). Con fundamento en lo dicho anteriormente, no cabe entender la posición de un open-minded que critica la opinión, digamos (para mantener el término en la cancha) retardataria de otra persona, como una discriminación. La razón para no entenderlo de esa manera es que de acuerdo con la definición de distinción que postulé en el punto 1 de mi intervención, ese acto se encuadra en el uso de un legítimo derecho (el de libertad de expresión): no constituye, entonces, discriminación alguna. Tendrías tú que probar, para mantener tu punto, que una opinión en ese sentido es ilegítima, en razón de los presupuestos expuestos en el punto 1. Y me temo mucho que no podrás hacerlo.
A seguirla. Un abrazo. Saluz.
KM:
Para la enfermedad del discrimen creí que existía una cura y por eso leo a todos los que escriben, creí que de eso se trataba el derecho, o al menos de no joder a nadie cuando se hace evidente.
Lo innato, natural, biológico; también es volátil, puede ser abstracción- dicho por Darwin- eso de la demostración en el método científico, es también una literatura, que pasa por la teoría.
Estoy de acuerdo en lo de los match con la mente abierta y lo in, pero creo también que esta fuera de lugar, no quiero ser zalamera, pero esa postura, muy a lo Cristina Reyes, está bien lejos de aquí. Tener al amigo maricon que es confidente, o preferir al peluquero gay, eso sí que podría definirse como una afición. Si todos leemos a todos prestando atención, mas allá de la puntuación, se da uno cuenta de ese gran ausente, que solo un comentarista menciona.
La anormalidad estadística es una gran idea, lo que pasa es que ese término y no solo la semántica sino la semiología, es lo que ha licenciado a muchos, para no solo discriminar, sino dañar al homosexual.
Por otra parte, creo que entendiste mal la genética, “bagaje genético que garantiza la preservación”, que es eso? Estas reescribiendo o te quedaste en Mendel y las rosas, podrías empezar por biología molecular o por ciencias naturales. Las expresiones fenotípicas tienen planos y niveles que están sujetos en su expresión al ambiente, el XX y el XY, hace tiempo que dejo de ser un determinante únicamente del fenotipo sexual, cuando te refieres a cromosomas, hablamos del genotipo, algo mas pequeñito(gen, triplete, codón) que está dentro de la cadenita (ADN) que forma esas dos letras, que de paso las descubrió una pareja gay, Watson y Crick , que no es solo para el sexo. La expresión gonadal ya es clínica y otra historia, hay que tener otra vida para eso. Solo escribí esto por pura arrogancia y afición, en realidad no creo tampoco que es el tema del debate, en realidad no es un tema, porque es lo que ha permitido justificar las atrocidades que se cometen. Cuando uno trata de refrescarse de los pragmatismo científicos, aparece en el medio “opinando” gente que usa la ciencia, con sintagmas vagos, para allanarlos a sus prejuicios.
El matrimonio es una porquería, pero el matrimonio gay no, ojala fueran solo eso que dices, una pose. El ejemplo heterosexual es triste y solo de imaginar si estuviera obligada a vivir con una mujer, para vivir en sociedad, si nunca pudiera escoger a un hombre. Tener una preferencia y no poder históricamente ejercerla, o lo que es peor tener que esconderla, y ser ultrajado, bien merece un matrimonio, una ley y más. Es lo que entendí desde el post a los comentarios.
KM:
Sólo por hacer una breve refutación a tu pequeño analisis sobre genética, pues...
Veo que has explicado el por qué los seres humanos (hetero y homo, TODOS en general) somos seres sexuales... NO PUEDE SER!!! (sarcasmo).
No has dicho nada KM.
Por lo demás, la "arrogancia" de Amanda, me ha dejado agradablemente sorprendido.
Pues sí, el jueguito de palabras que pretende caricaturizar al open minded como un closed minded solapado es pura palabrería.
El mente cerrada 1 dice “en el conjunto X solo entran A y B”.
El mente cerrada 2 –antagonista del 1- dice ‘en el conjunto X no entra A solo B,’ o variantes afines.
