En el ambiente político de
los años ochenta y entrados los noventa, había en Guayaquil una generalizada
convicción de que el serrano era bobo. Hubo profusión de chistes al respecto y
su destinatario más común (“señor Borja, bájese de la palmera, por favor”) era
un académico de prestigio, retratado en esta K de corazones.
En lo personal, siempre he
guardado un gran respeto por Rodrigo Borja. Los otros días, concedió una entrevista a diario Expreso (el 2 de agosto) en la que formuló una
crítica a la “videopolítica” (1).
Precisamente él, que fue una de sus primeras víctimas (2).
(1)
Carla Maldonado, ‘Rodrigo Borja: “ahora se necesita una buena imagen, no tesis, ni propuestas”’ [Entrevista a Rodrigo Borja], Diario Expreso, 2 de agosto de 2016.
Ahí te hablan, Mauricio Rodas.
(2) ‘“Míreme a los ojos, mí-re-me”’, Xavier Flores Aguirre, 1 de diciembre de 2015.
0 comentarios:
Publicar un comentario