Jauretche es potente

31 de marzo de 2009

El pana Ángel Largo Méndez tiene en la página principal de su bitácora Mi Zurda Opinión una sentencia de Arturo Jauretche cuya fuerza y precisión siempre me agradaron mucho porque (B. Gracián dixit) lo bueno, si breve, dos veces bueno: “No existe la libertad de prensa, tan sólo es una máscara de la libertad de empresa”.  Yo admito conocer poco de Jauretche: tengo sólo unas vagas referencias al paso, provenientes de amigos argentinos en tertulias del Sur.  (Esta página ofrece la interesante posibilidad de aminorar ese déficit.) 
La sentencia de AJ es precisa para criticar (en amable conjunción con Owen Fiss) el concepto de “libre mercado de las ideas” al que me he referido en entradas anteriores.  Buscar esa sentencia para comprobar su exactitud me condujo a esta página con “frases y pensamientos” de AJ.  Y es de esa página que extraigo estas dos frases de AJ, que si bien carecen de la brevedad sentenciosa de la anterior, sí que abundan en ofrecernos razones para criticar a la llamada “libertad de prensa”, en particular, porque nos exponen en limpio la dependencia de los medios de comunicación social de la “economía” (sea de su avisador o de los grupos dominantes) y porque denuncian la hipocresía de quienes se llenan la boca con valores que no defienden:    
Porque estos periódicos tan celosos de la censura oficial se autocensuran cuando se trata del avisador; el columnista no debe chocar con la administración. Las doctrinas, los hechos, los hombres, se discriminan en función del aviso; así hay tabúes tácitos y se sabe que no se debe mencionar, que camino no hay que aconsejar, que cosas son inconvenientes.”
“Porque los medios de información y la difusión de ideas están gobernadas, como los precios en el mercado y son también mercaderías. La prensa nos dice todos los días que su libertad es imprescindible para el desarrollo de la sociedad humana, y nos propone sus beneficios por oposición a los sistemas que la restringen por medio del estatismo. Pero nos oculta la naturaleza de esa libertad, tan restrictiva como la del estado, aunque más hipócrita, porque el libre acceso a las fuentes de información no implica la libre discusión, ni la honesta difusión, ya que ese libre acceso se condiciona a los intereses de los grupos dominantes que dan la versión y la difunden.
Clarita la tenía Jauretche, clarita.  Por cierto, Los Piojos le dedicaron una canción (San Jauretche):

1 comentarios:

El Apestado dijo...

La Comisión Hutchins, hace ya más de medio siglo concibió a la información como un bien totalmente distinto al de otros bienes comerciales, y por eso recomendaba que los medios no funcionarna como una actividad lucrativa, pero claro esas son las citas que nunca aparecen en los medios...