Otro mente cerrada pero no tanto dice en el conjunto X entran “A, B, C y D”
El mente abierta dice “en el conjunto X entran A, B, C, D y todos aquellos contra quienes no pueda yo demostrar razones para negarles la entrada”. (Esto es lo que Xavier llama excluir por excepción, mientras que en los casos anteriores la exclusión es la norma)
El problema del jueguito pseudo ingenioso está precisamente en confundir al mente abierta con el mente cerrada 2 o cualquier variante antagonista del mente cerrada 1. Nice try, though.
En todo caso, si cualquiera de los mente cerrada se siente excluido porque no prospera su mera gana de excluir será por decisión propia no porque el mente abierta lo esté echando. No hay que confundir mente abierta con mamá gallina.
Otra cosa importante es que la carga de la prueba le corresponde al que pretende excluir. Y no, las falacias no son argumentos por mucho que se las trate de disfrazar. KM, si solo llegaste a la clase de la berreada adhominem, te cuento que el universo de falacias es amplísimo. 'Si es natural es bueno y si no malo' es falacia naturalista. Ser no presupone deber ser. Por eso, que en la vida se den situaciones injustas no significa que debamos aceptarlas y no tender a la justicia, como ya aclaró Xavier. Eso es algo que KM mismo reconoce cuando condena al capitalismo y al comunismo porque según el son ‘incompatibles con la vida humana equilibrada’. ¿por qué la condena a ver, no que la injusticia era natural y por tanto irreprochable? Por otro lado, 'como la ciencia no lo ha podido probar' es falacia ad ignorantiam. Restringir conceptos solo para que soporten mi 'argumento' tampoco es válido. Reacomodar la historia menos. No, señor, argumentar no es copiar y pegar de wikipedia...
Pero además, si se pretende aplicar el criterio de ‘lo natural’ (suponiendo que se hubiera superado primero la falacia naturalista) la condena a la mariconada se choca con la realidad: es una práctica natural en el planeta. No es práctica de unos robots hechos por un par de científicos locos en un laboratorio. Es práctica de animales de distintas razas, incluida la humana, cromosomas más y cromosomas menos. Que no sea lo común no significa que no sea natural. La genialidad y la estupidez son igualmente naturales aún cuando la primera sea más excepcional y la segunda más generalizada. Asimismo, si se pretende definir coito natural como aquél destinado a culminar en procreación tendríamos que descartar como antinatural todo encuentro sexual que no cumpla conjuntamente con estas tres condiciones: 1) que al menos una de las partes sea hembra, 2) que la hembra sea fértil; y 3) que el coito se dé exclusivamente en el periodo fértil del ciclo menstrual. Tan ajena a la experiencia humana –incluida la misma heterosexual- es esta caracterización de ‘natural’ que ni la más recalcitrante ala religiosa pretende sostener (muy a su pesar, por cierto).
En todo caso, y esto es fundamental: preguntémonos si estaríamos de acuerdo con que el estado y el derecho entraran a caracterizar y regular los coitos, pues. Creo que la respuesta es no. El coito homosexual masculino ya fue despenalizado hace más de diez años (para pena de KM). Desde entonces, el coito, como tal, es legalmente irrelevante. Ojo, eso no significa que el derecho te discrimine, KM. Que sea legalmente irrelevante no significa que estés obligado a dejar de creer lo que crees sobre 'la mariconada' ni a dejar de decirlo. No te hagas el víctima.
Entonces, toda esta discusión sobre la naturalidad o no del acto sexual no heterosexual (que el universo de las experiencias sexuales humanas exceden lo homo y lo hetero, por cierto) es totalmente irrelevante con respecto al acceso al matrimonio por parte de no heterosexuales.
La situación en este momento es que tenemos dos instituciones equivalentes en efectos legales: matrimonio y unión civil. La primera está vedada a los no heterosexuales sin más razón que “porque no queremos y no nos da la gana.” En ninguna parte de la ley se fundamenta la exclusión. Si el legislador hubiera querido distinguir entre coitos para decir que aquéllos califican para matrimonio mientras que los demás no (aunque sí para uniones civiles), tenía que decirlo. Prefirió no hacerlo por sensatez que se agradece. Y mientras tanto, seguimos en lo mismo: una discriminación sin fundamento, por tanto ilegítima. Un concepto secuestrado por puro arbitrio, que es acerca de lo que este post nos invitaba a reflexionar.
azul
no ha habido científico alguno que pueda demostrar, en el cromosoma número tal, existe un gen que dice, tu vas a ser maricón.
Lo que es un hecho es que la expresión de los genes no depende únicamente de su arreglo estructural. La herencia epigenética no depende de eso pero sí de las influencias externas (que no se quedan en explicaciones rebuscadas de psicólogos con demasiada imagianción). Yo sigo sospechando que la respuesta al enigma estaría por ese lado (y no en un gen misterioso).
Creo que el recelo ante la homosexualidad es entendible, pero no por el alegato de la 'anormalidad', que es absurdo. Estoy seguro que aquello que está fuera de lo normal (desde los ojos negros, la sinestesia o la elevada inteligencia, hasta las conductas que orientan al traslado de bacterias rectales de una persona a otra) es vital para los procesos evolutivos, así que no veo por qué pintarlas con la misma brocha, a mí no me parecerían necesariamente aberraciones ni mucho menos injusticias (ambas evaluaciones van a partir de sesgos cognitivos).
Los derechos de las personas se topan muchas veces con las definiciones artificiosas impuestas por otras personas en forma de leyes.
El derecho natural a la vida, por ejemplo, es limitado de manera artificial en las diferentes legislaciones, en donde, mas allá de la idea indiscutible de que la vida empieza en la concepción, para esas legislaciones, la vida empieza cuando se es persona que puede ejercer y demandar sus derechos o cumplir con obligaciones. Los sabios legistas deciden que no se es ser humano, sino hasta después de los 3 meses, en algunos sitios, recién desde el momento del nacimiento. La escencia del individuo, es decir, su carga genética de 46 cromosomas es la misma desde el momento en que el espermatozoide del padre se fusionó con el de la madre, y dio lugar a una nueva célula con características genéticas diferentes y únicas a las de sus padres. Por lo tanto, por ejemplo, y para que se pueda entender mas luego el resto de mi argumento, la legalización del aborto, atenta contra el derecho a la vida, y antempone los derechos sexuales y otras atrocidades mas de género, por encima de ésta. De manera artificial se define y establece desde cuando -léase estado evolutivo- se debe castigar a alguien que eliminie a un ser humano. ¿Qué diferencia tiene una persona a la edad de 1 año, 10, 20 o 30? Esencialmente ninguna. Lo único que cambia es la edad, es decir, el paso del tiempo, y el momento evolutivo de ese sujeto. En esencia esa misma persona, hace 1, 10, 20 ó 30 años es la misma, y su esencia genética también. Nadie puede negar que los seres humanos, como individuos, tenemos un inicio y un fin. ¿Alguien puede rebatir tal idea? Por lo tanto, la primera célula, fruto de la concepción, con sus 46 cromosomas intactos, es sin duda, el inicio de ese ser humano, cuyo genoma no cambiará hasta que muera.
Aquellos que se tajan las vestimentas porque los homosexuales no pueden casarse, sino unirse civilmente, critican y condenan como un atentado a los derechos humanos, las imposiciones artificiosas en las diferentes legislaciones, que se rehúsan a reconocer y conceder a la palabra matrimonio el significado de unión carnal de dos personas del mismo sexo.
Yo como médico, medio que he leído y he estudiado eso de la genética, se que el fenotipo (la amalgama que resulta de la suma entre medio ambiente y genotipo) homosexual obedece al influjo del primer elemento sobre el segundo. Es decir, un individuo nace XX o XY, y es el medio ambiente y sus influjos, el que determina si el instinto natural de afán reproductivo, prime sus impulsos de atracción física a otras personas del sexo opuesto/complementario, o si, en su lugar, se imponga una afición/inclinación fruto de otras "noxas" o estímulos, que desencadenan una predilección por la concupiscencia con otros del mismo sexo. No obstante, la base genética no cambia. Lo que cambia es lo que el medio ambiente puede desencadenar al actuar sobre esa base genética. De lo dicho, es fácil concluir, como ya se dijo, que el homosexual no nace, se hace.
El tema de este post, no era mucho esa discusión, sino el disgusto que causa a muchos, el hecho de que los homosexuales no puedan unir sus vidas a otros de su clase bajo la simbólica imágen del matrimonio, o de la sociedad conyugal, sino que simplemente pueden unirse de forma civil. No obstante, tanto en las uniones civiles, como en las sociedades conyugales, las partes involucradas, se supone, gozan de los mismos derechos, beneficios y obligacines.
Entonces, para que se entienda mejor lo que quise decir al principio, con mi, para algunos descabellada idea de mentar al aborto, y luego retomar mi perorata sobre los derechos de los homosexuales, es que en ambos casos, las leyes han determinado artificiosamente cosas que atentan contra ciertos derechos.
En el un caso, las leyes, de manera artificial, atentan contra el derecho mas básico de los seres humanos: la vida. Más aún, cuando esta depende de terceros (la madre) y de cuartos (la sociedad) para ser protegida, cuando su indefención es tal, que esa carga genética de 46 cromosomas lucha una batalla interna para dar evolucionar en el tiempo y terminar siendo una persona. Las leyes en ciertos sitios, han determinado que el ser humano comienza, no en la concepción sino a los 3, 4, 8, 9 meses, e incluso, hay quienes proponen que solo se lo considere como tal, cuando haya nacido. Aducen que no puede tener derechos, pues no puede cumplir con obligaciones. Yo pregunto: ¿el guagua recién nacido, puede cumplir con alguna obligación o responsabilidad? No. Entonces sería legítimo el infanticidio, bajo la misma óptica.
Es cierto, el comportamiento homosexual en la naturaleza está presente, las malformaciones congénitas también, las plagas, el cáncer, y el sida también. No creo que por eso, se los pueda considerar normales, y mucho menos naturales. Son excepciones. De cualquier modo, ciertas anormalidades, por el hecho de ser tales, no merecen ser depuestas y que sus derechos sean restringidos. Las costumbres y mucho de la cultura, cosas que la ley no puede imponer cambios de la noche a la mañana, abogan porque la idea de matrimonio o sociedad conyugal, solo involucra a personas de distinto sexo. En democracia, muchas veces, la mayoría impone la pauta a seguirse, sin que eso signifique que estén en lo correcto. No obstante, si nos preciamos de democráticos, debemos aceptar que los que se encuentran dentro de las 2 desviaciones estándar, imponen por preferencia, tradición, religiosidad, etc, esa idea de que matrimonio es solo para los heterosexuales. Con eso, concluyo y demuestro que los derechos de unos, serán siempre o casi siempre menoscabados y denigrados, en aras de otros derechos, cuando de leyes se trata.
Life is unfair, and it was never meant to be fair!
Tienes razón, es una frase lapidaria, pero inconclusa. Es solo la punta del ovillo. Estoy plenamente de acuerdo contigo: el hecho de que la vida no sea justa, y q\de que siga siendo así de injusta, no implica que no se quiera y se tenga una responsabilidad como ser humano, en querer cambiar o revertir esas inequidades. El que se queda en esa frase, y no actúa de alguna manera para que eso cambia, no merece mas espacio ni oídos. No obstante, la discriminación va a seguir presente o latente, mientras hayan leyes. Una ley que defiende un derecho, puede atentar contra otro u otros derechos. La mariconada, como vimos, no pudo encontrar sustento biológico, a pesar que una residente de medicina, fanfarroneara de su escueto conocimiento en biología molecular y lo tildara ególatramente arrogancia. La adaptación de las especies, un temita discutido por Darwin, puede explicar mejor la mariconada.
No veo en que resulta falaz decir que es un acto discriminatorio y fundamentalista, aquel en el que se juzga y condena a quien tiene una visión de las cosas de manera mas ortodoxa, tradicional o “cerrada” Aquellos que realmente respetan a otros y que se jactan, ufanan y precian de ser de mente abierta, no pueden permitirse el lujo de imponer, o legislar para que se legalice su forma de pensamiento, por encima de la de otros. Eso atenta contra los derechos de los menos “open minded”. Llegará el día, por ejemplo, en que la pedofilia, gracias al “lobbying” de algunos “modernos” pensadores, también sea un derecho que deba ser aceptado y no penado ante el imperio de la ley, valiéndonos de las mismas razones y argumentos.. Las leyes son artilugios sintéticos, artificiales que imponen, por supuesta aceptación universal o en su defecto por imposición, una forma de hacer o de ver las cosas. Por lo tanto, los derechos humanos, no deben sustentarse en las leyes, sino al revés, partiendo de los mas básicos y esenciales.
KM:
El asunto de la genética nunca quedó resuelto. No demostraste en ningún momento como el comportamiento heterosexual está biologicamente determinado. Sólo explicaste cómo el comportamiento sexual (a secas) está determiando genéticamente, es decir, LOS SERES HUMANOS somos seres sexuales, premisa ante la cual repito mi exclamación: NO PUEDE SER!!! (una vez más...sarcasmo)
Sobre la reverenda "barrabasada" -así como solía llamar un profesor mío a los peores exámenes del curso- que has esbozado en el segundo parráfo de tu última publicación, no comentaré. Espero que algún otro comentarista tenga el estómago y el tiempo para explicarte detenidamente como funcionan los derechos, qué es una norma jurídica, y qué es lo que busca proteger. Yo, lamento decirlo, pero no tengo la suficiente vocación de profesor aún.
Azul:
Se me olvidó contestarte la vez pasada, me disculpo.
Con lo que yo no estoy de acuerdo es que una ley, pueda aprobar algo con lo que una mayoría en una determinada comunidad no esté de acuerdo. Ya estaríamos hablando del aspecto deontológico de la norma. Habermas describió dicho conflicto entre lo que es la legalidad y la legitimidad de la norma, y que cuando la primera acontece sin la segunda, se justifica la desobediencia civil.
Siendo las leyes, las encargadas de acoger el sentimiento popular de comuninades acerca de la organización que bajo la cual desean funcionar, no veo cómo compaginarlas a la positivización de una norma que la sociedad en general no apruebe.
Pero, claro, strictu jure, tú y Xavier tienen razón.
Al leer los comentarios de este post me acordé cuando la RAE, para honrar la memoria del famoso humorista Fontino Mario Alfonso Moreno Reyes, aka "Cantinflas", aceptó el término "cantinflear" en su diccionario cuyo significado es:
Cantinflear:
1. intr. Cuba y Méx. Hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada.
2. intr. Cuba y Méx. Actuar de la misma manera.
Creo que si los filósofos "Guayacos" contemporáneos que comentan en esta bitácora digital tuviensen más cultura del humor sus posts serían, en vez de meras sandeces, dignas joyas para ser representadas en el Teatro del Angel, ja!
Suerte.
Hey, Chema, si tú mencionas a Cantinflas, yo te retruco con un aforismo de Lichtenberg (los que leo con fruición por estos días en una edición cuya selección, traducción, prólogo y notas las realizó el gran Juan Villoro): "Hay una clase de hueca habladuría que, a través de expresiones novedosas y metáfores insólitas, da la impresión de ser sustanciosa. Como broma, es pasable; en serio, imperdonable". Dicho lo cual, Chema: ¿a quién no perdonas y por qué? Abrazo y saluz.
Fernando Abel,
gracias por la respuesta, pero discrepo. evidentemente si el tema es puesto a votación pierde, pero me pregunto si es ilegítimo, en este caso, contradecir a la mayoría.
Juan Sebastián, al cabo de tantas vueltas, alega lo mismo: las masas tienen 'derecho' a imponer sus preferencias, tradiciones, costumbres, etc. y bueno, sí, generalmente hablando es así. pero cuando ese 'derecho' se choca con los derechos de individuos y grupos minoritarios es muy cuestionable que la vía a resolver sean los números.
yo no soy experta en habermas,por cierto, pero creo que es él precisamente quien propone la democracia deliberativa para salir del conflicto entre derechos y democracia. (es más, creo que él mismo dice que el conflicto es aparente, pero no estoy segura) en todo caso, en democracia deliberativa se supone que nos sentemos a discutir y con razones lleguemos a decisiones (la apelación a las masas, por popular que sea, no es una razón suficiente en un debate deliberativo).
la idea de una democracia constitucional es precisamente que no se deje al arbitrio de la mayoría ni a la popularidad, eso que consideramos los derechos fundamentales de cada ser humano. (por cierto, la justicia de esta idea va obviamente más allá del tema de matrimonios gays)
¿levantar la restricción legal es discriminatorio? ¿por qué? No es que implique que, por ejemplo, las iglesias estén obligadas a casar gays; no significa tampoco abolir el matrimonio heterosexual; peor aún implica penalizar la homofobia. no es obligar a nadie a aceptar a quien no quiere aceptar. el único obligado sería el agente del registro civil que no podría alegar sus tradiciones y costumbres para negarse a casar una pareja gay. ¿obligarlo sería ilegítimo?
yo sigo sosteniendo que la ilegítima es la restricción y no porque yo lo diga ni porque la mayoría piense como yo (que evidentemente no es el caso), sino porque, insisto, no tiene justificación (y, otra vez, al que distingue es al que le toca justificar). ya por aquí aclaró xavier cuáles son las condiciones que justifican las distinciones (que sea razonable, que sea proporcional y que sea legítimo su propósito en el marco de los derechos humanos).
entonces, no, la apelación a la voluntad de la mayoría así sin más calificativo tampoco es justificación. es más, Juan Sebastián, piénsatelo mejor porque por ahí hasta el derecho a la vida corre peligro. (así funcionaba el circo romano, ¿no?. así se ha pretendido justificar también la ablación del clítoris)
saludos azules
ps. y sí, mea culpa, humor me ha faltado. a ver si en otros temas me salen comentarios más graciosos.
Xavier.
Paso de entrar en debate jurídico con los demás comentaristas por mi desconocimento en materia legal, por eso soy fotógrafo, pero si me atrevo a expresar mi opinión sobre los derechos de los homosexuales. No fue hasta el año 2005, cuando se aprobó la ley entre personas del mismo sexo en España, que reflexione sobre la particpación social de los gays y que estan obligados a los mismo derechos y deberes que los heterosexuales. Ante la ley, tienen que pagar impuestos, a ser sancionados si cometen una infracción, etc, entonces, ¿Porqué no pueden ser reconocidos legalmente las uniones entre ellos? Con esta ley dejan de estar al margen y comienzan a ser parte integral de una sociedad para la que siempre fueron invisibles. Yo no me considero ni "progre" ni moderno pero si creo que la lucha de las minorías, siempre que esta sea justa, se merece una opinión objetiva al respecto. Si en el prólogo de la Constitución dice que todas las personas somos iguales ante la ley, el reconocer las uniones entre los homosexuales es una obligacion jurídica más que moral. En cuanto a si la homosexualidad es genética o no, habrá que darle tiempo a la ciencia y esperar a que entre hacer una vacuna accesible a la gente de África para curar el sida y erradicar el cólera del mundo hagan los estudios pertinentes.
Para terminal me gustría citar al divertido Groucho:" Estos son mis valores y si no te gustan, tengo otros." ja
Suerte.
P.d. Xavier, creo que deberías desarrollar este post al siguiente nivel, las adopciones entre homosexuales. Como referencia entre las opiniones contrarias mira esta: http://www.elpais.com/videos/sociedad/ninos/adoptados/homosexuales/cobayas/humanas/elpvidsoc/20081124elpepusoc_1/Ves/
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